miércoles, 14 de diciembre de 2016

El aceite de oliva previene la artritis reumatoide

Demuestra sus efectos en la prevención y tratamiento de la artritis reumatoide.
El grupo de investigación 'Farmacología Experimental y Farmacia Clínica' de la Universidad de Sevilla (US), dirigido por la catedrática de Farmacología Catalina Alarcón de la Lastra, ha publicado un estudio en el que demuestra los efectos beneficiosos del consumo de aceite de oliva virgen extra en la prevención y tratamiento de la artritis reumatoide en un modelo experimental en ratones.
Los expertos señalan que este tipo de aceite contiene una fracción polifenólica que favorece la disminución de la inflamación de las articulaciones. Para alcanzar estas conclusiones, se observó durante un par de meses la evolución de dos grupos de animales, uno alimentado con aceite de girasol como fuente lipídica y otro con aceite de oliva virgen extra. Tras el periodo de estudio, la inflamación de las articulaciones de los ratones alimentados con aceite de oliva virgen extra había disminuido considerablemente frente a los que no lo habían consumido.
"En este estudio observamos tanto a nivel macroscópico como a nivel tisular cómo el aceite de oliva virgen extra, que se caracteriza por su alto contenido en polifenoles, fue capaz de disminuir una serie de mediadores y parámetros bioquímicos implicados en los procesos inflamatorios", explica María Ángeles Rosillo, autora principal del trabajo.
Estudios previos señalan que la incidencia de esta enfermedad articular es menor en los países mediterráneos. Por ello, estas investigadoras quieren dar un paso más y extrapolar estos resultados a ensayos clínicos en colaboración con el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.
"El consumo de aceite de oliva virgen extra previene el desarrollo de la artritis reumatoide experimental. El descubrimiento de esta acción beneficiosa del aceite de oliva virgen extra refuerza la hipótesis de utilizarlo como estrategia preventiva y terapéutica en el tratamiento de esta patología articular, pudiendo reducir la aparición de efectos adversos que acompañan a la farmacoterapia clásica", afirma la investigadora.
Este trabajo surge de la tesis doctoral de la investigadora María Ángeles Rosillo, que ha sido dirigida por las profesoras Catalina Alarcón de la Lastra y Marina Sánchez, del Departamento de Farmacología de la Universidad de Sevilla, en el contexto del proyecto de investigación de excelencia de la Junta de Andalucía 'Valoración del aceite de oliva virgen extra en la artritis reumatoide experimental: estudio biodirigido, caracterización farmacológica y desarrollo de ingredientes funcionales'.
El Centro de Investigación, Tecnología e Innovación de la Universidad de Sevilla (Citius) y la empresa andaluza Oleoestepa han colaborado en el desarrollo de esta investigación.

sábado, 26 de noviembre de 2016

No todo está en el peso

No es sólo obesidad todo lo que se ve!

El director del Laboratorio de Nutrición y Genética de la Tufts University (Boston, Estados Unidos), José M. Ordovás, ha asegurado hay obesos que son metabólicamente sanos y personas con peso normal que son metabólicamente obesas.
"Tenemos que avanzar con, por ejemplo, nuevos marcadores en la sangre y nuevas medidas de imagen corporal. Tenemos que intentar definir incorporando la genética, tendríamos que llegar a ser capaces de identificar qué sujetos necesitan perder peso por razones de salud y aquellos que si quieren perder peso sería por razones estéticas", ha afirmado.
Asimismo, Ordovás ha destacado que tener un peso visualmente normal no garantiza que la persona no tenga un riesgo cardiovascular alto, porque la grasa se ha podido depositar en zonas más peligrosas. "La grasa que puede resultar más peligrosa es la que se acumula alrededor de los órganos, mientras que la que vemos o palpamos sería metabólicamente menos peligrosa", ha apostillado.
Dicho esto, el experto ha informado de que se están desarrollando biomarcadores y tecnologías de imagen para, de este modo, poder detectar dónde tiene cada persona depositada la grasa. También, ha comentado que en todas las intervenciones bien sean farmacológicas, nutricionales o de actividad física, hay un rango de respuesta individual en el que unos sujetos se benefician y otros no.
"Las recomendaciones globales son adecuadas para un número determinado de personas, pero no para todas. Por ello, durante dos décadas nos hemos dedicado a investigar el genoma al objeto de identificar no sólo los genes que predisponen a la obesidad en los individuos, sino también ver en cada caso, conociendo las bases moleculares de la obesidad, cuáles son las soluciones más apropiadas para cada individuo", ha concluido Ordovás.
En definitiva, hay personas con sobrepeso sanas, y personas delgadas que pueden tener una "obesidad interna" que les predisponga a ciertas enfermedades, como las cardiovasculares y el cáncer.

