domingo, 29 de noviembre de 2020

Los ultraprocesados pueden aumentar las vías del dolor


Según un estudio publicado por un equipo investigador español de la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona, España), y publicado en la revista Nutrients, una alimentación rica en grasas y azúcares de alimentos ultraprocesados, puede aumentar las vías del dolor. Los experimentos se hicieron en ratones: un grupo se alimentó con una dieta típica de cafetería, alta en azúcares añadidos, como bollería, y otro hizo lo propio con una dieta comercial alta en grasas, los dos durante un periodo de seis semanas. Se calcularon los adipocitos intramusculares, es decir, la acumulación de grasa, y la neurotransmisión neuromuscular, que es la respuesta de los nervios musculares que se evalúa por el procedimiento de la electromiografía.

Comer así tan sólo durante un periodo de seis semanas provoca un incremento de moléculas inflamatorias en el organismo, que hacen aumentar la excitabilidad de los nervios musculares, lo que se denomina neurotransmisión musculoesquelética. Algunas de las sustancias descritas en el entorno de los puntos desencadenantes miofasciales (MTR) son las mismas que se encuentran en el músculo esquelético de las personas obesas, como las citoquinas. Al abandonar las dietas, los ratones recuperan su peso rápidamente, pero la neurotransmisión neuromuscular espontánea permanece elevada. Así, parece que su efecto podría ser duradero.

En resumen, el suministro de una dieta hipercalórica durante seis semanas en ratones aumenta la neurotransmisión espontánea, facilitando así el desarrollo de las vías del dolor, al incrementar los neurotransmisores relacionados con éste.

viernes, 11 de septiembre de 2020

No todos los virus son "malos"...

Una noticia recientemente publicada (El Mundo 11/09/2020 -SALUD - Vacunas anticovid: el triple desafío de los adenovirus https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2020/09/10/5f5a30c221efa091478b45b4.html) cita que la mayor parte de vacunas, que actualmente se están desarrollando por los distintos grupos de investigación, está basada en -virus vectores-, fundamentalmente adenovirus. Es decir, virus o sus partículas modificados y controlados genéticamente para tratar de combatir al pernicioso coronavirus.

 
Actualmente, dado el estallido de pandemia mundial por el SARS-Cov-2, se ha desarrollado una "virofobia", comprensible pero injustificada. La mayor parte de los virus que nos rodean y habitan en nuestro ecosistema diario son beneficiosos, incluso vitales para el desarrollo y mantenimiento de las distintas especies de fauna y flora, incluido el homo sapiens. La mayor parte de material genético en un cuerpo humano no es propio, sino que está compuesto por millones y millones de microorganismos, que interaccionan entre sí, y con el propio organismo que los alberga (sobre todo a nivel intestinal).

En la página de Ciencia.es (cienciaes.com), en la que se exponen muchos podcasts interesantes desde el punto de vista científico, se entrevistó a Pilar García Suárez, Investigadora del Grupo Fermentos Lácticos y Bioconservación (DairySafe) del Instituto de Productos Lácteos de Asturias y autora, junto a Lucía Fernández, Diana Gutiérrez y Ana Rodríguez del libro titulado Los Bacteriófagos - los virus que combaten las infecciones. Recomiendo escucharlo, adjunto el enlace: https://www.ivoox.com/virus-buenos-contra-infecciones-hablamos-pilar-audios-mp3_rf_54386709_1.html. Dicha investigadora habla sobre virus bacteriófagos, que controlan y eliminan distintas bacterias, no deseables para la salud humana o los distintos procesos industriales (e.g. fermentación de la leche, para la realización de sus derivados). Escúchala: ¡te sorprenderá la ingente cantidad de virus que pueblan nuestro planeta!

sábado, 1 de agosto de 2020

El ejercicio intenso disminuye el riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares en mujeres

Las mujeres capaces de practicar ejercicio intenso tienen significativamente menor riesgo de morir por enfermedad cardiaca, cáncer y otras causas, según una investigación liderada por el cardiólogo Jesús Peteiro del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, siendo publicado hace unos meses en el último congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (https://www.eurekalert.org/pub_releases/2019-12/esoc-wea120219.php)
En el trabajo se ha examinado la capacidad de ejercicio y la función cardiaca durante el ejercicio y sus asociaciones con la supervivencia en 4.714 mujeres adultas que se sometieron a un ecocardiograma de ejercicio en cinta rodante para evaluación de enfermedad coronaria conocida o sospechada. "Las participantes caminaban o corrían en la cinta rodante, con incrementos graduales de intensidad, y continuaban hasta el agotamiento, obteniendo imágenes del corazón durante el esfuerzo", ha explicado el investigador. El estudio definió la buena forma física como una máxima carga de trabajo de 10 equivalentes metabólicos (MET), que es similar a subir rápido 4 pisos de escaleras o muy rápido 3 pisos, sin parar. Las mujeres que alcanzaban 10 MET o más (buena capacidad de ejercicio) se compararon con las que alcanzaban menos de 10 MET.

Durante un seguimiento medio de 4,6 años se registraron 345 muertes cardiovasculares, 164 debidas a cáncer, y 203 por otras causas. Después de ajustar por factores que podrían influir en la asociación, los MET se encontraron significativamente asociados a un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, cáncer y otras causas.

En este sentido, las muertes anualizadas por causa cardiaca fueron casi cuatro veces mayores en mujeres con pobre capacidad de ejercicio (2,2%) en comparación con buena capacidad de ejercicio (0,6%). Además, las muertes anualizadas por cáncer fueron dobles en mujeres con pobre (0,9%) en comparación con buena capacidad de ejercicio (0,4%); y los fallecimientos por otras causas fueron más de cuatro veces mayores en mujeres con pobre capacidad funcional (1,4%), comparadas con las que tenían buena capacidad de ejercicio (0,3%). La edad media de las mujeres participantes en el estudio era de 64 años y el 80% tenían entre 50 y 75. Los resultados fueron similares para mujeres por encima de 60 y de menos de 60, aunque el grupo de menores de 50 era escaso. Además, comprobaron que las pacientes con pobre función cardiaca durante el ejercicio tuvieron una probabilidad mayor de muerte cardiovascular durante el seguimiento, si bien la función cardiaca durante el ejercicio no predijo la probabilidad de muerte por cáncer u otras causas.

