domingo, 6 de diciembre de 2015

Dormir menos predispone a los resfriados

Las personas que duermen seis horas por noche o menos son más propensas a coger un resfriado, en comparación con quienes duermen más de siete horas.
La falta de sueño está conectada con una mayor probabilidad de enfermarse, según han confirmado un equipo de científicos liderado por Sheldon Cohen, profesor de Psicología en el Dietrich College of Humanities and Social Sciences de la Carnegie Mellon University, en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos. Publicado en la revista "Sleep"', los autores del trabajo utilizaron medidas objetivas del sueño para demostrar que las personas que duermen seis horas por noche o menos son más de cuatro veces más propensas a coger un resfriado, en comparación con quienes duermen más de siete horas. En 2009, Cohen descubrió por primera vez que la falta de sueño se asocia con una mayor probabilidad de contraer un resfriado después de explorar los factores psicológicos que contribuyen a la enfermedad y evaluar la duración del sueño de los participantes y exponerlos a un virus del resfriado común. Ahora, junto con expertos de la University of California, San Francisco (UCSF) y el Centro Médico de la University of Pittsburgh, ha confirmado sus hallazgos. El profesor asistente de Psiquiatría en la UCSF y autor principal del estudio, Aric Prather, señala que los resultados se suman a la creciente evidencia enfatizando la importancia del sueño para la salud. "Va más allá de la sensación de estar aturdido o irritable --afirma Prather--. No dormir lo suficiente afecta a su salud física". El laboratorio de Cohen es conocido por usar el virus del resfriado común para probar con seguridad cómo varios factores afectan a la capacidad del cuerpo para combatir la enfermedad. Prather planteó a Cohen la posibilidad de investigar el sueño y la susceptibilidad a los resfriados utilizando datos recogidos en un estudio reciente en el que los participantes llevaban sensores para obtener medidas precisas objetivas del sueño. Para el análisis, 164 adultos fueron sometidos a dos meses de exámenes de salud, entrevistas y cuestionarios para establecer líneas de base para factores como el estrés, el temperamento y el consumo de cigarrillos y alcohol. Los investigadores también siguieron sus patrones de sueño durante siete días utilizando un sensor similar a un reloj que mide la duración y calidad del sueño durante toda la noche. Luego, los participantes fueron recluidos en un hotel, se les administró el virus del resfriado a través de gotas nasales y se les monitorizó durante una semana, recogiendo muestras de moco diarias para ver si el virus se había instalado. Así, encontraron que los sujetos que dormían menos de seis horas por noche eran 4,2 veces más propensos a coger frío en comparación con los que durmieron durante más de siete horas y los que tenían menos de cinco horas de sueño fueron 4,5 veces más propensos. "El sueño va más allá de todos los otros factores que se midieron --apunta Prather--. No importaba cómo eran de mayores las personas, sus niveles de estrés, su raza, educación o ingresos. No importaba si eran fumadores. Con todas esas cosas tenidas en cuenta, estadísticamente el sueño todavía era el ganador y fue un abrumadoramente fuerte predictor de susceptibilidad al virus del resfriado". Prather subraya que el estudio muestra los riesgos de pérdida crónica de sueño mejor que los experimentos típicos en los que los investigadores privan artificialmente a los individuos de sueño, ya que se basa en el comportamiento normal del sueño de los sujetos. "Esto podría ser una semana normal para alguien durante la temporada de frío", apunta. La investigación añade otra pieza de evidencia de que el sueño debe ser tratado como un pilar fundamental de salud pública, junto con la dieta y el ejercicio, según los autores, que apuntan que sigue siendo un reto convencer a las personas de que duerman más. "En nuestra cultura de estar ocupados, todavía hay una buena cantidad de orgullo acerca de no tener que dormir y conseguir hacer un montón de trabajo, señala Prather.
Necesitamos más estudios como éste para empezar a hacer llegar a los hogares que el sueño es una pieza fundamental para nuestro bienestar.

