sábado, 17 de diciembre de 2022

La melatonina: una hormona controladora los ciclos vigilia-sueño, el ánimo, y el envejecimiento

La melatonina (https://es.wikipedia.org/wiki/Melatonina) es una importante hormona, segregada por la glándula pineal o epífisis; esta glándula se aloja en el epitálamo, en un punto muy central del encéfalo. Está indirectamente conectada con la retina ocular, regulándose su actividad por los ciclos circadianos de luz-oscuridad. Es famosa por estar implicada en el conocido "jet lag", una disregulación que aparece en los vuelos intercontinentales, cuando viajamos a regiones geográficamente distantes. Aunque su producción, por tanto, es endógena, y regulada por ciclos solares, puede estimularse por el consumo de ciertos alimentos ricos en triptófano, aminoácido precursor de la serotonina, y posteriormente en melatonina. También de forma directa en algunos alimentos, en pocas cantidades eso sí, como la avena, el maíz dulce y arroz sobre todo, y menos en plátanos, cerezas, nueces y tomates.

Se ha observado que la melatonina tiene, entre otras funciones, regular el reloj biológico y disminuir la oxidación. En general, la melatonina influye sobre el sistema inmunológico, enfermedades como el cáncer, cardiovasculares, relacionadas con la salud mental (insomnio y depresión), y el envejecimiento.

Un estudio tipo revisión sistemática de autores rusos y publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences en 2022 (https://www.mdpi.com/1422-0067/23/3/1835), con 180 artículos previos analizados, proporciona una visión general de los principales datos sobre el papel de la melatonina en diversos procesos fisiológicos y patológicos. Entre sus resultados cabe destacar que diversos estudios apoyan que un ritmo adecuado de la producción de esta hormona cerebral podría aumentar la regulación del sistema inmune, previniendo eventos infecciosos, y secundariamente una disminución de la proliferación de células malignas, el cáncer en general. También protege los tejidos gastrointestinales contra los daños causados por el estrés oxidativo y la inflamación, ayudando al equilibrio de la microbiota intestinal. Asimismo, también participa de forma activa en el control de los ciclos ováricos, regulando los niveles de gonadotrofinas (FSH y LH), incluso en el normal desarrollo fetoembrionario.

En las mitocondrias celulares, la melatonina tiene una expresión mayor que en otras partes de la célula, ayudando a combatir el estrés oxidativo (regulando la lipoxigenasa y disminuyendo el óxido nítrico) y la reprogramación del metabolismo alterado en las células por factores externos de daño celular. Este mecanismo podría explicar su implicación en el antienvejecimiento de los tejidos corporales, previniendo además la degradación oxidativa del ADN mitocondrial. Algunos estudios clínicos también han demostrado la eficacia de la melatonina para mejorar los trastornos cognitivos y disminuir síntomas específicos como el pensamiento desorganizado, la excitación, la labilidad emocional y el déficit de atención, mejorando enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.

En conclusión, la melatonina, esta auténtica "superhormona", está involucrada en el mantenimiento de la homeostasis en diferentes tejidos del organismo, optimizando su actividad funcional, y afectándose su importante papel bajo la exposición a condiciones ambientales desfavorables, como la falta de luz solar, y sobre todo los ciclos día/noche irregulares.

sábado, 3 de diciembre de 2022

Relación entre la soledad y la salud mental

Las relaciones sociales y la soledad son áreas relacionadas con la salud mental. La soledad puede definirse como un desajuste angustiante entre la cantidad y/o calidad de las relaciones sociales que tiene una persona y lo que desea Sin embargo, hasta el momento presente, no ha habido una revisión sistemática sobre si la soledad en la población general se asocia con nuevas apariciones de alteraciones de la salud mental y emocional.

Una revisión sistemática comandada por investigadores británicos, publicada hace unos meses en la revista Psiquiatría Social y Epidemiología Psiquiátrica (https://link.springer.com/article/10.1007/s00127-022-02261-7), analiza la relación entre la soledad autopercibida y distintos estatus alterados de la salud mental. Incluye hasta 32 estudios previos, de los cuales la mayoría se centró en la depresión, realizando un metanálisis de ocho cohortes independientes, y una síntesis narrativa de los estudios restantes.