domingo, 7 de junio de 2020

Vitaminas y otros factores nutricionales que ayudan a modular el sistema inmune

No sólo la vitamina D es importante, como indicaba en otro post del blog (https://efecorpore.blogspot.com/2020/03/relacion-de-la-vitamina-d-y-sistema.html), para mejorar el sistema inmune. También otras vitaminas y cofactores se comportan como auténticos moduladores de nuestra respuesta inmunitaria ante agresiones externas por múltiples microorganismos, incluidos los coronavirus.
En un artículo recientemente publicado en la prestigiosa revista Nutrients (https://doi.org/10.3390/nu12061562), los autores destacan que una respuesta inmune óptima depende de una dieta y nutrición adecuadas para mantener a raya la infección por COVID-19 (SARS-COV-2). El estado bajo de micronutrientes, como la vitamina A o el zinc, se ha asociado con un mayor riesgo de infección. Con frecuencia, el mal estado de los niveles de nutrientes en nuestro organismo está asociado con inflamación y estrés oxidativo, que a su vez puede afectar el sistema inmunológico. Los componentes dietéticos con una capacidad antiinflamatoria y antioxidante especialmente alta incluyen vitamina C, vitamina E y fitoquímicos como los carotenoides y los polifenoles. Varios de estos pueden interactuar con factores de transcripción como NF-kB y Nrf-2, relacionados con efectos antinflamatorios y antioxidantes.
También se ha demostrado que la fibra dietética, fermentada por la microbiota intestinal en ácidos grasos de cadena corta, produce efectos antinflamatorios. En esta revisión, se destaca la importancia de un estado óptimo de nutrientes relevantes para reducir de forma efectiva la inflamación y el estrés oxidativo, fortaleciendo así el sistema inmune durante la crisis pandémica actual.
Acceso gratuito al artículo COMPLETO: https://www.mdpi.com/2072-6643/12/6/1562/pdf

viernes, 22 de mayo de 2020

Recomendaciones de salud mental en pandemias

La actual pandemia por COVID-19 genera en la población general múltiples reacciones de carácter emocional, y trastornos psicológicos de todo tipo: incertidumbre, estrés, ira, frustración, que en ocasiones se transforman en auténticos cuadros de ansiedad, trastornos del sueño, angustia, estrés postraumático, depresión, etc. En algunos casos pueden requerir apoyo por parte de especialistas de la salud mental, como psicólogos y/o psiquiatras.

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU, publicaron una serie de recomendaciones psicosociales y de salud mental: 

Recomendaciones de salud mental durante pandemias y desastres a gran escala 

Acciones del gobierno:
- Fomentar la participación de equipos multidisciplinarios de salud mental a nivel nacional, estatal y municipal.- Proporcionar canales oficiales de información actualizada al público.
- Capacitación en protocolos de manejo del estrés, trauma, depresión y conductas de riesgo.- Proporcionar canales de servicio alternativos (aplicaciones, sitios web, teléfono);
- Estandarizar los medicamentos psicotrópicos y ponerlos a disposición.- Supervisar y refutar noticias falsas
- Garantizar recursos e infraestructura adecuados para los servicios de salud mental.- Fomentar continuamente la investigación científica.
- Asegurar que la atención clínica y de salud mental sea accesible para la población.- Considerar y respetar los factores culturales en la implementación de las políticas públicas.
- Desarrollar materiales psicoeducativos que sean fácilmente accesibles para la población.- Recopilar datos epidemiológicos que puedan apoyar futuras políticas de prevención y atención de la salud mental.
Recomendaciones individuales:
- Cuídate a ti mismo y a los demás, mantente en contacto con amigos y familiares y encuentra tiempo para actividades de ocio- Limite la exposición a noticias relacionadas con la pandemia, ya que demasiada información puede desencadenar trastornos de ansiedad.
- Siga las recomendaciones de la OMS y las agencias gubernamentales de salud- Informar a alguien cuando experimente síntomas de tristeza o ansiedad.
- Presta atención a tus propias necesidades, sentimientos y pensamientos.- Asistir, tanto como sea posible, a las personas en los grupos de riesgo.
- Limite el contacto físico con otras personas mientras evita la distancia emocional- Compartir información e instrucciones para la prevención de la contaminación.
- Controlar los estados mentales disfóricos, como la irritabilidad y la agresión.- Comprender que el estrés y el miedo son normales en situaciones desconocidas
- Desarrollar un sentimiento de pertenencia al proceso de atención colectiva.- Evite confundir la soledad del confinamiento preventivo con el abandono, el rechazo o la impotencia.
- Considere el impacto colectivo de sus acciones.- Establezca una red de soporte (incluso si es virtual)
- Considerar el impacto de las acciones sociales para detener o desacelerar la enfermedad.- No discrimine ni culpe a grupos o individuos por el proceso de contaminación
- No difunda información de fuentes no oficiales.- Mantener patrones adecuados de sueño, nutrición y ejercicio.
- Practica la meditación (mindfulness)
- Mantener el uso normal de medicamentos recetados.- Usar técnicas positivas de psiquiatría / psicología
Cuidado de grupos especiales:
Niños: Mantener actividades familiares y de ocio (juegos). Explicar el fenómeno en un lenguaje claro y accesible; trate de mantener la rutina (en la medida de lo posible), esté disponible para responder cualquier pregunta y comprenda que en esos momentos los niños pueden ser más irritables, sensibles, exigentes de atención y regresivos (por ejemplo, mojar la cama). Es importante no culparlos por estos comportamientos: utilice un enfoque amable y tranquilizador. Enséñeles a expresar sentimientos perturbadores, como el miedo, de manera positiva. Controle la cantidad de información a la que están expuestos para que no se asusten aún más. En caso de cuarentena, sea creativo e invente juegos (especialmente que impliquen actividad física) para evitar el tedio.Poblaciones en riesgo que requieren cuarentena (inmunodeprimidos, adultos mayores, etc.) y pacientes psiquiátricos: ayudan a proteger a estas poblaciones del contacto con el patógeno, especialmente los más vulnerables; prestarles especial atención a través de llamadas telefónicas / video y redes sociales. Estar disponible para ayudar con las tareas que deben llevarse a cabo en lugares de riesgo (por ejemplo, comprar en el supermercado). Mantenga una mayor vigilancia con respecto a los síntomas y garantice todas las comodidades posibles cuando estén aislados. Ayúdelos a cumplir con los regímenes de medicamentos clínicos y psiquiátricos y brinde apoyo emocional.
Hospitales y centros de referencia de atención médica:
- Establecer un plan de contingencia y estrategias para tratar los síntomas psiquiátricos más graves.
- Establecer una relación de transparencia y confianza con los empleados que priorice la equidad y el bienestar.
- Garantizar una formación adecuada para los equipos y proporcionar apoyo o supervisión, que se puede realizar en entornos grupales.
- Brindar asistencia clínica y psicológica de calidad a los equipos expuestos a situaciones de riesgo.
- Mantener una postura empática y flexible frente a los miedos, el estrés y los cambios en la rutina común a tales situaciones.
- Garantizar la atención de salud mental para los miembros de la familia de las personas que puedan verse afectadas por el patógeno.
- Informe a todos que sentimientos como el miedo, la ansiedad y la tristeza son normales en momentos como este y guíe a aquellos que buscan ayuda cuando sea necesario
- Garantizar un clima saludable de comunicación y colaboración entre profesionales y equipos, además de proporcionar una intervención experta en los problemas interpersonales que puedan surgir.
- Valorar constantemente el trabajo de aquellos que se exponen al riesgo por el bien social.