domingo, 25 de octubre de 2015

Trabajar demasiadas horas puede aumentar el riesgo de ictus

Existe una relación estadística entre una jornada laboral prolongada y el riesgo de accidente cerebrovascular.
Los resultados de un metanálisis internacional de resumen y revisión de 25 estudios sobre la jornada laboral, que se presentaron en “The Lancet”, indican que trabajar más de 55 horas a la semana se asocia con un aumento en un tercio del riesgo de accidente cerebrovascular en comparación con trabajar entre 35 y 40 horas por semana.
Un grupo de científicos dirigido por Mika Kivimaeki, de la University College London (Reino Unido), examinó los efectos de las jornadas de trabajo prolongadas sobre la frecuencia de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiovasculares. En el metanálisis de la cardiopatía coronaria se incluyeron datos para aproximadamente 604.000 participantes en el estudio y en el de accidente cerebrovascular se incluyeron datos de casi 529.000 hombres y mujeres. El seguimiento total fue de 5,1 y 3,8 millones de años-persona, respectivamente.
El efecto negativo de la prolongación de la jornada laboral es sorprendente, especialmente en lo que se refiere al riesgo de accidente cerebrovascular. En este caso, los investigadores registraron una asociación entre la dosis y la respuesta: en comparación con las personas que trabajaban de 35 a 40 horas por semana, los que trabajaban entre 41 y 48 horas presentaban un 10 % más de riesgo de accidente cerebrovascular (estadísticamente no significativo). En el grupo de los que trabajaban entre 49 y 54 horas por semana, el riesgo de accidente cerebrovascular aumentó en un 27 % (estadísticamente significativo). Entre las personas que trabajaban al menos 55 horas por semana se halló un aumento de un tercio en las tasas de accidente cerebrovascular (estadísticamente muy significativo).
En el grupo que trabajaba el mayor número de horas se halló un aumento más modesto, del 13 %, del riesgo de aparición de cardiopatía coronaria. En comparación con las personas que trabajaban entre 35 y 40 horas a la semana, la diferencia no resultó significativa.
Así que, trabaja bastante, pero no demasiado...

domingo, 27 de septiembre de 2015

Micronutrientes que disminuyen la probabilidad de enfermedades cardiovasculares

El consumo subóptimo de determinados micronutrientes se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Por lo tanto, la atención se ha centrado en el aumento del nivel de micronutrientes a través de una serie de enfoques: el aumento del consumo dietético de alimentos ricos en micronutrientes, el enriquecimiento de los alimentos y el uso de suplementos para disminuir este riesgo. Sin embargo, mientras que los estudios de cohortes observacionales han demostrado una relación entre el consumo elevado de micronutrientes como la vitamina E, la vitamina C, el ácido fólico y el betacaroteno y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, los ensayos de intervención aleatorizados con suplementos de micronutrientes han fracasado de momento a la hora de mostrar una mejora en criterios de valoración clínicos. Una razón puede ser que la mezcla compleja de micronutrientes que se encuentran, por ejemplo, en una dieta rica en frutas y verduras puede ser más eficaz que grandes dosis de un pequeño número de micronutrientes. De hecho, los estudios que se centran en alimentos integrales (por ejemplo, frutas y verduras) o en un patrón de dieta (por ejemplo, el patrón de la dieta mediterránea) pueden ser más eficaces a la hora de demostrar un efecto en los criterios de valoración clínicos, como se ha demostrado en el estudio PREDI-MED. Los mecanismos subyacentes de estos efectos se siguen todavía estudiando, aunque estudios recientes sugieren que el aumento del consumo de frutas y verduras tiene efectos favorables antioxidantes, así como un impacto sobre algunos marcadores inflamatorios como el amiloide A en suero, que pueden contribuir a efectos antiaterogénicos.
Con el interés emergente en un enfoque proactivo precoz para la prevención de enfermedades cardiovasculares, centrándose en la reducción del riesgo de por vida, la investigación se ha dirigido a la investigación de los efectos combinados de los nutrientes y alimentos en los marcadores de la enfermedad cardiovascular en la adolescencia o en adultos jóvenes. Estudios transversales, como el Proyecto “Young Hearts” de Irlanda del Norte, han indicado una relación entre algunos marcadores, como la tensión diastólica, y el riesgo de enfermedad cardiovascular ya evidente en adultos jóvenes. Sin embargo, son necesarios estudios longitudinales para confirmar estas relaciones. Dichos hallazgos pueden tener importantes implicaciones para las políticas de salud.
En definitiva, tenemos que hacer un esfuerzo extra por tomar frutas y verduras, no sólo para el control del peso corporal, sino porque algunos de sus micronutrientes previenen ciertas enfermedades, las que generan mayor morbimortalidad en la población española adulta...