En los resultados del estudio, se encontraron asociaciones transversales recurrentes entre la soledad y varios problemas de salud mental: sobre todo depresión, pero también, ansiedad, trastorno de personalidad, psicosis, e ideación suicida. Se estableció que las probabilidades de desarrollar una depresión en adultos son más del doble en personas que a menudo están solas en comparación con aquellas que no están solas, o rara vez. Un hallazgo notable fue que 3 estudios sugirieron una relación recíproca entre la depresión y la soledad. Y varios estudios alertan sobre que la soledad es más prevalente no sólo en estratos etarios superiores (e.g. ancianos que viven solos), sino también, cada vez más, en individuos jóvenes (e.g. estudiantes universitarios).

Como conclusión final, este trabajo establece que la soledad es un problema paulatinamente más frecuente de la salud mental en la población general. Existe una creciente evidencia de que se asocia con la aparición de depresión y otros problemas comunes de salud mental y emocional. Los estudios futuros deberían explorar su impacto en todos los rangos de edad y poblaciones más diversas, así como evaluar otros parámetros de salud mental distintos a la depresión, y explorar los mecanismos involucrados. Ello redundará en un mejor afrontamiento de las oportunas intervenciones, tanto preventivas como terapéuticas.

sábado, 19 de noviembre de 2022

Tomar el sol: beneficio para la salud y su riesgo

Tomar el sol a diario es beneficioso para la salud: ¿pero cuánto? ¿Sus efectos son todos derivados del aumento de la vitamina D en nuestro organismo? ¿Hay riesgos relacionados con la exposición solar repetida?

Un publicación de tipo original, basado en una extensa revisión bibliográfica (109 referencias), y realizada por un amplio equipo multidisciplinar internacional (https://www.mdpi.com/1660-4601/17/14/5014/htm), trata de estudiar los beneficios y riesgos asociados a la toma de sol. Su principal conclusión es que la exposición insuficiente al astro solar es un problema importante de salud pública en la actualidad. Este hecho puede llegar a ocasionar casi medio millón de muertes en Europa al año, y una mayor incidencia de cáncer de mama, cáncer colorrectal, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, esclerosis múltiple, enfermedad de Alzheimer, autismo, asma, diabetes tipo 1 y miopía. Los autores del artículo repasan la evidencia de los estudios seleccionados en dichas patologías.

La vitamina D ha sido considerada durante mucho tiempo el principal mediador de los efectos beneficiosos de la exposición al sol. Sin embargo, no se ha demostrado con una suficiente evidencia que la suplementación oral con vitamina D prevenga las patologías anteriormente reseñadas. Así, la vitamina D podría no ser la única directamente implicada en los beneficios del sol, y comportarse más bien como un biomarcador de referencia de los niveles de insolación. Señalan que posiblemente otros mediadores como el óxido nítrico (vasodilatador endógeno), y otros no bien conocidos, pudieran estar directamente relacionados con los beneficios para la salud de la toma habitual del sol. También actúan en este sentido los efectos directos de la radiación ultravioleta en las células de la sangre periférica, cercana a la piel.

En cuanto a los efectos perjudiciales de la insolación desmedida, se debe tener mucho cuidado en evitar las quemaduras solares; asimismo, hay que tener en cuenta la exposición solar repetida, aun a baja dosis, por sus efectos acumulativos. Durante las temporadas de alta radiación ultravioleta ambiental (sobre todo fin de primavera, verano, e inicio del otoño, en España) debe limitarse la exposición solar a no más de 5-30 minutos al día (y dependiendo del tipo de piel, así como el índice ultravioleta de ese día). Todo ello evitará, según los autores del artículo, una mayor incidencia de cáncer de piel (melanoma y otros: espino/basocelular), el fotoenvejecimiento cutáneo, y lesiones en los ojos. Según algunos estudios revisados, el uso de fotoprotectores mostró no sólo que el uso adecuado de protector solar previene las quemaduras cutáneas, sino que puede hacerlo sin interferir indebidamente con la síntesis de vitamina D.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Déficit de vitamina D y salud mental

En las últimas décadas, se ha investigado bastante acerca de la vitamina D, y sus propiedades no sólo relacionadas con la homeostasis del metabolismo del calcio-fósforo en el hueso, sino también sobre su impacto en la optimización de la salud en otros órganos y aparatos. Ello incluye la relación de esta auténtica "prohormona" con la cognición y las emociones, el estado de estrés, la ansiedad, la depresión, la mala calidad del sueño, el estado de ánimo y las implicaciones neuropsicofisiológicas en general.

