domingo, 27 de septiembre de 2015

Micronutrientes que disminuyen la probabilidad de enfermedades cardiovasculares

El consumo subóptimo de determinados micronutrientes se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Por lo tanto, la atención se ha centrado en el aumento del nivel de micronutrientes a través de una serie de enfoques: el aumento del consumo dietético de alimentos ricos en micronutrientes, el enriquecimiento de los alimentos y el uso de suplementos para disminuir este riesgo. Sin embargo, mientras que los estudios de cohortes observacionales han demostrado una relación entre el consumo elevado de micronutrientes como la vitamina E, la vitamina C, el ácido fólico y el betacaroteno y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, los ensayos de intervención aleatorizados con suplementos de micronutrientes han fracasado de momento a la hora de mostrar una mejora en criterios de valoración clínicos. Una razón puede ser que la mezcla compleja de micronutrientes que se encuentran, por ejemplo, en una dieta rica en frutas y verduras puede ser más eficaz que grandes dosis de un pequeño número de micronutrientes. De hecho, los estudios que se centran en alimentos integrales (por ejemplo, frutas y verduras) o en un patrón de dieta (por ejemplo, el patrón de la dieta mediterránea) pueden ser más eficaces a la hora de demostrar un efecto en los criterios de valoración clínicos, como se ha demostrado en el estudio PREDI-MED. Los mecanismos subyacentes de estos efectos se siguen todavía estudiando, aunque estudios recientes sugieren que el aumento del consumo de frutas y verduras tiene efectos favorables antioxidantes, así como un impacto sobre algunos marcadores inflamatorios como el amiloide A en suero, que pueden contribuir a efectos antiaterogénicos.
Con el interés emergente en un enfoque proactivo precoz para la prevención de enfermedades cardiovasculares, centrándose en la reducción del riesgo de por vida, la investigación se ha dirigido a la investigación de los efectos combinados de los nutrientes y alimentos en los marcadores de la enfermedad cardiovascular en la adolescencia o en adultos jóvenes. Estudios transversales, como el Proyecto “Young Hearts” de Irlanda del Norte, han indicado una relación entre algunos marcadores, como la tensión diastólica, y el riesgo de enfermedad cardiovascular ya evidente en adultos jóvenes. Sin embargo, son necesarios estudios longitudinales para confirmar estas relaciones. Dichos hallazgos pueden tener importantes implicaciones para las políticas de salud.
En definitiva, tenemos que hacer un esfuerzo extra por tomar frutas y verduras, no sólo para el control del peso corporal, sino porque algunos de sus micronutrientes previenen ciertas enfermedades, las que generan mayor morbimortalidad en la población española adulta...

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