sábado, 1 de agosto de 2015

Dormir bien, para vivir más y mejor

La obesidad, la diabetes, las patologías cardiovasculares, la depresión, la ansiedad e incluso el cáncer son enfermedades que pueden aparecer por culpa de la falta de sueño.
El presidente de la Sociedad Española del Sueño (SES), Joaquín Terán, ha advertido de que la esperanza de vida "está estrechamente relacionada con la salud del sueño y determinada por las horas que se duerme", por lo que ha abogado por prestar más atención a los trastornos y potenciar su estudio.
Lo ha hecho durante la presentación en rueda de prensa del primer Tratado de Medicina del Sueño que se edita en castellano, en la que también han participado el experto del Hospital Clínic de Barcelona Josep Maria Montserrat, el del Hospital de La Ribera Francisco Javier Puertas, y el del Instituto de Investigaciones del Sueño de Madrid Diego García-Borreguero.
Este último ha destacado que "existen muchas enfermedades que pueden aparecer por culpa de la falta de sueño", como la obesidad, la diabetes, las patologías cardiovasculares, la depresión, la ansiedad e incluso el cáncer.
Por ello, es necesario "abordar con mucha atención las conductas del sueño, algo que no se ha hecho durante años", debido a que se concebían las horas en las que se dormía como un periodo en el que simplemente se descansaba y el cuerpo no sufría alteraciones.
"Creemos que podemos recortar horas de sueño, pero en realidad lo que estamos recortando es nuestra vida", ha alertado Terán, que ha pedido que se impulsen las medidas necesarias para garantizar que los ciudadanos duermen lo necesario.
En caso de que no puedan hacerlo por culpa de un trastorno y no por falta de tiempo, ha pedido que se estudie a los pacientes "mientras duermen" --en unidades especializadas--, ya que es el único modo de ahondar en su patología.
Si no se hace así, "simplemente podemos ir medicándole para los problemas derivados, como la hipertensión, pero la respuesta no puede quedarse en una pastilla", si no que se debe arreglar el origen del problema de sueño, ha añadido.
Ha destacado que entre el 75% y el 90% de los españoles que sufren problemas de este tipo no están diagnosticados, y ha augurado que cada vez habrá más casos debido a los cambios de hábitos.
Ha puesto como ejemplo la apnea del sueño: hasta 600.000 españoles están diagnosticados actualmente, pero se estima que solo son el 25% de los enfermos, por lo que ha animado a profundizar más en estas patologías y a potenciar los grupos de investigación y tratamiento.
En definitiva, los trastornos del sueño pueden conducir a otras muchas patologías muy prevalentes hoy en día: el sueño no es algo accesorio, sino un parámetro importante en nuestras vidas que debemos cuidar...

sábado, 27 de junio de 2015

¿Restricción calórica para mejorar la fibromialgia?