jueves, 7 de mayo de 2020

La fisiopatología del coronavirus en versión película

Sería relativamente fácil comparar la pandemia actual con obras del séptimo arte, de corte catastrofista, como Contagio (Steven Soderbergh, 2011), Guerra Mundial Z (Marc Forster, 2013), o Soy Leyenda (Francis Lawrence, 2007). Con pequeñas variaciones, en estas películas la humanidad es afectada por un masivo contagio de un virus desconocido, altamente virulento, letal. Pero es más interesante buscar similitudes y paralelismos en otras producciones cinematográficas, que nada tienen que ver con epidemias virales apocalípticas.
En el largometraje Troya (Wolfgang Petersen, 2004) los griegos, escondidos dentro de un caballo trampa, salen de él a media noche y abren las puertas de la ciudad, permitiendo así que todos los guerreros entren e inicien el saqueo de la urbe. El virus SARS-CoV-2 (que está generando la actual pandemia COVID-19), como muchos otros virus, se comporta como un auténtico caballo de Troya en muchos sentidos: necesita un organismo reservorio (animal/ humano) para saltar a otro huésped. La transmisión del murciélago chino a humanos pudo ser a través de secreciones respiratorias y/o material procedente del aparato digestivo del animal. La vía de transmisión entre humanos es a través de las secreciones de personas infectadas, principalmente por contacto directo con gotas respiratorias de más de 5 micras (capaces de transmitirse a distancias de hasta 2 metros), y las manos o los objetos contaminados con estas secreciones, seguido del contacto con la mucosa de la boca, nariz u ojos.
Otro punto de la cadena de contagio en el que el virus se comporta como auténtico caballo de Troya es en el momento de entrar en las células humanas, uniéndose a un determinado receptor (ACE-2) de su superficie, engañándolo para penetrar en su interior. El genoma del virus codifica 4 proteínas estructurales: una de ellas, la proteína S, es la que le confiere la actividad de fusión de la membrana viral con la celular: de esta manera permite liberar el genoma viral en el interior de la célula que va a infectar.
La película Sunshine (Danny Boyle, 2007) muestra como el Sol se está extinguiendo de forma acelerada: la tripulación del Icarus II trata de acercarse, pero la intensa radiación y el calor puede acabar con ellos. También el coronavirus es muy sensible al calor. Se obtiene una reducción de 1000 veces en la cantidad del virus en la muestra analizada tras incubarlo: 7 días (a 22ºC), 1 día (a 37ºC), 10 minutos (a 56ºC), y un minuto (70ºC). El calor no le va bien; por eso se especula con la posibilidad que la llegada de las altas temperaturas del verano ayude a controlar la epidemia. Pero qué pasará en otoño?
En la saga Alien (la primera fue dirigida por Ridley Scott, 1979) existe una historia común: una terrible criatura en estado latente, que despierta para amenazar a los pasajeros de la nave espacial Nostromo. El periodo de incubación medio del coronavirus es de 5-6 días, con un rango de 1 a 14 días; el 97,5% de los casos sintomáticos se desarrollan en los 11,5 días tras la exposición. Actualmente se considera que la transmisión de la infección comienza 1-2 días antes del inicio de síntomas. Además, lo peor, desconocemos el porcentaje de personas contagiadas (y contagiantes) que son asintomáticos, las más difíciles de "controlar" desde el punto de vista epidemiológico. El coronavirus se comporta como un "alien", que siempre ha estado dormido en la naturaleza, y que en algún momento despierta para amenazar a la especie humana.
La oscarizada película surcoreana Parásitos (Bong Joon-ho, 2019) bien podría representar el comportamiento de cualquier virus, y otros microorganismos. Una familia de estrato socioeconómico bajo pretende prosperar a costa de una familia rica, a la que terminan destruyendo de forma dramática. La célula humana infectada lee el código genético (ARN) del virus que ha penetrado en su interior, y empieza a producir proteínas que mantienen al sistema inmunitario al margen, y ayudan a crear nuevas copias del virus. Conforme avanza la infección, la propia maquinaria celular comienza a producir nuevos ARN virales y otras proteínas, que formarán más copias del SARS-CoV-2. Por fin, las nuevas copias del virus se ensamblan, y se transportan a los límites exteriores de la célula. Cada célula infectada puede liberar millones de copias del virus antes de que la dicha célula finalmente colapse y muera. 
¿Pero qué es lo que realmente daña y destruye al organismo en su conjunto, produciendo daños severos en diferentes tejidos del organismo? ¿Por qué el sistema inmunitario se vuelve "loco" atacando a las propias células amigas de diferentes órganos vitales (sobre todo pulmón y corazón)? Existe una producción llamada Fahrenheit 451 (François Truffaut, 1966) en la que de forma distópica detalla una sociedad atacada por los que supuestamente deben ayudarla: gobernantes y bomberos se ocupan de quemar libros, y detener a todos aquellos que los esconden, para controlar al pueblo. La infección por SARS-CoV-2 activa el sistema inmune innato generando una respuesta excesiva relacionada con una mayor lesión pulmonar y peor evolución clínica. Cuando la repuesta inmune no es capaz de controlar eficazmente el virus, como en personas mayores con un sistema inmune debilitado, el virus se propagaría de forma más eficaz produciendo daño tisular pulmonar, lo que activaría a diversas células defensivas (macrófagos, neutrófilos, mastocitos), conduciendo a la liberación masiva de citoquinas proinflamatorias. Es decir, que literalmente nuestros soldados y bomberos, responsables de la defensa del organismo en situación de agresión por microorganismos externos, se vuelven locos produciendo una intensa inflamación generalizada, que es la que suele acabar con la vida del individuo. La hiperactivación inmune o síndrome de liberación de citoquinas en personas graves suele desencadenar una insuficiencia respiratoria aguda (Síndrome de Distrés Respiratorio del Adulto), describiéndose como la principal causa de mortalidad por COVID-19. Los pulmones no pueden oxigenar la sangre, la bomba cardíaca entra en insuficiencia, microtrombosis en los vasos sanguíneos, los riñones comienzan a fallar... y sobreviene la defunción de la persona!

martes, 21 de abril de 2020

Ejercicio y sistema inmune, con especial atención a infección por COVID-19

El ejercicio físico tiene numerosos efectos en el cuerpo humano, incluido el sistema inmunitario. Así, la práctica de un ejercicio moderado tiene un efecto beneficioso sobre la función inmune, que entre sus múltiples efectos beneficiosos está el proteger contra las infecciones del tracto respiratorio. Los estudios citados a continuación explican la relación entre el ejercicio y la respuesta de nuestro sistema defensivo ante la agresión de microorganismos patógenos.