Un estudio tipo revisión sistemática publicado en la revista Clinics por autores brasileños (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8552952/), en la que incluyeron sujetos de entre 18 y 59 años sin enfermedades asociadas, trató de establecer la asociación entre variables psicofisiológicas y los niveles de vitamina D circulantes. Se seleccionaron un total de 684 artículos, de los cuales 15 se consideraron potencialmente relevantes, siendo elegidos para los resultados finales, con más de 950 personas, especialmente mujeres. En los resultados del presente trabajo, algunas evidencias sugieren que los principales aspectos psicofisiológicos relacionados con bajos niveles de vitamina D son síntomas de depresión o depresión establecida, seguidos de rasgos neuróticos (trastornos obsesivo-compulsivos y de pánico) y/o ansiedad; estos hallazgos se observaron en 13 de los 15 estudios analizados en esta revisión. En cuanto a la posible fisiopatología, algunos de estos estudios aducen una posible relación entre la vitamina D y los síntomas depresivos, porque dicha vitamina pudiera ejercer efectos neuroprotectores, al inhibir las citoquinas inflamatorias, como la interleucina 6. Estas citoquinas aumentarían el daño oxidativo al tejido cerebral y la neuroinflamación demostrada en muchos sujetos estudiados, lo cual podría relacionarse con los estados ansiosodepresivos.

En sus conclusiones, los autores apuntan que se ha observado una asociación entre el aumento de los niveles séricos de vitamina D y la reducción de los síntomas de depresión, ansiedad y mejora del estado de ánimo en general. En cualquier caso, se necesitan más estudios para mejorar nuestra comprensión de su papel en la modulación de los aspectos psicofisiológicos de los niveles de vitamina D.

sábado, 29 de octubre de 2022

El ejercicio como "antidepresivo" natural

La depresión es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo y se estima que actualmente afecta a casi 3 millones de personas en España.

Hoy en día, los medicamentos antidepresivos de segunda generación son uno de los tratamientos de primera línea para la depresión. Sin embargo, la evidencia sobre su efectividad sigue siendo controvertida porque los beneficios inmediatos y a corto plazo pueden ser pequeños y el equilibrio a largo plazo entre el beneficio y el daño es poco conocido. Los metanálisis previos han encontrado una relación directa entre la magnitud de los síntomas depresivos y la efectividad de los antidepresivos: por lo tanto, se ha argumentado que los beneficios de los antidepresivos en la depresión no grave son mínimos. Recientemente, las estrategias de intervención en el estilo de vida que incorporan dieta, sueño y actividad física han sido reconocidas como enfoques protectores para la depresión. Específicamente, el uso del ejercicio como tratamiento alternativo para la depresión no severa está respaldado por varias pautas de tratamiento, según las guías de tratamiento en Europa, Canadá y Australia.

Un reciente artículo publicado en el British Journal of Sport Medicine (http://dx.doi.org/10.1136/bjsports-2022-105964), en septiembre de 2022, realizado por investigadores de la Universidad de Hong Kong, trató de evaluar la efectividad comparativa del ejercicio, los antidepresivos y su combinación para aliviar los síntomas depresivos en adultos con depresión no grave. Dicho trabajo, de tipo revisión sistemática con posterior metanálisis en red, incluyó finalmente 21 ensayos controlados aleatorizados, con una muestra global superior a 2500 personas. Analizaron los estudios de intervención con grupos de sólo antidepresivos, sólo ejercicio, o una combinación de ambos. Las intervenciones con ejercicios tuvieron tasas de abandono más altas que las intervenciones antidepresivas, probablemente por el mayor esfuerzo requerido por parte de los participantes. A mi juicio, quizás es más fácil tomar una "pastilla" que buscar un hueco para ir al "gimnasio"... Además, los altos costos, el miedo a la adicción y los posibles efectos adversos limitan la aplicabilidad de los antidepresivos en algunos entornos de la vida real.