viernes, 8 de julio de 2016

Mejor comida casera que precocinada

Las tasas de diabetes tipo 2 han aumentado de forma paralela a la tendencia de comer comidas preparadas comercialmente en restaurantes para llevar, o alimentos ya precocinados de supermercados.
Comer más comidas preparadas en casa puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según concluye un estudio que se ha presentado en las Scientific Sessions 2015 de la American Heart Association. Las personas que comían dos comidas caseras o cenas de cada día --alrededor de 11 a 14 comidas a la semana-- tenían un 13% menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 frente a quienes ingerían menos de seis comidas caseras o cenas a la semana.
La diabetes tipo 2 es un factor de riesgo para enfermedades del corazón. Los investigadores no tienen suficiente información para incluir patrones de desayuno. Se analizaron los datos de casi 58.000 mujeres en el Nurses' Health Study estadounidenses y más de 41.000 hombres en el Estudio de Seguimiento de los Profesionales de Salud y se les siguió durante hasta 36 años (1986-2012).
Ninguno de los participantes tenía diabetes, enfermedad cardiovascular o cáncer al inicio del estudio. "La tendencia de comer comidas preparadas comercialmente en restaurantes para llevar en Estados Unidos ha aumentado significativamente en los últimos 50 años", alerta Geng Zong, investigador en la Harvard T.H. Chan School of Public Health, en Boston, Massachusetts, Estados Unidos. "Al mismo tiempo, las tasas de diabetes tipo 2 también se han incrementado".
Estudios de acumulación han sugerido que comer fuera de casa, especialmente en cadenas de restaurantes de comida rápida, se asocia con una menor calidad de la dieta y un mayor peso corporal en niños y adultos jóvenes.
En la investigación actual, los investigadores demostraron que el consumo de comidas caseras se vinculó con un menor aumento de peso durante ocho años en estos profesionales de la salud de mediana edad y mayores. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo de patologías cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Aunque los investigadores no proporcionan un número específico de comidas caseras que las personas deberían ingerir cada semana, en principio debemos considerar que cuantas más, mejor.