• Chen P, Mao L, Nassis GP, Harmer P, Ainsworth BE, Li F. Coronavirus disease (COVID-19): The need to maintain regular physical activity while taking precautions. J Sport Health Sci 2020 mar;9(2):103-104.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7031771/
El presente estudio de expertos chinos y americanos, publicado recientemente on line, aporta las siguientes recomendaciones en relación a ejercicio e infección COVID-19. Si bien contener el virus lo más rápido posible es la prioridad urgente de salud pública, ha habido pocas pautas de salud pública para el público sobre lo que las personas pueden o deben hacer en términos de mantener sus rutinas diarias de ejercicio o actividad física. Podría decirse que quedarse en casa, aunque sea una medida segura, puede tener consecuencias negativas no deseadas, ya que tales esfuerzos para evitar la transmisión del virus de persona a persona pueden conducir a una menor actividad física.
Es probable que la estancia prolongada en el hogar pueda conducir a un aumento de las conductas sedentarias, como pasar demasiado tiempo sentado, recostado o acostado para realizar actividades de detección (juegos, mirar televisión, usar dispositivos móviles); reducción de la actividad física regular (por lo tanto, menor gasto de energía). Por lo tanto, existe una sólida razón de salud para continuar la actividad física en el hogar para mantenerse saludable y mantener la función del sistema inmunitario en el entorno precario actual.
Hacer ejercicio en casa usando varios ejercicios seguros, simples y de fácil desarrollo es muy adecuado para evitar el coronavirus y mantener los niveles de capacidad física. Dichas formas de ejercicio pueden incluir, entre otros, ejercicios de fortalecimiento, actividades de equilibrio y control, ejercicios de estiramiento o una combinación de estos. Los ejemplos de ejercicios en el hogar incluyen caminar, levantar y cargar pesos, alternar flexoextensiones de piernas (sentadillas), subir escaleras, ponerse de pie y sentarse, usando una silla y desde el suelo, abdominales (planchas) y otra actividades físicas simples, o de carga de objetos. . Además, Tai Ji Quan tradicional, ejercicios de Qigong y yoga. Dichos ejercicios no requieren demasiado equipo y espacio, y se pueden practicar en cualquier momento. El uso de vídeos de eSalud y ejercicio, que se enfoca en alentar y realizar actividad física a través de Internet, tecnologías móviles y televisión, son otras vías viables para mantener la función física y la salud mental durante este período crítico.
Las medidas oficiales que restringen los movimientos de las personas en presencia de la crisis del coronavirus no necesariamente significan que la actividad física debe ser limitada o que todas las formas de ejercicio deben eliminarse por completo. Se ha demostrado que el ejercicio tiene claros beneficios para la salud de individuos sanos y para pacientes con diversas enfermedades. Algunas actividades son mejores que ninguna, y más es mejor que menos. El objetivo debe ser realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada todos los días y / o al menos 20 minutos de actividad física vigorosa cada dos días. Idealmente, es preferible una combinación de ambas intensidades de actividades físicas además de practicar actividades de fortalecimiento de forma regular. Los niños, los ancianos y aquellos que han experimentado previamente síntomas de enfermedad o son susceptibles a enfermedades cardiovasculares o pulmonares crónicas deben buscar el consejo de los proveedores de atención médica sobre cuándo es seguro hacer ejercicio.
Las estancias prolongadas en el hogar pueden aumentar los comportamientos que conducen a la inactividad y contribuyen a la ansiedad y la depresión, lo que a su vez puede conducir a un estilo de vida sedentario que se conoce como resultado de una variedad de condiciones de salud crónicas. Mantener una actividad física regular y hacer ejercicio de manera rutinaria en un ambiente hogareño seguro es una estrategia importante para una vida saludable durante la crisis del coronavirus.

Otros estudios que ahondan en la relación del ejercicio físico y la función inmune:

• Walsh NP, Gleeson M, Shephard RJ, Gleeson M, Woods JA, Bishop NC et al. Position statement. Part one: Immune function and exercise. Exerc Immunol Rev 2011;17:6-63.
http://eir-isei.de/2011/eir-2011-006-article.pdf

• Pedersen BK, Hoffman‐Goetz L. Exercise and the immune system: regulation, integration, and adaptation. Physiol Rev 2000;80:1055-1081.
https://doi.org/10.1152/physrev.2000.80.3.1055

domingo, 5 de abril de 2020

Impacto del estrés en el sistema inmune de personas mayores

El estrés psicológico puede regular negativamente la respuesta inmune celular. La comunicación entre los sistemas nervioso central, endocrino e inmunitario se produce a través de una red compleja de señales bidireccionales. Sustancias producidas por nuestro cuerpo en situaciones de estrés  (corticoides endógenos como cortisol, catecolaminas como nor/adrenalina), o emocionales (serotonina, dopamina, oxitocina, etc) ven sus niveles alterados durante la etapa de senectud. El estrés interrumpe la homeostasis de esta red, lo que a su vez altera la función inmune en personas de avanzada edad. Además, las personas mayores no son iguales en su respuesta a estrés principalmente debido a la reserva inmune (concepto inmunosenescencia), que puede ser diferente de un individuo a otro.

Fali T, Vallet H, Delphine S. Impact of stress on aged immune system compartments: Overview from
Experimental Gerontology 2018, 105:19-26.
https://doi.org/10.1016/j.exger.2018.02.007
Acceso al artículo completohttps://xurl.es/agg8u

Resumen
La esperanza de vida aumenta continuamente debido al importante progreso en la prevención, demora o curación de diversas patologías que normalmente se encuentran en la vejez. Sin embargo, aún se requieren avances tanto científicos como médicos para comprender la causa subyacente de las diferentes comorbilidades que ocurren con la senectud. En distintos estudios se ha comprobado que el envejecimiento deteriora profundamente el sistema inmune. Se caracteriza por muchos cambios en la hematopoyesis (formación de sangre: producción de distintas estirpes de leucocitos), sistemas adaptativos e innatos, asociados con el entorno proinflamatorio. Los eventos estresantes (agudos o crónicos) pueden afectar el sistema inmunitario a través de la secreción de hormonas y neurotransmisores, alterados con el envejecimiento. Las evidencias florecientes del campo de la psiconeuroinmunología sugieren que las personas mayores no responden bien inmunitariamente ante los factores estresantes.
El objetivo de esta revisión es proporcionar una visión general de la literatura (desde las observaciones básicas hasta las clínicas) para establecer un paralelismo entre la desregulación inmune causada por el estrés y la del envejecimiento. Comprender este enredo podría permitirnos enfocarnos en vías fundamentales relacionadas con la edad y, por lo tanto, abrir nuevas vías para mejorar la esperanza de vida y la salud.
El envejecimiento y los eventos estresantes dañan el sistema inmunitario. El estrés induce un alto nivel de mediadores pro y antiinflamatorios necesarios para defender al huésped mientras se mantiene el equilibrio inmunológico. Así, el sistema inmunitario se ve afectado por este estrés, que participa en la mala evolución de las infecciones en los pacientes de edad avanzada. El mecanismo es bidireccional: las citocinas producidas por las células inmunes, como la IL-1, pueden modular la producción de la hormona liberadora de corticotropina (CRH) por el hipotálamo, que a su vez regula y controla la producción de cortisol. Algunas intervenciones conductuales, como la relajación o el Tai Chi, pueden atenuar la desregulación inmune inducida por el estrés. Además, otras intervenciones de tipo nutricional podrían actuar como prometedores agentes antiinflamatorios, para mejorar la inmunidad en situaciones de estrés.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Relación de la vitamina D y sistema inmune

Anteriormente he tratado en el blog los beneficios en general de la vitamina D (https://efecorpore.blogspot.com/search?q=vitamina+D).
Los siguientes 3 artículos, traducidos a español, ahondan en las relaciones entre niveles de vitamina D y el mantenimiento de un sistema inmune equilibrado. Apuntan dichos estudios a los efectos inmunorreguladores de dicha vitamina, mejorando la respuesta antivírica y antibacteriana del organismo, a través de ciertos péptidos antimicrobianos endógenos, como la catelicidina. Además, la respuesta inmune exacerbada, y potencialmente peligrosa, por parte de nuestro organismo ante estímulos microbianos, mediada por ciertas células del sistema inmune (como macrófagos y linfocitos T) parece ser menor en personas con niveles óptimos de vitamina D.
Todo ello puede ser la explicación de por qué ciertas infecciones virales, como la gripe, son más prevalentes en los meses del año en los que solemos tener más baja la vitamina D: invierno y principio de primavera. Y probablemente podría inducirse que las personas con niveles vitamínicos D óptimos pueden presentar infecciones evolutivamente menos agresivas. En cualquier caso, concluyen apuntando a que se necesitan más estudios para corroborarlo.