En sus conclusiones finales establecieron que los resultados del análisis no indican diferencias entre el ejercicio y las intervenciones farmacológicas con antidepresivos en la reducción de los síntomas depresivos en adultos con depresión no grave. Estos hallazgos apoyan la adopción del ejercicio como una alternativa o tratamiento adyuvante para la depresión no grave en adultos.

lunes, 17 de octubre de 2022

El sobrepeso y la obesidad inducen alteraciones cerebrales estructurales derivadas de la neuroinflamación

La epidemia mundial de obesidad es un importante contribuyente a las enfermedades crónicas y la discapacidad en el mundo de hoy. El exceso de grasa visceral se acompaña de un aumento de los niveles circulantes de citoquinas proinflamatorias y reactantes de fase aguda, que conducen a una inflamación crónica leve que afecta el hígado, el aparato musculoesquelético y el sistema circulatorio. Sin embargo, no son tan claros sus efectos sobre el sistema nervioso, particularmente el cerebro. 

En la revista Journal of Obesity fue publicado el año pasado un interesante artículo de autores mejicanos (https://www.hindawi.com/journals/jobe/2021/6613385/), que repasa la relación entre el sobrepeso/obesidad y las vías de la neuroinflamación que, de forma crónica, puede inducir alteraciones cerebrales estructurales, conllevando a patologías neurodegenerativas tipo Alzheimer y Parkinson.

Esta revisión describe hallazgos recientes de neuroimagen y dos estudios de densidad celular con respecto a las funciones de la inflamación hipotalámica inducida por sobrenutrición en la neurodegeneración. Estos estudios proporcionaron evidencia consistente de un menor grosor cortical o reducción en el volumen de materia gris en pacientes con sobrepeso y obesidad.

Se desconocen los mecanismos de afectación encefálica, con la subsiguiente reducción de volumen cerebral, siendo probable que la neuroinflamación causada por la obesidad induzca la pérdida neuronal. Los adipocitos, los macrófagos del tejido adiposo y la disbiosis intestinal en individuos con sobrepeso y obesos dan como resultado la secreción de citoquinas (como las adipocinas y otras quimiocinas) que cruzan la barrera hematoencefálica y pueden estimular la microglía, que a su vez también libera citoquinas proinflamatorias. Esto conduce a la neuroinflamación crónica de bajo grado y puede ser un factor importante para la señalización apoptótica y la muerte neuronal; otra posible vía pudiera ser la afectación de pequeños vasos cerebrales (microangiopatía). También se discute en este artículo el bajo rendimiento cognitivo, principalmente en las funciones ejecutivas, en individuos con obesidad.

Es curioso que la neuroinflamación en las enfermedades neurodegenerativas (como las enfermedades de Alzheimer y Parkinson), propias de los países más desarrollados, puede ser similar a la de las enfermedades metabólicas inducidas por la desnutrición, habitual en países más empobrecidos.

En definitiva, esta revisión destaca los mecanismos neuroinflamatorios y neurodegenerativos relacionados con la obesidad y enfatiza la importancia de desarrollar estrategias efectivas de intervención de prevención y tratamiento para individuos con sobrepeso y obesidad.

sábado, 30 de julio de 2022

La dieta de productos vegetales sin procesar es beneficiosa para la piel

Una dieta basada en plantas sin procesar (hortalizas, frutas, legumbres, semillas, frutos secos) indica una dieta abundante en alimentos ricos en antioxidantes. El consumo regular de estos alimentos vegetales puede proporcionar los micronutrientes, vitaminas y minerales, necesarios para mantener las células más jóvenes. Excluyen una alta cantidad de grasas saturadas, sal y azúcar, que dañan las células de nuestro organismo: estos componentes nocivos suelen estar presentes en alimentos ultraprocesados y carnes rojas (procesadas), fundamentalmente.