martes, 3 de mayo de 2016

La interrupción del sueño afecta al estado de ánimo

Los efectos de la interrupción del sueño en el estado de ánimo positivo pueden ser acumulativos.
Un estudio dirigido por investigadores de la Johns Hopkins University School of Medicine, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, sugiere que despertarse varias veces durante la noche es más perjudicial para los estados de ánimo positivos que conseguir dormir el mismo poco tiempo pero sin interrupción.
Como detallan en la revista "Sleep", los investigadores estudiaron a 62 hombres y mujeres sanos sometidos al azar a tres situaciones experimentales de sueño en una habitación para investigación clínica: tres noches consecutivas de despertares forzados, con retrasos a la hora de irse a dormir o con sueño ininterrumpido.
Los participantes que se sometieron a ocho despertares forzados y los que se iban a la cama más tarde mostraron menos estado de ánimo positivo y más estado de ánimo negativo después de la primera noche, según los resultados de un cuestionario de evaluación del estado de ánimo administrado antes de la hora de dormir. Se pidió a los participantes que calificaran cómo de fuertes se sentían en una gran variedad de emociones positivas y negativas, como la alegría o la ira.
Los autores dicen que las diferencias significativas surgieron después de la segunda noche: el grupo que tuvo despertares forzosos registró una reducción del 31% en el estado de ánimo positivo, mientras que el grupo al que se le retrasó la hora de irse a la cama obtuvo un descenso del 12% en comparación con el primer día. Los investigadores añaden que no encontraron diferencias significativas en el estado de ánimo negativo entre los dos grupos en ninguno de los tres días, lo que sugiere que la fragmentación del sueño es especialmente perjudicial para el estado de ánimo positivo.
"Cuando el sueño se interrumpe durante toda la noche, no existe la oportunidad a través de las fases del sueño para obtener la cantidad de sueño de ondas lentas que es clave para el sentimiento de la recuperación", dice el autor principal del estudio, Patrick Finan, profesor asistente de Psiquiatría y Ciencias Conductuales de la Johns Hopkins University School of Medicine.
Aunque el estudio fue realizado en sujetos sanos con experiencia general de sueño normales, Finan cree que los resultados son susceptibles de aplicarse a aquellos que sufren de insomnio. Los despertares frecuentes durante la noche son comunes entre las personas que acaban de ser padres y los trabajadores de la salud de guardia, además de ser uno de los síntomas más comunes entre las personas con insomnio, que constituyen aproximadamente el 10% de la población adulta de Estados Unidos.
"Muchas personas con insomnio logran dormir a trompicones durante toda la noche y no tienen la experiencia de un sueño reparador", lamenta Finan, quien apunta que el estado de ánimo depresivo es un síntoma común del insomnio, pero cuyas razones biológicas son poco conocidas. Para investigar la relación, él y su equipo emplearon una prueba llamada polisomnografía para controlar ciertas funciones del cerebro y el cuerpo, mientras que los sujetos dormían para evaluar las etapas del sueño.
En comparación con el grupo que se acostó más tarde, los que se despertaban de manera forzada tenían periodos más cortos de sueño profundo de ondas lentas. La falta de suficiente sueño de ondas lentas presentaba una asociación estadísticamente significativa con la reducción del estado de ánimo positivo en los sujetos, dicen los investigadores. También vieron que el sueño interrumpido afecta a diferentes dominios del estado de ánimo positivo; reduciendo no sólo los niveles de energía, sino también sentimientos de simpatía y amabilidad.
Finan señala el estudio plantea que los efectos de la interrupción del sueño en el estado de ánimo positivo pueden ser acumulativos, ya que las diferencias entre los grupos surgieron después de la segunda noche y continuaron el día después de la tercera noche de la investigación. No obstante, estos expertos abogan por realizar más estudios para aprender más sobre las etapas del sueño en personas con insomnio y el papel desempeñado por una noche de recuperación de sueño.
En definitiva, dormir menos pero de un tirón es mejor para el ánimo que dormir más horas pero con interrupciones del sueño.

miércoles, 20 de abril de 2016

La somnolencia diurna y largas siestas, relacionadas con mayor riesgo de diabetes