1.- Teymoori-Rad M , Shokri F , Salimi V, Marashi SM. La interacción entre la vitamina D y las infecciones virales. Rev Med Virol. 2019 Mar;29(2).
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30614127
El papel pleiotrópico (multifuncional) de la vitamina D se ha examinado en las últimas décadas y se ha comprobado que existe evidencia convincente de una asociación epidemiológica entre el pobre estado de la vitamina D y una variedad de enfermedades. Si bien recientemente se ha descrito el posible efecto antivírico de la vitamina D, los mecanismos subyacentes en su posible contribución al desarrollo de la enfermedad viral siguen siendo poco conocidos. Las posibles interacciones entre las infecciones virales y la vitamina D parecen ser más complejas de lo que se pensaba anteriormente. Hallazgos recientes indican una interacción entre las infecciones virales y la vitamina D. Dicha vitamina, una auténtica prohormona puede inducir un estado antivírico, características inmunorreguladoras funcionales, interacción con factores celulares y virales, inducción de autofagia y apoptosis y alteraciones epi/genéticas. Si bien la interferencia entre la vitamina D y las vías de señalización intracelular puede proporcionar un efecto modulador esencial en la transcripción del gen viral, el efecto inmunomodulador de la vitamina D en las infecciones virales parece ser transitorio. La interacción entre las infecciones virales y la vitamina D sigue siendo un concepto intrigante, habiéndose convertido en un área de creciente interés.

2.- Kamen DL, Tangpricha V. Vitamina D y acciones moleculares sobre el sistema inmune: modulación del sistema inmune innato y la autoinmunidad. J Mol Med (Berl).2010 mayo;88 (5):441–450.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2861286/
La importancia de la vitamina D en la regulación de las células del sistema inmune ha generado una gran expectación en la última década con el descubrimiento del receptor de la vitamina D (VDR) y las enzimas metabolizadoras de la vitamina D, siendo ambas expresadas en las células del sistema inmune. Los estudios en animales, los primeros estudios epidemiológicos y clínicos han respaldado un papel potencial de la vitamina D en el mantenimiento del equilibrio del sistema inmunitario. La forma activa de la vitamina D regula los péptidos antimicrobianos (AMP), como la catelicidina, para mejorar la eliminación de microorganismos en varios sitios de barrera (piel y mucosas) y en las células del sistema inmune. La vitamina D modula el sistema inmunitario adaptativo mediante efectos directos sobre la activación de las células T y sobre el fenotipo y la función de las células presentadoras de antígeno.
La catelicidina tiene una amplia actividad antimicrobiana contra las bacterias gram positivas y negativas, así como también contra ciertos virus y hongos. El mecanismo de destrucción de la catelicidina implica la lisis bacteriana a través de la desestabilización de la membrana. Los seres humanos con producción deficiente de catelicidina, y modelos murinos (ratones) con inactivación de la expresión de catelicidina, son propensos a infecciones de superficies epiteliales como la piel y las membranas mucosas. Por lo tanto, los AMP como la catelicidina constituyen una parte integral de la respuesta inmune innata a una variedad de infecciones, especialmente en mucosas y otras barreras de nuestro organismo.
Varios estudios epidemiológicos que analizan los niveles de vitamina D han encontrado una asociación inversa entre la vitamina D y la incidencia de varias infecciones, incluida la gripe, otras infecciones del tracto respiratorio superior, incluso infección por VIH. Los efectos de la vitamina D en el sistema inmune incluyen: la disminución de los linfocitos T Th1 / Th17 CD4 +, y ciertas citocinas proinflamatorias, el aumento de las células T reguladoras, la regulación negativa de la producción de IgG dirigida por las células T y la inhibición de la diferenciación de las células dendríticas (presentadoras de antígeno: activan a los linfocitos T colaboradores).
En definitiva, al tiempo que mejora las respuestas inmunes innatas protectoras, la vitamina D ayuda a mantener la autotolerancia, al amortiguar las respuestas inmunes adaptativas excesivamente exacerbadas.

3.- Cannell JJ, Vieth R, Umhau JC, Holick MF, Grantt WB, Madronich S, et al.
Gripe epidémica y vitamina D. Epidemiol Infect .2006 dic;134(6):1129–1140.
https://doi.org/10.1017/S0950268806007175
La deficiencia de vitamina D es común en el invierno: se trata de una hormona esteroide, con marcados efectos sobre la inmunidad humana. La Vit. D actúa como un modulador del sistema inmunitario, previniendo la expresión excesiva de citocinas inflamatorias y modulando el potencial de "explosión oxidativa" de los macrófagos. Quizás lo más importante es que estimula drásticamente la expresión de péptidos antimicrobianos potentes, que existen en los neutrófilos, monocitos, células natural-killer y en las células epiteliales que recubren el tracto respiratorio, donde juegan un papel importante en la protección del pulmón contra la infección.
Los macrófagos liberan rápidamente citocinas en el tejido respiratorio infectado, mientras que los péptidos antimicrobianos virucidas intentan prevenir la replicación viral. Los niveles de tales citocinas son significativamente más altos en aquellos con un desenlace fatal. Recientemente, se descubrió que la vitamina D modula la respuesta de los macrófagos, evitando que liberen demasiadas citocinas y quimiocinas inflamatorias. La deficiencia de vitamina D también deteriora la capacidad de los macrófagos para madurar, y cumplir adecuadamente su función antimicrobiana.
Quizás lo más importante, tres grupos de investigación independientes han demostrado recientemente que la Vit. D estimula dramáticamente la expresión genética de péptidos antimicrobianos (AMP) en monocitos humanos, neutrófilos y otras líneas celulares humanas. Estos antibióticos endógenos, como las defensinas y las catelicidinas, destruyen directamente los microorganismos invasores. El AMP muestra actividad antimicrobiana de amplio espectro, incluida la actividad antiviral, y se ha demostrado que inactiva el virus de la gripe. No solo los neutrófilos, los macrófagos y las células natural-killer secretan AMP, sino que las células epiteliales que recubren el tracto respiratorio superior e inferior también los secretan, donde juegan un papel importante en la defensa pulmonar.
Hasta que se sepa más, puede ser prudente mantener durante el invierno unos niveles de Vit. D similares a las concentraciones alcanzadas en la naturaleza por la exposición solar durante el verano (50 ng / ml).
Los médicos han utilizado con éxito dosis farmacológicas de vitamina D para prevenir la deficiencia de vitamina D, en aras de prevenir la enfermedad metabólica ósea y tratar el hipoparatiroidismo severo. Quizás tales dosis tienen otros efectos, como mejorar los síntomas de las infecciones respiratorias virales, aunque este punto debe ser investigado.

viernes, 20 de marzo de 2020

El ejercicio de moderada intensidad mejora el sistema inmune

Reproduzco el abstract de un reciente estudio austro-alemán, en el que se describe como ciertos hábitos de ejercicio y dietéticos pueden mejorar la respuesta inmunitaria de la población mayor. Adjunto el enlace a la página (en inglés) donde se encuentra el artículo completo.
Interesante la revisión bibliográfica final del estudio sobre el tema de la inmunosenescencia.