Un estudio tipo revisión sistemática publicado en el Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7380694/), que cuenta con 79 artículos analizados, determinó la asociación entre el envejecimiento cutáneo y los micronutrientes antioxidantes, naturalmente presentes en alimentos de origen vegetal sin procesar: vitamina E, vitamina C, CoQ10, polifenoles, clorofila, zeaxantina, etc. Este artículo incluye un enfoque de recomendaciones basado en la evidencia con el objetivo de aumentar la cantidad de antioxidantes y disminuir la cantidad de gerontotoxinas en la dieta, lo que resulta en una piel más saludable. Las gerontotoxinas, que contribuyen a la inflamación sistémica de bajo grado, son un grupo de sustancias que hacen que nuestras células cutáneas envejezcan prematuramente, por glicación avanzada, lo cual puede redundar en un deterioro acelerado del colágeno, la elastina, la vitronectina y la laminina de la piel. Esto puede presentarse clínicamente como úlceras cutáneas y retraso en la cicatrización de la piel, y a la larga, envejecimiento cutáneo (arrugas finas, pérdida de elasticidad, sequedad). En cuanto a antioxidantes relacionados con alimentos de origen vegetal sin procesar, las hortalizas verdes contienen la mayor cantidad de antioxidantes, y las bayas (arándanos, etc) contienen la mayor cantidad de antioxidantes de cualquier fruta.

Además, en algunos estudios se demuestra cómo las modificaciones en el estilo de vida y la dieta, con un mayor consumo de vegetales, influyeron en la actividad de la telomerasa para retrasar el proceso de envejecimiento y posiblemente revertirlo. Esto fue evidente en el aumento de la longitud de los telómeros en estudios de seguimiento a cinco años.

jueves, 7 de julio de 2022

El ejercicio físico mejora la vida sexual

La salud sexual y reproductiva, incluyendo parámetros como vigor y deseo relacionados con el sexo, está directamente relacionada con la alimentación, los hábitos de vida saludable (evitamiento de alcohol y tabaco), así como el control del estrés crónico. A mayores, el ejercicio físico también influye favorablemente sobre dicha salud sexual.

En mujeres, un estudio tipo revisión sistemática (https://www.mdpi.com/1660-4601/17/8/2680/htm), de origen español (andaluz), de más de 1700 artículos, y que finalmente analizó 11 estudios prospectivos (incluidos 8 ensayos controlados aleatorizados), estudió los efectos del ejercicio físico sobre la función sexual y la calidad de la vida sexual, en mujeres peri y posmenopáusicas, así como su impacto en los síntomas de la menopausia. Los programas de entrenamiento más comúnmente recomendados se basan en el ejercicio de los músculos del suelo pélvico, ya que parecen tener el mayor impacto en la función sexual; también parecen mejorar, según diversos estudios, los ejercicios mente-cuerpo (tipo yoga). Sin embargo, en lo que respecta a los programas más tradicionales, los ejercicios aeróbicos mostraron resultados inconsistentes y el entrenamiento de resistencia no pareció transmitir ningún beneficio; no se analizaron ejercicios de fuerza. En sus conclusiones, apuntan a que se necesitan más estudios sobre este tema, para dilucidar si el ejercicio puede mejorar los síntomas perimenopáusicos, así como la disfunción y calidad de vida sexual. Ello permitirá establecer estrategias para prevenir una merma de la actividad sexual en las mujeres a partir del periodo climatérico.

En hombres, otra revisión sistemática de origen escandinavo (https://www.smoa.jsexmed.org/article/S2050-1161(18)30029-1/fulltext), publicada en la revista Sexual Medicine, estimó los niveles de actividad física necesarios para disminuir la disfunción eréctil en hombres sedentarios, así como la relacionada con otros parámetros como obesidad, hipertensión, síndrome metabólico y/o enfermedades cardiovasculares. Finalmente, eligieron 10 artículos para la revisión. Concluyeron que las recomendaciones de ejercicio para disminuir la disfunción eréctil (incapacidad de alcanzar o mantener una erección peneana de calidad suficiente para permitir una actividad sexual satisfactoria) deben incluir un entrenamiento, preferiblemente supervisado, que consista en más de 40 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a vigorosa, al menos 4 veces por semana. En general, dicho ejercicio desarrollado durante más de 6 meses contribuye a disminuir los problemas de erección en los hombres con disfunción eréctil causada por la inactividad física, y resto de factores analizados. Importante remarcar que la disfunción eréctil tiene un impacto negativo en la calidad de vida y el bienestar, y se asocia además con la ansiedad y la depresión.