Una nueva investigación, liderada por el Dr. Tomohide Yamada, de la Universidad de Tokio, en Japón, y presentada en la reunión anual de 2015 de la European Association for the Study of Diabetes (EASD), muestra que la somnolencia diurna y echarse largas siestas durante el día están asociadas con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
El sueño es un componente importante de una vida saludable, junto con una buena dieta y la actividad física adecuada. La somnolencia diurna excesiva está muy extendida en todo el mundo, igual que el hábito de echar siestas durante el día, que suelen ser breves, pero pueden ir desde unos pocos minutos a varias horas. Algunos individuos se echan una siesta porque están excesivamente somnolientos durante el día como resultado de un trastorno del sueño.
En este nuevo estudio, los autores realizaron un meta-análisis para investigar la asociación entre la somnolencia durante el día o echar la siesta y el riesgo de diabetes tipo 2. Se realizaron búsquedas en MEDLINE (la biblioteca nacional de salud de Estados Unidos), Cochrane Library, y Web of Science sobre artículos publicados hasta noviembre 2014 utilizando las palabras clave somnolencia diurna, siesta y diabetes.
Entre 683 estudios identificados inicialmente, un total de 10 fueron considerados de buena calidad e incluyeron a 261.365 sujetos asiáticos y occidentales. Los estudios procedían de Suecia, España, Finlandia y Alemania (somnolencia diurna) y Estados Unidos, China y Alemania (siesta).
La somnolencia diurna excesiva se define como responder afirmativamente a preguntas como "¿tiene un problema de somnolencia durante el día?". Las siestas durante el día se definieron en función a las respuestas afirmativas a cuestiones como "¿se echa una siesta durante el día?" o "¿duerme durante el día?".
Se encontró que la somnolencia diurna excesiva aumentar el riesgo de diabetes en un 56%, mientras que una siesta más larga durante el día de 60 minutos o más elevó el riesgo en un 46%. En contraste, una siesta más corta (60 minutos o menos al día) no aumentó el riesgo de diabetes, sin efecto de la siesta hasta los 40 minutos al día, umbral que una vez traspasado comenzó a elevar el riesgo considerablemente.
Los autores afirman: "La somnolencia diurna excesiva y echar siestas muy largas se relacionaron con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, mientras una breve siesta no eleva este riesgo". Y añaden: "La siesta durante el día podría ser una consecuencia de la alteración del sueño nocturno como la apnea obstructiva del sueño".
Estudios epidemiológicos han demostrado que la apnea obstructiva del sueño está relacionada de forma independiente a bloqueos de las arterias del corazón (isquemia), derrames cerebrales, eventos cardiovasculares fatales y no fatales y mortalidad por cualquier causa.
"Varios estudios han demostrado los efectos beneficiosos de echar siestas cortas de menos de 30 minutos de duración, ayudando a aumentar el estado de alerta y las habilidades motoras. Una siesta corta termina antes de la aparición del sueño profundo de ondas lentas. Entrar en este sueño profundo y luego no poder completar el ciclo de sueño normal puede dar lugar a un fenómeno conocido como inercia del sueño, en el que una persona se siente aturdida, desorientada e, incluso, con más sueño que antes de dormir la siesta", explican los investigadores.
Te gusta la siesta? Vale, pero que no sea muy larga, o predispone a aumentar el riesgo de diabetes...