Weyh C, Krüger K, Strasser B.
Physical Activity and Diet Shape the Immune System during Aging.
Nutrients 2020, 12(3), 622.
Artículo completo (en inglés) en:  https://www.mdpi.com/2072-6643/12/3/622/htm

Resumen: Con el aumento de la edad, el sistema inmunitario se somete a un proceso de remodelación, denominado inmunosenescencia, que se acompaña de cambios considerables en las subpoblaciones de leucocitos y una disminución en diversas funciones de las células inmunes. Clínicamente, la inmunosenescencia se caracteriza por una mayor susceptibilidad a las infecciones, una reactivación más frecuente de virus latentes, una menor eficacia de la vacuna y una mayor prevalencia de autoinmunidad y cáncer.
Fisiológicamente, el sistema inmune tiene algunas estrategias adaptativas para hacer frente al envejecimiento, mientras que en algunos entornos, las respuestas desadaptativas agravan la velocidad del envejecimiento y la morbilidad. Si bien la falta de actividad física, la disminución de la masa muscular y el mal estado nutricional facilitan la inmunosenescencia y la inflamación, los factores del estilo de vida, como el ejercicio y los hábitos alimenticios, afectan positivamente el envejecimiento inmune. Esta revisión discutirá la relevancia y los mecanismos de inmunoprotección a través de la actividad física y las intervenciones específicas de ejercicio.
En la segunda parte del estudio, nos centraremos en el efecto de las intervenciones dietéticas a través de la suplementación del aminoácido esencial triptófano, ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y probióticos (con un enfoque especial en la vía de la kinurenina).

Los reumatólogos aseguran que los pacientes que reciben terapias biológicas (también inmunosupresores y/o ibuprofeno) no tienen más riesgo de contraer la infección por coronavirus

Reproduzco literalmente la noticia:

La Sociedad Española de Reumatología (SER) han asegurado que los pacientes con enfermedades reumáticas y, especialmente aquellos que reciben tratamientos biológicos o fármacos inmunosupresores, no tienen un mayor riesgo de contraer el nuevo coronavirus.

Por ello, les han instado a no tomar "decisiones unilaterales" sobre la suspensión del tratamiento por miedo a la infección, y a que si tienen "cualquier duda en este sentido" la consulten con su médico.

Desde la SER han recordado que la forma de prevenir el contagio es la misma que ante otros virus respiratorios, es decir, lavarse las manos frecuentemente; evitar tocarse boca, nariz y ojos; cubrirse boca y nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable al toser o estornudar; y, en caso de sufrir una infección respiratoria, evitar el contacto cercano con otras personas.

"Hasta la fecha, no se ha descrito que los pacientes con enfermedades reumáticas que reciben tratamientos biológicos o con fármacos inmunosupresores sean un grupo de riesgo para desarrollar formas más graves de la enfermedad causada por el coronavirus, por lo que, desde la SER, insistimos en que no se dejen llevar por bulos o información alarmista y consulten con su médico las dudas que les puedan surgir", señala la sociedad científica.

Asimismo, la organización ha recordado a los pacientes reumáticos que, ante un episodio de fiebre alta, acudan al médico o llamen a los números de teléfonos gratuitos habilitados al efecto por las distintas comunidades autónomas para recibir indicaciones, pero nunca se automediquen o tomen decisiones unilaterales sobre su medicación.

Por su parte, el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha pedido que no se deje de utilizar fármacos como el ibuprofeno hasta que no se publiquen estudios científicos que justifiquen que no se deben administrar.

Estas declaraciones van en línea con el comunicado emitido este domingo por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), en el que señalaba que no existe ningún dato actualmente que permita afirmar un agravamiento de la infección por COVID-19 con el ibuprofeno u otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

"Desde semFYC queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad de la comunidad científica para que eviten la difusión de este tipo de mensajes que no cuentan con evidencia científica contrastada. En el momento actual, es prácticamente imposible disponer de ensayos clínicos de calidad científica que puedan dar respuestas a muchas cuestiones científicas que se suscitan acerca de esta infección. La mayoría de los datos disponibles son estudios epidemiológicos en los no es posible establecer una relación causal", indica la sociedad científica.

Del mismo modo, prosigue, tampoco se dispone de datos sobre reacciones adversas de estos medicamentos por parte de las agencias reguladoras y evaluadoras de medicamentos nacionales e internacionales. Y es que, tal y como ha recordado, cualquier tipo de alertas que hubiesen podido detectarse a nivel de los profesionales, obligaría a un seguimiento por las agencias reguladoras, "pues no siempre se confirman".

La semFYC) también ha resaltado que no está demostrado a través de evidenciaa científica que los fármacos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores de receptores de angiotensina II (ARA-II) supongan una mayor mortalidad por coronavirus en pacientes con antecedentes de hipertensión arterial.

"De momento la evidencia científica de esta relación no está demostrada. Hay datos epidemiológicos, sin estudios de causalidad. Del mismo modo, hay algunos estudios en animales que observarían efectos beneficiosos de estos fármacos en la prevención de complicaciones pulmonares, aunque tampoco se han demostrado en humanos", apunta la sociedad en un comunicado.

Disclaimer
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viernes, 6 de marzo de 2020

La falta de horas de sueño está asociada a la osteoporosis

La osteoporosis en una enfermedad metabólica ósea claramente relacionada con factores genéticos,
edad, nutrición, ejercicio y hábitos tóxicos. ¿Pero qué pasa con otros factores, como la falta de descanso apropiado? Dormir menos horas de lo necesario parece estar relacionado con un mayor riesgo de menor densidad mineral ósea y de desarrollo de osteoporosis en mujeres posmenopáusicas, según un estudio publicado en la revista científica Journal of Bone and Mineral Research.

Los investigadores estudiaron más de 10.000 mujeres posmenopáusicas y observaron que aquellas que afirmaron dormir 5 horas o menos por noche tenían un nivel más bajo de densidad mineral ósea medida con densitometría ósea (DEXA), en comparación con las mujeres que dormían 7 horas o más.

