Científicos españoles analizan el rol de las grasas en la depresión
Mejor frutos secos que pasteles. No sólo por cuestiones cardiovasculares, sino por salud mental. El consumo de grasas saturadas y trans, presentes sobre todo en los productos industrializados y la comida rápida, incrementa el riesgo de sufrir depresión. "En comparación con las personas que no las ingieren, sus probabilidades se incrementan en un 42%", revela un estudio publicado en la revista científica 'PloS One'.
"Nuestro objetivo era analizar el rol de las distintas grasas en el desarrollo de la depresión. Apenas hay literatura científica al respecto", expone a ELMUNDO.es Miguel Ángel Martínez-González, director de la investigación, realizada por las universidades de Navarra y Las Palmas de Gran Canaria. Al contrario que las trans, añade, "descubrimos que el aceite de oliva y las grasas poliinsaturadas (abundantes en el pescado)protegen contra las enfermedades mentales y están asociadas con un menor riesgo de depresión".
Estos resultados podrían explicar por qué hay mayor incidencia de depresión en el norte que en el sur de Europa. Según el Martínez-González, también catedrático de Salud de Medicina Preventiva en la Universidad de Navarra, "en países como España y Grecia, consumimos más legumbres y, lo que es más decisivo, usamos mucho el aceite de oliva. En Holanda, Noruega, Dinamarca, etc., se consumen más lácteos (grasas saturadas) y bollería industrial".
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2 comentarios:
Hola; Esto podría explicar por que la alta tasa de suicidios en el sureste de México; tenemos un consumo excesivo de grasas en los alimentos; un saludo
Es interesante. Debe estar asociado con la cantidad de colesterol malo en la dieta.
Una más de las desventajas de tener una alimentación rica en grasas saturadas.
Gracias por compartir la información
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