domingo, 27 de marzo de 2016

Más frutas, legumbres, verduras y frutos secos para combatir la depresión

Comer una dieta mediterránea u otro tipo de dieta saludable, que conste de frutas, verduras, legumbres y frutos secos y baja en carnes procesadas, se asocia con la prevención de la aparición de la depresión, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto "BMC Medicine". Este análisis de 15.093 personas sugiere que la depresión podría estar relacionada con el déficit de nutrientes.
Tras una extensa investigación sobre la dieta y su efecto sobre la salud física, los científicos están explorando la relación entre la nutrición y la salud mental. Los autores de este trabajo analizaron en conjunto varios patrones dietéticos saludables y su asociación con el riesgo de depresión.
En concreto, compararon tres dietas: la dieta mediterránea, el patrón dietético pro-vegetariano y 'Alternative Healthy Eating Index-2010'. Los participantes utilizaron un sistema de puntuación para medir su adherencia a la dieta seleccionada, es decir, mayor puntuación en la dieta indica que el participante estaba llevando una alimentación más saludable.
Los alimentos como la carne y los dulces (fuentes de grasas animales: ácidos grasos saturados y trans) se calificaron negativamente, mientras que las nueces, las frutas y las verduras (fuentes de ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales, respectivamente) se puntuaron positivamente.
La investigadora principal, Almudena Sánchez-Villegas, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, explica: "Queríamos entender qué papel juega la nutrición en la salud mental, ya que creemos que ciertos patrones dietéticos podrían proteger nuestras mentes. Estas dietas están todas asociadas con beneficios para la salud física y ahora nos encontramos con que podrían tener un efecto positivo en nuestra salud mental".
"El papel protector se atribuye a sus propiedades nutricionales, donde frutos secos, legumbres, frutas y verduras (fuentes de ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales) podrían reducir el riesgo de depresión", añade esta experta.
El estudio incluyó a 15.093 participantes sin depresión al inicio del estudio, ex alumnos de la Universidad de Navarra, profesionales registrados de algunas provincias españolas y titulados universitarios. Todos forman parte del Proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), un estudio de cohorte que comenzó el 21 de diciembre de 1999. La cohorte se ha utilizado para identificar los factores determinantes de la dieta y el estilo de vida de diversos trastornos, como la diabetes, la obesidad y la depresión.
Los cuestionarios para evaluar la ingesta alimentaria se completaron al comienzo del proyecto y otra vez después de 10 años. Un total de 1.550 participantes informaron de un diagnóstico clínico de depresión o de haber tomado fármacos antidepresivos después de una media de seguimiento de 8,5 años.
La 'Alternative Healthy Eating Index-2010' se asoció con la mayor reducción del riesgo de depresión, pero la mayor parte del efecto podría explicarse por su similitud con la dieta mediterránea. Por lo tanto, los nutrientes y alimentos comunes como ácidos grasos omega-3, verduras, frutas, legumbres, frutos secos y el consumo moderado de alcohol presentes en ambos patrones podría ser responsable de la reducción del riesgo observado en la depresión asociada con una buena adherencia a la 'Alternative Healthy Eating Index-2010'.
Almudena Sánchez-Villegas dice: "Puede que exista un umbral de efecto. La diferencia notable se produce cuando los participantes empiezan a seguir una dieta saludable. Incluso, una adherencia moderada a estos patrones alimentarios saludables se vinculó con una reducción importante en el riesgo de desarrollar depresión. Sin embargo, no vimos ningún beneficio adicional cuando los participantes mostraron una adherencia alta o muy alta a las dietas".
Así, una vez que se alcanza el umbral, el riesgo reducido se estabiliza, incluso si los participantes eran más estrictos con su dieta y comían más sanamente. Este patrón de dosis-respuesta es compatible con la hipótesis de que una ingesta subóptima de algunos nutrientes (principalmente ubicados en los bajos niveles de adherencia) puede representar un factor de riesgo para la depresión en el futuro.
Una limitación de este estudio es que los resultados se basan en la dieta que dijeron seguir los participantes y su auto-diagnóstico de depresión. Se necesita más investigación para predecir el papel de la ingesta de nutrientes para los requisitos neurofisiológicos e identificar si se trata de minerales y vitaminas o proteínas e hidratos de carbono que causan depresión.