Después de diversos ajustes, las mujeres que habían informado de que dormían 5 horas o menos por noche tenían más de un 20% más de probabilidades de experimentar una disminución de la masa ósea y un riesgo más alto de padecer osteoporosis en las zonas estudiadas. Sugiere que esa falta de horas de sueño podría impactar negativamente sobre la salud ósea. Estudiada no la cantidad sino la calidad de horas de sueño, los resultados no fueron concluyentes, debido a la falta de significación estadística.

martes, 25 de febrero de 2020

El consumo regular de aguacates disminuye los niveles de LDL-colesterol

Hace 2 años publiqué un post en el blog, comentando en general las propiedades beneficiosas del aguacate (ENLACE). Un reciente estudio publicado en The Journal of Nutrition (Volume 150, Issue 2, February 2020, Pages 276–284), sugiere que comer un aguacate al día puede ayudar a mantener a raya el colesterol LDL (la fracción del colesterol malo), y procurar beneficios saludables para el corazón.
En este trabajo de investigación sobre alimentación, aleatorizado y controlado, los investigadores encontraron que comer un aguacate al día estaba asociado a niveles más bajos de LDL (específicamente las partículas pequeñas y densas de LDL) y LDL oxidada en adultos con sobrepeso u obesidad. Todo el LDL es malo, pero el LDL pequeño y denso es particularmente malo. Estas partículas oxidadas son particularmente dañinas ya que promueven la acumulación de placa en las arterias. Las LDL oxidadas promueven una reacción en cadena que induce la aterosclerosis, que es la acumulación de placa en la pared de la arteria. La oxidación no es buena, así que si puede ayudar a proteger el cuerpo a través de los alimentos que comes, eso podría ser muy beneficioso. Además, otras muchas investigaciones apuntan a que la oxidación es la base de enfermedades como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Después de cinco semanas con la dieta del aguacate, los participantes del estudio (45 sujetos, entre 21-70 años) tenían niveles significativamente más bajos de colesterol LDL oxidado que antes del comienzo del estudio o después de completar las dietas bajas en grasas y moderadas. Los participantes también tenían niveles más altos de luteína, un antioxidante, al finalizar el estudio entre los que seguían una dieta con aguacate. Probablemente, dicha luteína podría ser el compuesto bioactivo que protege el LDL de la oxidación.

martes, 18 de febrero de 2020

La obesidad en varones se asocia a niveles bajos de testosterona

Investigadores españoles adscritos a la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga), y al Instituto de Salud Carlos III, han relacionado obesidad con disminución de los niveles de testosterona en hombres. Se trata de un estudio transversal, y por tanto no sirve para detectar causalidad: ¿la obesidad en varones causa hipoandrogenismo (déficit de testosterona) o viceversa?
En los últimos años, se ha constatado que la hipoandrogenemia asociada a la obesidad está aumentando de forma paralela al número de varones obesos en el mundo, pero se desconocía su prevalencia en hombres jóvenes no diabéticos con sobrepeso y obesidad. Por este motivo, los expertos españoles, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista internacional Obesity (https://doi.org/10.1002/oby.22579) han querido analizar la prevalencia de la hipoandrogenemia y factores de riesgo asociados en esta población. Para ello, han evaluado a 266 hombres no diabéticos menores de 50 años de edad con obesidad, remitidos desde atención primaria, encontrando niveles reducidos de testosterona en el 25,6% de los participantes, aumentando este porcentaje hasta el 80% en los varones con obesidad más extrema. Se puede deducir que el exceso de peso es el factor que más estrechamente se relaciona con el descenso de los niveles de testosterona. Otros factor relacionado con el descenso en los niveles de testosterona es el incremento de la edad, produciéndose una reducción en las concentraciones plasmáticas de LH (hormona hipofisaria que estimula la producción de testosterona a nivel testicular). El médico puede también sospechar que el hipoandrogenismo es secundario a otras causas menos frecuentes: trastornos hipofisarios primarios, hemocromatosis (enfermedad genética que produce acúmulo excesivo de hierro en los tejidos corporales), enfermedades autoinmunes, enfermedades infecciosas, ciertos medicamentos (sobre todo hormonales)...

¿Y qué consecuencias trae el descenso de los niveles de testosterona? Pues no sólo la temida disfunción eréctil, que lleva a la impotencia, sino también esterilidad, y otras:
  • Peor composición corporal (mayor cantidad de grasa visceral y menor de músculo).
  • Ginecomastia (aumento glándulas mamarias) y pérdida del vello corporal.
  • Síndrome metabólico, con incremento de la resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, hipertensión arterial y dislipemias. En definitiva, aumento de predisposición a enfermedades cardiovasculares.
  • Osteoporosis. Es una de las causas más frecuentes de pérdida de masa ósea en el varón adulto.
  • Un síndrome parecido a la menopausia femenina, con diversos síntomas: fatiga, dificultad para concentrarse, alteraciones del ánimo, sofocos, etc.
Los investigadores han destacado la importancia de implementar en estos pacientes estrategias para abordar el exceso de peso y promover un estilo de vida saludable, para evitar la obesidad y posibles complicaciones asociadas, como el propio descenso de testosterona. Como siempre, una vida sana evitando factores de riesgo como la falta de ejercicio, mala alimentación, estrés, hábitos tóxicos, etc, puede probablemente ayudar a mejorar este problema de salud global.

domingo, 9 de febrero de 2020

Los niños que utilizan más pantallas tienden al sobrepeso

Un estudio de investigación (https://www.nature.com/articles/s41598-019-46971-6) realizado por un grupo de de la Universidad de Helsinki (Finlandia) y publicado en la revista 'Scientific Reports' , investigó los vínculos entre el tiempo frente a una pantalla y el sobrepeso utilizando los datos de la base de datos 'Salud en Adolescentes de Finlandia', que incluye a más de 10000 niños de toda Finlandia con una edad entre 9 y 12 años.
Los participantes informaron sobre el tiempo que pasaban viendo programas de televisión y películas en las pantallas y la cantidad de uso sedentario de ordenadores fuera del horario escolar. Se midió la estatura, el peso y la circunferencia de la cintura de los niños.
Los resultados demostraron que el tiempo pasado frente a las pantallas está asociado tanto con el sobrepeso general como con la obesidad abdominal. No hubo variación en los hallazgos por edad, sexo, idioma nativo, duración del sueño y, curiosamente, con el ejercicio durante el tiempo libre. Ver mucha televisión también se asoció con el sobrepeso y la obesidad abdominal en los niños que más ejercicio hacían!
Debe señalarse que pos su diseño, de tipo transversal, no pueden realizarse inferencias sobre la causalidad. Puede ser que los niños con sobrepeso pasen más tiempo frente a las pantallas, o que más tiempo frente a las pantallas pueda resultar en sobrepeso.
El estudio tampoco midió la intensidad del ejercicio. A los participantes solo se les preguntó sobre la cantidad de tiempo que pasaban haciendo ejercicio en su tiempo libre. En definitiva, se necesita más investigación sobre el efecto combinado del tiempo frente a las pantallas, la actividad física y la dieta en el peso de los niños.

lunes, 3 de febrero de 2020

La grelina, la hormona del hambre, también mejora la memoria

La grelina es una hormona secretada por el estómago, la cual induce la sensación de apetito. Por ejemplo, los niveles de grelina serían altos si estuvieras en un restaurante esperando una deliciosa comida que se servirá en breve. El aumento de su nivel en sangre durante el ayuno induce el hambre, estimulando la secreción de ácido gástrico y la motilidad gastrointestinal. Y lo notamos con los típicos movimientos "de tripas" cuando se acerca el momento de comer... Es por ello que su papel en la regulación del apetito y el peso convierte a esta hormona en una interesante diana terapéutica para el tratamiento de la obesidad y las enfermedades relacionadas.

Además, la grelina modula otros procesos fisiológicos como:

  • La secreción de otras hormonas por la hipófisis (hormona del crecimiento, prolactina y hormona ACTH).
  • Regula la homeostasis de la glucosa al disminuir la secreción de insulina en las células β del páncreas y estimular la producción de glucosa (neoglucogénesis) en el hígado.
  • Disminuye la presión arterial y aumenta la función cardíaca.
  • Regula positivamente el metabolismo del hueso estimulando a los osteoblastos y aumentando la densidad mineral ósea.