Investigadores españoles descubren una nueva diana terapéutica para la fibromialgia , estudio publicado en BBA Mol Bases Dis), un complejo enzimático que regula numerosas rutas metabólicas, además de fabricar nuevas mitocondrias y mejorar la respuesta al estrés.
Investigadores de la Universidad de Sevilla (US) han descubierto un nuevo agente implicado en la fibromialgia, la AMPK, un complejo enzimático (proteínas) que regula numerosas rutas metabólicas, además de fabricar nuevas mitocondrias y mejorar la respuesta al estrés, lo que podría convertirlo en una nueva diana terapéutica contra esta patología.
El estudio demuestra que, en los pacientes con fibromialgia, el AMPK no funciona de manera correcta y al verse reducida su actividad disminuye el número de mitocondrias y sus funciones también se ven alteradas. Además, las células tienen un bajo consumo de oxígeno y no pueden responder a situaciones de estrés.
Sin embargo, la activación de AMPK mediante restricción calórica o metformina a bajas dosis mejoran considerablemente la función celular y la respuesta al estrés oxidativo, es decir, a la falta de oxígeno en la célula.
"Nuestro estudio demuestra el papel que tiene AMPK en la fisiopatología de la fibromialgia, así como una nueva diana terapéutica. La activación de AMPK mediante metformina o restricción calórica podrían suponer un nuevo tratamiento de esta enfermedad", explica el investigador del Laboratorio de Investigación de la Facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla, Mario Cordero.
Este estudio del Grupo de Investigación de Etiología y Patogenia Periodontal, Patología Oral y Enfermedades Musculares se enmarca dentro del proyecto 'Papel del complejo AMPK en la fisiopatología de la fibromialgia', financiado por la Federación Andaluza de Fibromialgia y Fatiga Crónica.
Este primer artículo científico ha sido publicado en la revista “BBA. Molecular Bases of Diseases” y otro trabajo sobre el papel de AMPK en la producción del dolor está pendiente de publicación en la revista, “Antioxidants & Redox Signaling”.
La fibromialgia es una enfermedad de causa desconocida cuyo síntoma principal es el dolor crónico generalizado que se localiza, esencialmente, en zonas musculares y fatiga (cansancio). Las personas que sufren esta patología tienen "puntos hipersensibles" en el cuerpo: estos se encuentran en áreas como el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas.
Estos investigadores llevarán a cabo un ensayo clínico anterior en el que se describía además que la coenzima Q10 es efectiva en pacientes con fibromialgia, ya que ninguno de ellos presentó efectos secundarios.
El autor principal y coordinador del estudio, Mario Cordero, explicaba en 2013 que "en estudios anteriores realizados sin control con placebo habíamos observado que en pacientes con fibromialgia el tratamiento con CoQ10 era beneficioso en los síntomas. En esta ocasión hemos diseñado un pequeño ensayo clínico controlado con placebo para saber si realmente el efecto del CoQ10 era real o placebo".

sábado, 13 de junio de 2015

El ejercicio físico y la pérdida de peso es beneficiosa para la artrosis de cadera y de rodilla en pacientes de edad muy avanzada

Según un artículo publicado en la revista Open Rheumatol J. 2014 Nov 28;8:89-95, las recomendaciones generales de controlar el peso y hacer ejercicio físico adaptado son incluso válidas para personas con edades avanzadas, por encima de los 70-80 años. Nunca es tarde para cuidarse!
Las recomendaciones de los organismos académicos de reumatología y geriatría para el manejo de la artrosis de cadera y de rodilla, las cuales ponen énfasis en la utilidad de las terapias no farmacológicas, no hacen una clasificación en función de la edad y condición física del paciente. Llevan a cabo una revisión sistemática de ensayos clínicos sobre ejercicio y pérdida de peso en artrosis de cadera y de rodilla en pacientes de edad muy avanzada.
Por medio de búsquedas electrónicas en MEDLINE, EMBASE, base de datos PASCAL, búsquedas sistemáticas en las Cochrane Reviews, búsqueda manual en guías de manejo, meta análisis y artículos relevantes identificados. Identifican 83 ensayos, con tan sólo dos sobre pacientes con edad ≥ 75 años, por lo que bajan la edad media hasta los 70 años y hallan 15 ensayos, principalmente realizados en artrosis de rodilla y en pacientes de consultas externas.
El ejercicio físico (8 ensayos) fue efectivo para el dolor y la funcionalidad (4 ensayos controlados) con un efecto persistente tan sólo en casos de auto rehabilitación. El ejercicio acuático (5 ensayos) fue tan efectivo como el ejercicio en suelo. La pérdida de peso (2 ensayos) tan sólo pacientes sometidos a régimen de dieta + ejercicio presentaron mejoras significativas en sus síntomas.
La revisión sistemática confirma que las recomendaciones internacionales sobre el ejercicio para la artrosis también son aplicables a sujetos de edades comprendidas entre los 70 y los 80 años. La efectividad a largo plazo requiere de una estrategia de mantenimiento. Resulta obligado realizar ensayos específicos con pacientes de edad muy avanzada y diversas co-morbilidades, dado que  están más expuestos a yatrogénesis farmacológica.