viernes, 4 de marzo de 2016

Déficit de Vitamina D y predisposición a Esclerosis Múltiple

Hallazgos genéticos apoyan la evidencia observacional de que niveles más bajos de vitamina D se asocian con un mayor riesgo de esclerosis múltiple, según concluye un nuevo artículo de investigación que Brent Richards, de la McGill University, en Canadá, y sus colaboradores han publicado en "PLoS Medicine".
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune debilitante que afecta a los nervios en el cerebro y la médula espinal, para la cual no existe una cura conocida y que, por lo general, se presenta entre las edades de 20 y 40 años. Aunque cierta evidencia observacional sugiere que puede haber una relación entre los niveles de vitamina D más bajos y el riesgo de esclerosis múltiple, es difícil inferir una relación causal porque los individuos que desarrollan la patología incluidos en estos estudios podrían compartir otra característica desconocida para elevar el riesgo de esclerosis múltiple, conocido como factores de confusión.
Usando una técnica genética llamada aleatorización mendeliana para reducir la posibilidad de confusión, los autores examinaron si existía una asociación entre niveles de vitamina D reducidos genéticamente (medidos por el nivel de 25-hidroxivitamina D, el determinante clínico del estado de la vitamina D) y la susceptibilidad a esclerosis múltiple entre los participantes en el estudio 'International Multiple Sclerosis Genetics Consortium', con 14.498 personas con esclerosis múltiple y 24.091 controles sanos.
Los autores hallaron que una disminución genética en el nivel de vitamina D mediante una desviación estándar se asoció con un mayor riesgo dos veces mayor de esclerosis múltiple. Aunque el enfoque de la aleatorización mendeliana utilizado por los autores evita en gran medida la posibilidad de confusión o revertir la causalidad, la fiabilidad de estos hallazgos puede quedar limitada por algunas de las suposiciones hechas por los científicos durante su análisis.
Sin embargo, concluyen los investigadores, "los niveles bajos genéticamente de vitamina D están fuertemente asociados con el aumento de la susceptibilidad a la esclerosis múltiple". "Los ensayos controlados aleatorios en curso están evaluando actualmente la administración de suplementos de vitamina D para el tratamiento y la prevención de la esclerosis múltiple y, por lo tanto, pueden proporcionar información necesaria sobre el papel de los suplementos de vitamina D", concluyen.
La ingesta de pescado y el sol con moderación podrían contribuir a disminuir la predisposición a la esclerosis múltiple: hacen falta más estudios para comprobar esta asociación causal.

viernes, 26 de febrero de 2016

El resveratrol del vino y otros alimentos reduce la probabilidad de Alzheimer

Un ensayo clínico a nivel nacional que estudió altas dosis de resveratrol a largo plazo en las personas con enfermedad de Alzheimer de leve a moderada encontró que un biomarcador que disminuye cuando avanza la patología se estabilizó en las personas que tomaron la forma purificada de resveratrol. El resveratrol es un compuesto natural que se encuentra en alimentos como las uvas rojas, las frambuesas, el chocolate negro y algunos vinos tintos.
Los resultados, publicados en la revista "Neurology", "son muy interesantes", dice el investigador principal del estudio, R. Scott Turner, director del Programa de Trastornos de la Memoria en la Georgetown University, en Washington, Estados Unidos. Sin embargo, advierte que los resultados no se pueden utilizar para recomendar el resveratrol, ya que se trata de un único estudio pequeño, con resultados que requieren de mayor investigación para interpretarlos adecuadamente.