sábado, 18 de junio de 2022

El consumo de pescado (rico en omega 3) mejora la artritis reumatoide

La artritis reumatoide (AR) es una de las enfermedades inflamatorias autoinmunes crónicas más comunes. La prevalencia de AR en el mundo oscila entre el 0,5% y el 1,0%, siendo el porcentaje predominante el de mujeres. Está caracterizada por inflamación simétrica inespecífica de las articulaciones, principalmente pequeñas y medianas, lesiones extraarticulares y complicaciones sistémicas. Tiene períodos de remisiones y exacerbaciones del dolor y la inflamación, sobre todo de manos y pies, pudiendo conducir a la destrucción y deformación articular, así como al deterioro progresivo de la función, y en algunos casos a la pérdida de años de vida potencial, tanto en cantidad como en calidad.

Una revisión sistemática desarrollada por investigadores polacos, y publicada en la revista Nutrients en 2022, hace unos meses, (https://www.mdpi.com/2072-6643/14/5/1030/htm), repasa el efecto del consumo regular de ácidos grasos omega 3, especialmente presente en el pescado azul, en las personas afectadas por la AR. Son más de 70 los estudios analizados, tanto observacionales como ensayos controlados aleatorizados. El consumo regular en la dieta de estos ácidos grasos (EPA y DHA), derivados del ácido linolénico, contribuye a la mejoría del estado clínico del paciente con AR, al disminuir el dolor y la actividad de la enfermedad. Los ácidos grasos omega 3 inducen propiedades inmunomoduladoras: son un componente esencial en la síntesis de eicosanoides, que producen propiedades antiinflamatorias naturales, no mediadas por fármacos.

Algunos de estos estudios confirman que estos ácidos grasos de cadena larga pueden tener propiedades profilácticas en la formación de AR, aunque no está tan claro su papel en la génesis inicial de la artritis, y sí más bien en la mejora del pronóstico y evolución posterior, una vez iniciada. Por ello, concluyen estos autores, los efectos del tratamiento farmacológico sobre la actividad de la enfermedad en la AR pueden complementarse con la recomendación de un mayor consumo de alimentos que portan omega 3 (sobre todo pescado azul, nueces, y semillas de lino, chía y calabaza).

sábado, 4 de junio de 2022

Un peso corporal adecuado y la práctica de ejercicio regular mejora las enfermedades reumáticas

El peso corporal y el ejercicio físico son importantes para la salud. No está claro si dichas variables influyen en los parámetros clínicos y evolutivos de las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas en general.

En un reciente artículo publicado en el British Medical Journal en marzo de 2022 (https://rmdopen.bmj.com/content/8/1/e002168), la Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) revisó toda la literatura publicada anteriormente sobre los efectos del ejercicio físico y el peso corporal en distintas enfermedades reumáticas.
Se realizaron 3 revisiones sistemáticas correlacionando peso (236 artículos) y ejercicio (181 artículos) con el impacto en 7 de las enfermedades reumáticas más prevalentes: artrosis, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, espondiloartritis axial, artritis psoriásica, esclerosis sistémica y gota. ¡Todas estas patologías mejoraron en relación al dolor y la capacidad funcional con la práctica del ejercicio regular! Incluso también la actividad clínica de la enfermedad en las espondiloartritis axiales... El aumento del peso corporal se asoció con peor evolución clínica y funcional para la mayoría de estas enfermedades.

El artículo desgrana en el apartado Resultados múltiples estudios observacionales, ensayos controlados y metanálisis en todas y cada una de las enfermedades reumáticas anteriormente señaladas, confirmando los beneficios del ejercicio en sus diferentes propuestas así como conseguir un peso corporal adecuado.