Un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos) ha identificado un nuevo y sorprendente papel para la grelina, la llamada “hormona del hambre”. Hasta ahora se pensaba que se encargaba solamente de enviar señales de hambre desde el intestino al cerebro, pero los nuevos hallazgos, presentados en la reunión anual de la Sociedad para el Estudio del Comportamiento Ingestivo, sugieren que también puede ser importante para el control de la memoria, mejorando dicha función cognitiva.
Recientemente se ha descubierto que, además de influir en la cantidad de alimentos consumidos durante una comida, el nervio vago también influye en la función de la memoria.

El grupo de investigadores de esta universidad planteó la hipótesis de que la grelina es una molécula clave que ayuda al nervio vago a promover la memoria. Usando interferencia de ARN para reducir la cantidad de receptor de grelina, los investigadores bloquearon la señalización de esta hormona en el nervio vago de ratas. Cuando se les asignó una serie de tareas de memoria, los animales con señalización de grelina vagal reducida se vieron afectados en una prueba de memoria episódica, un tipo de memoria que implica recordar qué, cuándo y dónde ocurrió algo, como recordar el primer día de clases. Para las ratas, esto requería recordar un objeto específico en una ubicación específica.
Estos nuevos descubrimientos se suman a nuestra comprensión de cómo se generan los recuerdos episódicos, así como la relación entre la memoria y el comportamiento alimentario. En el futuro, los investigadores podrán desarrollar estrategias para mejorar la capacidad de memoria en los seres humanos mediante la manipulación de la señalización de la grelina desde el sistema gastrointestinal hasta el sistema nervioso central.

domingo, 26 de enero de 2020

El estrés crónico aumenta la posibilidad de enfermedades autoinmunes

En un estudio de investigación sueco, cuyos resultados fueron publicados en la revista JAMA (Journal of the American Medical Association), se aprecia un aumento de hasta el 30 - 40% de sufrir enfermedades autoinmunes cuando se padecen situaciones de estrés crónico. Se trata de un estudio observacional de cohortes, y diseñado en una población no española, pero probablemente los resultados son extrapolables a cualquier país occidental, donde los niveles de estrés diarios son elevados. No ahonda en los mecanismos fisiopatológicos.

Asociación de trastornos relacionados con el estrés con futuras enfermedades autoinmunes.
Huan Song, MD, PhD1,2; Fang Fang, MD, PhD2; Gunnar Tomasson, MD, PhD3,4,5; y col., K. K. Arnberg, PhD6,7; David Mataix-Cols, PhD8,9; Lorena Fernández de la Cruz, PhD8; Catarina Almqvist, MD, PhD2,10; Katja Fall, MD, PhD 11,12; Unnur A. Valdimarsdóttir, PhD1,2,13
JAMA 2018; 319 (23): 2388-2400. doi: 10.1001 / jama.2018.7028
https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2685155

Puntos clave: ¿Las reacciones psiquiátricas, inducidas por trauma u otros factores estresantes de la vida, se asocian con el riesgo posterior de enfermedad autoinmune?

Hallazgos: En este estudio de cohorte retrospectivo basado en el registro sueco que incluyó a 106464 pacientes con trastornos relacionados con el estrés, 1064640 individuos no expuestos emparejados y 126652 hermanos completos, la exposición a un diagnóstico clínico de trastornos relacionados con el estrés se asoció significativamente con un aumento riesgo de enfermedad autoinmune (la tasa de incidencia fue de 9.1 por 1000 años-persona en pacientes expuestos en comparación con 6.0 y 6.5 por 1000 años-persona en individuos y hermanos no expuestos, respectivamente).

Resumen. Importancia Las reacciones psiquiátricas a los estresores de la vida son comunes en la población general y pueden provocar disfunción inmune. No está claro si tales reacciones contribuyen al riesgo de enfermedad autoinmune.

Objetivo. Determinar si existe una asociación entre los trastornos relacionados con el estrés y la posterior enfermedad autoinmune.

Material y métodos. Estudio de cohorte retrospectivo emparejado entre población y hermanos realizado en Suecia del 1 de enero de 1981 al 31 de diciembre de 2013. La cohorte incluyó 106464 pacientes expuestos con trastornos relacionados con el estrés, con 1064640 personas no expuestas emparejadas y 126652 hermanos completos de estos pacientes. El trastorno relacionado con el estrés y las enfermedades autoinmunes se identificaron a través del Registro Nacional de Pacientes. El modelo de Cox se usó para estimar las razones de riesgo (HR) con IC del 95% de 41 enfermedades autoinmunes más de 1 año después del diagnóstico de trastornos relacionados con el estrés, controlando por múltiples factores de riesgo.

Resultados La mediana de edad en el momento del diagnóstico de los trastornos relacionados con el estrés fue de 41 años (rango intercuartil, 33-50 años) y el 40% de los pacientes expuestos eran hombres. Durante un seguimiento medio de 10 años, la tasa de incidencia de enfermedades autoinmunes fue de 9,1, 6,0 y 6,5 por 1000 años-persona entre las cohortes de hermanos expuestos, apareados y no expuestos, respectivamente (diferencia de tasa absoluta, 3,12 [IC 95% , 2.99-3.25] y 2.49 [IC 95%, 2.23-2.76] por 1000 años-persona en comparación con los grupos de referencia basados ​​en población y hermanos, respectivamente). En comparación con la población no expuesta, los pacientes con trastornos relacionados con el estrés tenían un mayor riesgo de enfermedad autoinmune (HR, 1.36 [IC 95%, 1.33-1.40]). Los HR para pacientes con trastorno de estrés postraumático fueron 1.46 (IC 95%, 1.32-1.61) para cualquiera y 2.29 (IC 95%, 1.72-3.04) para enfermedades autoinmunes múltiples (≥3). Estas asociaciones fueron consistentes en la comparación basada en hermanos. Las elevaciones del riesgo relativo fueron más pronunciadas entre los pacientes más jóvenes (HR, 1.48 [IC 95%, 1.42-1.55]; 1.41 [IC 95%, 1.33-1.48]; 1.31 [IC 95%, 1.24-1.37] y 1.23 [95% IC, 1.17-1.30] para la edad a ≤33, 34-41, 42-50 y ≥51 años, respectivamente; P para la interacción <.001). El uso persistente de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina durante el primer año del diagnóstico de trastorno de estrés postraumático se asoció con un riesgo relativo atenuado de enfermedad autoinmune (HR, 3.64 [IC 95%, 2.00-6.62]; 2.65 [IC 95%, 1.57-4.45]; y 1.82 [IC 95%, 1.09-3.02] para una duración ≤179, 180-319 y ≥320 días, respectivamente; P para tendencia = .03).

Conclusiones. En esta cohorte sueca, la exposición a un trastorno relacionado con el estrés se asoció significativamente con un mayor riesgo de  desarrollo de una futura enfermedad autoinmune, en comparación con individuos no expuestos. Se necesitan más estudios para comprender mejor los mecanismos subyacentes.

Tópico a desmontar: el colesterol dietético aumenta el colesterol en sangre

Hace años, se afirmaba la relación entre el consumo de alimentos altos en colesterol y el medido en sangre, alertando sobre sus efectos card...