El ensayo clínico con resveratrol fue en fase II, controlado con placebo, aleatorizado y doble ciego en pacientes con demencia de leve a moderada por enfermedad de Alzheimer. El estudio incluyó a 119 participantes y la dosis más alta de resveratrol probada fue un gramo por vía oral dos veces al día, el equivalente a la cantidad que se encuentra en aproximadamente mil botellas de vino tinto.
Uno de los pacientes participantes en este ensayo, John Bozza, de 80 años, fue diagnosticado con deterioro cognitivo leve y sólo un año después, su estado avanzó a Alzheimer leve. Su esposa, Diana, cuya hermana gemela murió de la misma enfermedad, dice que hay varias razones por las que ella y John decidieron participar en el estudio con resveratrol y ahora saben que fue asignado a tomar el fármaco activo.
Los pacientes, como John, que fueron tratados con dosis crecientes de resveratrol durante 12 meses, mostraron poco o ningún cambio en los niveles de amiloide-beta40 (Abeta40) en la sangre y el líquido cefalorraquídeo. En contraste, los que tomaron un placebo registraron una disminución en los niveles de Abeta40 en comparación con sus niveles en el inicio del estudio.
"Se vio una disminución en Abeta40 a medida que la demencia empeora y la enfermedad de Alzheimer progresa; aún así, no se puede concluir de este estudio que los efectos del tratamiento de resveratrol son beneficiosos", explica Turner. "Parece que el resveratrol fue capaz de penetrar la barrera sanguínea del cerebro, lo que es una observación importante. El resveratrol se midió en la sangre y el líquido cefalorraquídeo", detalla.
Los investigadores estudiaron el resveratrol, ya que activa las proteínas llamadas sirtuinas, las mismas proteínas activadas por la restricción calórica. El mayor factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer es el envejecimiento y los estudios con animales han detectado que la mayoría de las enfermedades relacionadas con la edad --incluyendo el Alzheimer-- pueden prevenirse o retrasarse por la restricción calórica a largo plazo (consumir dos tercios de la ingesta calórica normal).
Turner dice el estudio también encontró que el resveratrol fue seguro y bien tolerado, siendo los efectos secundarios más comunes experimentados por los participantes gastrointestinales, como náuseas y diarrea. Además, los pacientes que tomaron resveratrol experimentaron pérdida de peso, mientras que los tratados con placebo aumentaron en peso.
Un resultado en particular fue de confusión, señala Turner. Los investigadores obtuvieron imágenes por resonancia magnética del cerebro de los participantes antes y después del estudio y vieron que los participantes tratados con resveratrol perdieron más volumen cerebral que en el grupo al que se le suministró un placebo.
"No estamos seguros de cómo interpretar este hallazgo. Una disminución similar en el volumen cerebral se detectó en algunos ensayos de inmunoterapia anti-amiloide", añade el investigador. Una hipótesis es que los tratamientos pueden reducir la inflamación (o hinchazón del cerebro) que se encuentra en la enfermedad de Alzheimer.
"Teniendo en cuenta la seguridad y las tendencias positivas hacia la eficacia en este estudio de fase 2, se justifica la realización de una fase 3 para probar si el resveratrol es eficaz para las personas con la enfermedad de Alzheimer o en riesgo de la enfermedad de Alzheimer", afirma este investigador.