miércoles, 13 de mayo de 2015

El exceso de Vitamina D es perjudicial para la salud

La cantidad de vitamina D en la sangre de una persona repercute en el riesgo de muerte cardiovascular. Sin embargo, la carencia de vitamina D es igual de perjudicial que su exceso. Estos son los hallazgos de un estudio danés publicado en la revista "Journal of Endocrinology and Metabolism".
En el estudio, los investigadores de la Universidad de Copenhague estudiaron el nivel de vitamina D en 247.574 daneses, y analizaron sus niveles de vitamina D y la tasa de mortalidad durante un periodo de siete años después de obtener la muestra de sangre inicial. Durante dicho periodo murieron 16.645 pacientes.
El estudio confirmó la existencia de una relación entre las tasas de mortalidad y unos niveles demasiado bajos de vitamina D, pero la novedad fue que el nivel de vitamina D también podía ser demasiado alto. "Si el nivel de vitamina D está por debajo de 50 o por encima de 100 nanomoles por litro, existe una mayor conexión con las muertes", explicó el autor del estudio, Peter Schwarz.
Y añadió: "Los niveles deben situarse en algún punto entre 50 y 100 nanomoles por litro, siendo 70 el nivel más deseable según nuestro estudio". A fin de evitar niveles demasiado altos o demasiado bajos, el autor recomendó tomar un aporte complementario de vitamina D solamente de manera coordinada por el médico.
Así, según este estudio, los aportes extra de vitamina D podría ser poco saludables y contraproducentes.

lunes, 20 de abril de 2015

Bajos niveles de vitamina D en la infancia están ligados a la aterosclerosis de adulto

Bajos niveles de 25-hidroxivitamina D en la infancia se asocia con aterosclerosis subclínica más de 25 años más tarde en la edad adulta, según los resultados de un nuevo estudio publicado en “Journal of Clinical Endocrinology &Metabolism”.
La importancia de la vitamina D para la salud cardiovascular ha sido un foco de creciente interés. Previamente, se ha demostrado que niveles bajos de vitamina D están relacionados con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco.
La deficiencia e insuficiencia de vitamina D son muy prevalentes entre los niños de todo el mundo y este estudio examinó la relación entre los niveles bajos de vitamina D durante la infancia y el aumento del grosor íntima-media carotídeo (IMT, por sus siglas en inglés) de adultos. IMT es un marcador de aterosclerosis estructural que se correlaciona con factores de riesgo cardiovascular y predice eventos cardiovasculares. "Nuestros resultados muestran una asociación entre los niveles bajos de 25-OH vitamina D en la infancia y una mayor incidencia de aterosclerosis subclínica en la edad adulta", resume uno de los autores del estudio, Markus Juonala, de la Universidad de Turku en Finlandia.
"La asociación fue independiente de los factores de riesgo cardiovascular convencionales, incluyendo los lípidos séricos, la presión arterial, el tabaquismo, la dieta, la actividad física, los índices de obesidad y nivel socioeconómico", añade este experto. Este estudio analizó a 2.148 sujetos del Estudio sobre Riesgo Cardiovascular en Jóvenes Finlandeses con una edad de entre 3 y 18 años al inicio del trabajo y se les reexaminó a las edades de 30 a 45 años. Los niveles de la vitamina D durante la infancia se midieron a partir de suero almacenado y se evaluó el IMT en la pared posterior de la arteria carótida izquierda mediante tecnología de ultrasonido.
Los participantes en el estudio con los niveles de 25-OH vitamina D en el cuartil más bajo durante la infancia tenían una prevalencia significativamente mayor de IMT de alto riesgo cuando fueron los adultos, con 21,9% frente a un 12,7%. "Se necesita más investigación para saber si los niveles bajos de vitamina D tienen un papel causal en el aumento del grosor de la arteria carótida, refiere el Dr. Juonala. Sin embargo, nuestras observaciones ponen de relieve la importancia de proporcionar a los niños una dieta que incluya suficiente vitamina D".
En definitiva, hay que concienciar a la sociedad sobre la necesidad de instaurar una dieta adecuada en Vitamina D, en general para todo el mundo, pero muy especialmente en niños, para prevenir enfermedades cardio/cerebrovasculares en un futuro.

viernes, 3 de abril de 2015

¿Qué es peor, ser obeso o no hacer ejercicio?

