martes, 18 de febrero de 2020

La obesidad en varones se asocia a niveles bajos de testosterona

Investigadores españoles adscritos a la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga), y al Instituto de Salud Carlos III, han relacionado obesidad con disminución de los niveles de testosterona en hombres. Se trata de un estudio transversal, y por tanto no sirve para detectar causalidad: ¿la obesidad en varones causa hipoandrogenismo (déficit de testosterona) o viceversa?
En los últimos años, se ha constatado que la hipoandrogenemia asociada a la obesidad está aumentando de forma paralela al número de varones obesos en el mundo, pero se desconocía su prevalencia en hombres jóvenes no diabéticos con sobrepeso y obesidad. Por este motivo, los expertos españoles, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista internacional Obesity (https://doi.org/10.1002/oby.22579) han querido analizar la prevalencia de la hipoandrogenemia y factores de riesgo asociados en esta población. Para ello, han evaluado a 266 hombres no diabéticos menores de 50 años de edad con obesidad, remitidos desde atención primaria, encontrando niveles reducidos de testosterona en el 25,6% de los participantes, aumentando este porcentaje hasta el 80% en los varones con obesidad más extrema. Se puede deducir que el exceso de peso es el factor que más estrechamente se relaciona con el descenso de los niveles de testosterona. Otros factor relacionado con el descenso en los niveles de testosterona es el incremento de la edad, produciéndose una reducción en las concentraciones plasmáticas de LH (hormona hipofisaria que estimula la producción de testosterona a nivel testicular). El médico puede también sospechar que el hipoandrogenismo es secundario a otras causas menos frecuentes: trastornos hipofisarios primarios, hemocromatosis (enfermedad genética que produce acúmulo excesivo de hierro en los tejidos corporales), enfermedades autoinmunes, enfermedades infecciosas, ciertos medicamentos (sobre todo hormonales)...

¿Y qué consecuencias trae el descenso de los niveles de testosterona? Pues no sólo la temida disfunción eréctil, que lleva a la impotencia, sino también esterilidad, y otras:
  • Peor composición corporal (mayor cantidad de grasa visceral y menor de músculo).
  • Ginecomastia (aumento glándulas mamarias) y pérdida del vello corporal.
  • Síndrome metabólico, con incremento de la resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, hipertensión arterial y dislipemias. En definitiva, aumento de predisposición a enfermedades cardiovasculares.
  • Osteoporosis. Es una de las causas más frecuentes de pérdida de masa ósea en el varón adulto.
  • Un síndrome parecido a la menopausia femenina, con diversos síntomas: fatiga, dificultad para concentrarse, alteraciones del ánimo, sofocos, etc.
Los investigadores han destacado la importancia de implementar en estos pacientes estrategias para abordar el exceso de peso y promover un estilo de vida saludable, para evitar la obesidad y posibles complicaciones asociadas, como el propio descenso de testosterona. Como siempre, una vida sana evitando factores de riesgo como la falta de ejercicio, mala alimentación, estrés, hábitos tóxicos, etc, puede probablemente ayudar a mejorar este problema de salud global.

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