El licopeno de los tomates reduce el riesgo de ictus

El licopeno presente en el tomate tiene propiedades vasodilatadoras que protegen de la hipertensión arterial, de la formación de coágulos y reduce la producción de colesterol.
El licopeno es un carotenoide con propiedades antioxidantes naturales, que se encuentra presente en el tomate, y que protege las células del estrés oxidativo producido por los radicales libres asociados al desarrollo de la mayor parte de enfermedades cardiovasculares, del cáncer, de la inmunidad, y del envejecimiento prematuro.
A estos beneficios se suma su poder para prevenir el riesgo de infarto cerebral o ictus, según ha demostrado un grupo de científicos de la University of Eastern Finland después de realizar un estudio prospectivo, cuyos resultados se publicaron en la revista "Neurology"', y de los que se ha hecho eco la Fundación Española del Corazón (FEC).
Aunque no se sabe exactamente qué componentes proporcionan esta protección, esta última investigación se señala al licopeno, que es un potente antioxidante que es diez veces más fuerte que la vitamina E. Concretamente, ha demostrado que el licopeno tiene propiedades vasodilatadoras que protegen de la hipertensión arterial, de la formación de coágulos, reduce la producción de colesterol y ciertamente protege del riesgo de ictus.
En estudio hizo un seguimiento de más de 12 años a un total de 1.031 hombres de entre 46 y 65 años. Después de ajustar los datos obtenidos según algunas variables (edad, año de examinación, presión arterial sistólica, tabaquismo, colesterol, etc.) los expertos observaron que el grupo de hombres que poseían altas concentraciones de licopeno (258 hombres) tenían un 59% menos de riesgo de sufrir un ictus isquémico y un 55% menos de riesgo de sufrir cualquier tipo de accidente cerebrovascular, incluidos los hemorrágicos, en comparación de los individuos que se encontraban en el cuartil más bajo de licopeno en sangre (un total de 259 hombres).
Los investigadores también observaron que no hubo ninguna asociación entre la presencia de otros antioxidantes analizados, tales como el alfa-caroteno, el beta-caroteno, el alfa-tocoferol o el retinol, y el riesgo de ictus. De los individuos estudiados, 67 (el 6%) sufrieron un accidente cerebrovascular a lo largo del seguimiento, que en la mitad de los casos (50%) fue de índole isquémico.
En la misma línea, una reciente investigación llevada a cabo por científicos de la University of Cambridge y publicada en la revista "PLoS ONE' confirmaba que la toma de 7 miligramos de licopeno al día mejora la función endotelial en pacientes con enfermedad cardiovascular.
Según este último estudio, en pacientes sanos los resultados no son concluyentes, sin embargo, en aquellos pacientes que tienen enfermedad coronaria y ya alterada la función endotelial, se observó una mejora del 53% en la vasodilatación dependiente del endotelio, con lo que se demuestra su beneficio adicional en la prevención secundaria.
Es imposible pensar en la dieta mediterránea sin pensar en el tomate, como recuerdan desde la FEC, este alimento es indispensable gracias a su versatilidad que le hace estar presente en una amplia variedad de platos de nuestra gastronomía (gazpacho, ensaladas, mermeladas, salsas, etc.).
Llevar una buena alimentación es una de las mejores formas de proteger nuestra salud. Para ello desde la FEC se recomienda, en línea con las guías de dietética y nutrición, consumir cinco piezas de fruta y verdura al día y que, dentro de éstas, se consuman entre 3 y 7 miligramos de licopeno al día, lo que equivaldría a siete comidas semanales ricas en productos derivados del tomate.
Aun así, no solo encontramos licopeno en el tomate, sino que también está presente en otras frutas y verduras rojas como el pimiento rojo, las fresas, la sandía, las cerezas, los arándanos o la papaya.

martes, 16 de febrero de 2016

Consumir más pescado mejora el ánimo y reduce el riesgo de depresión

Un análisis agrupado para Europa, presentado en el «Journal of Epidemiology&Community Health», demuestra que comer mucho pescado puede reducir el riesgo de depresión. Varios estudios ya habían indicado que los factores alimentarios pueden influir sobre el riesgo de depresión. Sin embargo, los hallazgos anteriores no habían sido uniformes.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Qingdao (China) agrupó los datos de 26 estudios relevantes (con un total de 150 278 participantes) publicados entre 2001 y 2014. Analizaron la validez de la asociación entre el consumo de pescado y el riesgo de depresión. Diez fueron estudios de cohortes y el resto fueron estudios transversales. En diez de ellos participaron personas de Europa, en siete, de América del Norte y, en el resto, de Asia, Oceanía y América del Sur. El análisis mostró que las personas que comían más pescado presentaban un 17 % menos de riesgo de depresión que las personas que comían menos cantidad. Esto se halló tanto en los estudios de cohortes como en los transversales, pero únicamente para los europeos. Había una relación más sólida entre el consumo de pescado elevado y la mitigación del riesgo en los hombres (20 %) en comparación con las mujeres (16 %). Los autores del estudio explican que, puesto que se trataba de un estudio observacional, no puede llegarse a ninguna conclusión en relación con las causas y los efectos. Sin embargo, pueden existir causas biológicas plausibles para esta asociación. Los investigadores suponen que el contenido de ácidos grasos Ω 3 del pescado cambia la microestructura de las membranas cerebrales y modifica la actividad de los neurotransmisores dopamina y serotonina. Además, los autores del estudio afirman que la alta calidad de las proteínas, vitaminas y minerales que se encuentran en el pescado pueden contribuir a mantener alejada la depresión.

Tópico a desmontar: el colesterol dietético aumenta el colesterol en sangre

Hace años, se afirmaba la relación entre el consumo de alimentos altos en colesterol y el medido en sangre, alertando sobre sus efectos card...