Una caminata de 20 minutos a pie cada día podría ser suficiente para reducir el riesgo de una persona de muerte temprana, según un nuevo estudio publicado en “American Journal of Clinical Nutrition”. La falta de ejercicio es responsable del doble de muertes que la obesidad...
El análisis de más de 334.000 hombres y mujeres europeos encontró el doble de muertes por falta de actividad física que el número de fallecimientos atribuibles a la obesidad, pero que un modesto aumento en la actividad física podría tener beneficios significativos para la salud.
La inactividad física se ha asociado consistentemente con un mayor riesgo de muerte prematura, además de estar vinculado con un mayor riesgo de patologías como la enfermedad cardíaca y el cáncer. Aunque también puede contribuir a un mayor índice de masa corporal (IMC) y la obesidad, la relación con la muerte temprana es independiente del índice de masa corporal de un individuo.
Para medir la relación entre la inactividad física y la muerte prematura y su interacción con la obesidad, los investigadores de este trabajo analizaron datos de 334.161 hombres y mujeres de toda Europa que participaban en el estudio prospectivo europeo sobre cáncer y nutrición (EPIC, por sus siglas en inglés). Durante un promedio de 12 años, los científicos midieron la altura, el peso y la circunferencia de la cintura y emplearon la autoevaluación para medir los niveles de actividad física.
Los investigadores encontraron que la mayor reducción en el riesgo de muerte prematura se produjo comparando entre los grupos inactivos y moderadamente inactivos, analizados por una combinación de la actividad en el trabajo con actividades lúdicas. Algo menos de una cuarta parte (22,7%) de los participantes fueron clasificados como inactivos, sin actividad recreativa en combinación con una ocupación sedentaria.
Los autores estiman que hacer un ejercicio equivalente a un paseo a paso ligero 20 minutos cada día, con una quema de entre 90 y 110 kcal ('calorías'), llevaría a un individuo del grupo inactivo a ser moderadamente inactivo y reducir su riesgo de muerte prematura entre un 16 y un 30%. El impacto fue mayor entre las personas de peso normal, pero incluso aquellos con un mayor IMC tuvieron un beneficio, según las conclusiones del estudio.
Utilizando los datos más recientes disponibles sobre muertes en Europa, los investigadores estiman que 337.000 de las 9,2 millones de muertes entre los hombres y las mujeres europeas eran atribuibles a la obesidad (entendida como un IMC superior a 30). Sin embargo, el doble de este número de muertes (676.000) podría deberse a la inactividad física.
El director del estudio, Ulf Ekelund, del Medical Research Council (MRC) de la Unidad de Epidemiología de la University of Cambridge, en Reino Unido, subraya: "Hay un mensaje sencillo: basta con una pequeña cantidad de actividad física cada día para que las personas físicamente inactivas obtengan importantes beneficios para su salud. Aunque se encontró que sólo 20 minutos marcarían una diferencia, realmente deberíamos estar intentado hacer más porque la actividad física tiene muchos beneficios para la salud y debe ser una parte importante de nuestra vida cotidiana".
Por su parte, el Prof. Nick Wareham, director de la Unidad MRC, añade: "Ayudar a la gente a perder peso puede ser un verdadero desafío y, al mismo tiempo, debemos tener como objetivo reducir los niveles de obesidad en la población, con intervenciones de salud pública que animen a la gente a hacer pequeños cambios pero alcanzables en la actividad física que pueden tener beneficios significativos para la salud y pueden ser más fáciles de lograr y mantener".

domingo, 8 de marzo de 2015

El entrenamiento de fuerza ayuda a combatir la sarcopenia y acumulación grasa abdominal

La actividad aeróbica sola no es suficiente

Si se quiere combatir la grasa abdominal mientras se envejece, una investigación reciente sugiere que debe añadirse entrenamiento con pesas al régimen de ejercicio, según recoge la revista “Obesity”. Investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) hallaron que combinar las actividades aeróbicas con entrenamiento con pesas (o resistencia) es clave para conservar el músculo y evitar el aumento de peso, sobre todo la grasa abdominal relacionada con la edad.
"Dado que envejecer se relaciona con la sarcopenia, la pérdida de masa muscular esquelética, depender solo del peso corporal es insuficiente para el estudio de un envejecimiento saludable", comentó en un comunicado de  Harvard la autora del estudio, Rania Mekary, investigadora del departamento de nutrición de la universidad.
"Medir la circunferencia de la cintura es un mejor indicador de una composición corporal saludable en los adultos mayores", explicó Mekary. "Realizar entrenamiento en resistencia, o idealmente, combinarlo con el ejercicio aeróbico, podría ayudar a los adultos mayores a reducir la grasa abdominal al mismo tiempo que aumentan o conservan la masa muscular".
El estudio a largo plazo se llevó a cabo entre 1996 y 2008. Incluyó a más de 10,000 hombres sanos a partir de los 40 años cuyo índice de masa corporal (IMC) variaba ampliamente. El IMC mide la grasa corporal tomando en cuenta el peso y la estatura.
Los investigadores analizaron la actividad física, el peso y la circunferencia de la cintura de los hombres para determinar qué ejercicios tenían el efecto más significativo sobre sus cinturas, o la cantidad de grasa abdominal que tenían.
Los hombres que hacían 20 minutos de entrenamiento con pesas al día presentaban un aumento más pequeño en la grasa abdominal que los hombres que pasaban el mismo tiempo haciendo actividades aeróbicas entre moderadas y vigorosas, como subir escaleras y trabajar en el patio, halló el estudio.
Por otra parte, los hombres que se hicieron más sedentarios en el transcurso de los 12 años del estudio tuvieron un aumento más grande de la grasa abdominal.
"Este estudio subraya la importancia del entrenamiento con pesas para la reducción de la obesidad abdominal, sobre todo entre las personas mayores", comentó en el comunicado de prensa de la Harvard el autor principal del estudio, Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología. "Para mantener un peso y una cintura saludables, es esencial incorporar entrenamiento con pesas al ejercicio aeróbico".
En definitiva, en personas mayores hay que incluir ejercicios de fuerza para evitar la pérdida de masa muscular y ayudar a combatir la acumulación de grasa abdominal.

domingo, 15 de febrero de 2015

Dietas ricas en calcio ayudan a disminuir la obesidad

El calcio que contienen muchos alimentos de la dieta, dificulta la acumulación de grasas de reserva en el organismo, algo que ayuda a conseguir un peso corporal saludable a individuos de todas las edades y puede ser un importante aliado contra los problemas de sobrepeso y obesidad, según la profesora de investigación del CSIC, Manuela Juárez.
En este sentido, concreta la experta, la disminución de calcio dentro de las células puede estimular la lipólisis (proceso de quema grasas) e inhibir la lipogénesis (generación de reservas de grasa), dificultando así la acumulación de grasas.
Además, está comprobado que una elevada ingesta de calcio disminuye las concentraciones de la hormona paratiroidea en el organismo. Esta hormona es responsable, junto con la vitamina D activa, de la tarea de reducir la entrada de calcio al interior de las células, explica la especialista.
Por otro lado, indica que un alto consumo de proteínas lácteas reduce la ingesta de alimentos por generar, en el organismo, un aumento de la saciedad. Las dietas con alto contenido en calcio han evidenciado una mayor excreción de grasa, señala esta experta.
Finalmente, la experta ha resaltado que los niños que consumen una mayor cantidad de calcio presentan un menor índice de masa corporal (IMC), lo que podría disminuir su riesgo de obesidad en la adolescencia y en la etapa adulta. Tres porciones de productos lácteos al día, como parte de una dieta equilibrada, pueden ayudar a conseguir un peso corporal saludable en la infancia y en la adolescencia, recalca.
En definitiva, las dietas ricas en calcio ayudan a dificultar la acumulación de grasas de reserva, y no sólo en el metabolismo del hueso y el músculo.

lunes, 2 de febrero de 2015

El azúcar, más peligroso que la sal

La sal añadida en los alimentos procesados se considera con frecuencia la principal culpable responsable de la hipertensión y de las enfermedades cardiovasculares. No obstante, de acuerdo con un análisis publicado por investigadores estadounidenses en “Open Heart”, los azúcares añadidos parecen desempeñar un papel más importante en la salud de las personas.
Los investigadores del Saint Luke's Mid America Heart Institute (Kansas City) y del Albert Einstein College of Medicine (Nueva York) analizaron los estudios publicados hasta la fecha sobre este tema y llegaron a la conclusión de que los azúcares añadidos desempeñan un papel más importante en estas enfermedades que la sal.
Según los autores, la reducción media en la tensión arterial que se consigue mediante la disminución del consumo de sal solo se considera relativamente pequeña. Por otro lado, un consumo de azúcar más reducido tuvo un mayor efecto. La ciencia básica, así como los estudios de población y los ensayos clínicos, indican que el monosacárido fructosa es crucial en el desarrollo de la hipertensión. Es más, el riesgo global de padecer enfermedades cardiovasculares también está relacionado con el consumo de azúcar.
Una persona cuyo consumo de azúcares añadidos llegue a un cuarto de su consumo diario de calorías tiene un riesgo tres veces mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares que una persona que consuma menos de un diez por ciento. Además, un consumo diario de 74 gramos de fructosa se asocia a un incremento del 30 % en el riesgo de presentar una tensión arterial por encima de 140/90 mm Hg y del 77 % de riesgo en niveles por encima de 160/110 mm Hg.
Los autores concluyeron que sería sensato reducir el consumo de azúcar disminuyendo la cantidad de azúcares añadidos de los alimentos procesados.
En definitiva, los azúcares refinados añadidos a los preparados industriales son más peligrosos incluso que la ingesta excesiva de sal, produciendo hipertensión y problemas cardiovasculares a largo plazo.

lunes, 12 de enero de 2015

El yoga mejora la salud cardiovascular

La práctica del yoga es beneficiosa mejora los factores de riesgo asociados con la enfermedad cardiovascular, y constituye un "tratamiento potencialmente efectivo" para la salud cardiovascular. La conclusión corresponde a una revisión sistemática de 37 ensayos controlados aleatorios con 2.768 sujetos, recogida en un artículo en “European Journal of Preventive Cardiology”. Los autores sostienen que el yoga puede proporcionar los mismos beneficios en la reducción de factores de riesgo que actividades físicas tradicionales como andar en bicicleta o caminar a paso ligero.
El metanálisis pretendía proporcionar una estimación realista acerca de la eficacia del yoga comparada con el ejercicio y con la ausencia de actividad física. Así, comparado con la inactividad deportiva, el yoga se asocia con una mejoría significativa en cada uno de los resultados primarios de los factores de riesgo medidos: el índice de masa corporal se redujo en 0,77 kg/m2; la presión arterial sistólica bajó 21 mm Hg; la lipoproteína de baja densidad se redujo en 12,14 mg / dl, y la lipoproteína de alta densidad aumentó en 3,20 mg / dl.
También hubo cambios significativos en las variables secundarias: el peso corporal se redujo en 2,32 kg, la presión arterial diastólica en 4,9 mmHg, el colesterol total en 18,48 mg/dl, y la frecuencia cardiaca en 27 latidos/min. Sin embargo, no se encontraron mejoras en los parámetros de la diabetes (glucemia en ayunas y la hemoglobina glicosilada).
Las mejoras en los factores de riesgo (IMC, presión arterial, niveles de lípidos) fueron significativas cuando se utilizaron el yoga y la medicación. Concretamente, entre los pacientes con enfermedad coronaria existente, el yoga proporciona un beneficio estadísticamente significativo en la reducción del colesterol LDL cuando se añade a la medicación (estatinas y fármacos hipolipemiantes).
En comparación con el ejercicio en sí, el yoga proporciona efectos comparables a los del ejercicio aeróbico. Los investigadores señalan que esto podría ser a causa del impacto del yoga en la reducción del estrés, "que lleva a un efecto positivo en el estado neuroendocrino, metabólico y la función cardio-vagal".
Los investigadores aventuran que las similitudes del efecto del yoga y del ejercicio sobre los factores de riesgo cardiovasculares sugieren que podría haber "mecanismos comparables de funcionamiento, con algunos posibles beneficios aeróbicos fisiológicos que se producen con la práctica del yoga y algún efecto de relajación para reducir el estrés que ocurre con el ejercicio aeróbico".
Según la autora principal, Myriam Hunink, del Centro Médico de la Universidad Erasmus, en Rotterdam, Países Bajos, y la Escuela de Salud Pública de Boston, Harvard, Estados Unidos, estos resultados indican que el yoga puede ser muy útil para reducir el riesgo cardiovascular en pacientes con menor tolerancia física, como aquellos con condiciones cardíacas preexistentes, los ancianos o aquellos con dolor musculoesquelético o en las articulaciones.
En definitiva, la práctica del yoga mejora la salud cardiovascular tanto como la práctica de ejercicio aeróbico, o al menos la complementa.

Tópico a desmontar: el colesterol dietético aumenta el colesterol en sangre

Hace años, se afirmaba la relación entre el consumo de alimentos altos en colesterol y el medido en sangre, alertando sobre sus efectos card...