Como conclusión final, los expertos subrayan que la literatura actual apoya la recomendación de ejercicio y el mantenimiento de un peso corporal saludable para las personas con enfermedades reumáticas. Se debe animar a las personas con dichas patologías a realizar ejercicio adaptado si actualmente no lo realizan, o a mantenerlo si ya es óptimo y adecuado. Además, las personas con estos reumatismos debieran ser alentadas y apoyadas para alcanzar y mantener un peso corporal saludable.

martes, 17 de mayo de 2022

Dieta y tendencia a la ansiedad: una asociación significativa

Anteriormente he tratado en el blog sobre la relación de ciertas dietas (alimentos y comportamientos dietéticos) en la génesis de los trastornos depresivos: https://efecorpore.blogspot.com/2016/03/mas-frutas-legumbres-verduras-y-frutos.htmlhttps://efecorpore.blogspot.com/2011/01/el-exceso-de-grasas-produce-depresion.htmlhttps://efecorpore.blogspot.com/2016/02/consumir-mas-pescado-mejora-el-animo-y.htmlhttps://efecorpore.blogspot.com/2021/03/unos-niveles-adecuados-de-vitamina-b12.html. Sin embargo, la relación entre lo que comemos y la tendencia a la ansiedad no es tan clara.

Un estudio publicado en la revista Nutrients (https://www.mdpi.com/2072-6643/13/12/4418/htm), firmado por autores estadounidenses, canadienses y australianos, realizó una amplia revisión sistemática sobre todos los trabajos de investigación que tratan de dilucidar la asociación entre dieta y ansiedad: se incluyeron más de 1540 artículos, que cumplieron criterios de inclusión.

El análisis desarrollado en la revisión practicada por estos autores reveló una asociación entre menores niveles de ansiedad y consumo de más frutas y verduras, ácidos grasos omega-3 (pescados, semillas...), patrones dietéticos generales "saludables" (dieta mediterránea, de restricción calórica, antinflamatoria, cetogénica), así como algunos suplementos de micronutrientes: zinc, magnesio, selenio, vitaminas C y E, probióticos y distintos fitoquímicos. Por contra, el estudio confirmó una probable asociación entre niveles más altos de ansiedad y dietas altas en grasas de mala calidad, escaso consumo de triptófano y proteínas, altas ingestas de azúcar y carbohidratos refinados, y patrones dietéticos "poco saludables" (hábitos desordenados, prisas en elaboración y consumo de alimentos). 

Remarcan los autores la necesidad de más investigaciones de alta calidad al respecto, con más estudios científicos observacionales y ensayos controlados aleatorizados.

miércoles, 4 de mayo de 2022

La exposición a ambientes naturales favorece la salud

Los seres humanos han disfrutado de los entornos forestales durante siglos debido a la atmósfera tranquila, hermosos paisajes, clima templado, aromas agradables y aire fresco y limpio. También podría ser asimilable el concepto a cualquier otra estancia en un medio natural, ya sea una playa, una montaña, un parque, un desierto... 

Los "baños de bosque", tradicionalmente llamados en Japón como shinrin-yoku, consisten en una actividad en la que se realiza una visita a un paisaje boscoso, sumergiéndose en él con los cinco sentidos, a fin de obtener un bienestar para la persona o un beneficio para su salud. Se trata de una práctica popular no sólo en Japón, Corea y en países del Extremo Oriente, sino que se ha extendido como práctica saludable a otras muchas regiones de nuestro planeta (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Ba%C3%B1o_de_bosque).

En una revista de Salud Pública francesa un autor japonés realiza una interesante revisión sobre los efectos saludables de los shinrin-yoku, analizando los parámetros fisiológicos beneficiados por la práctica de dicha actividad (https://www.cairn.info/revue-sante-publique-2019-HS1-page-135.htm?ref=doi) (Versión traducida: https://cutt.ly/5GGHPEk).

Otros autores americanos también revisan los shinrin-yoku, llegando a parecidas conclusiones (https://www.mdpi.com/1660-4601/14/8/851/htm).

Se ha comprobado que los ambientes forestales (y probablemente otros) tienen los siguientes efectos beneficiosos sobre la salud humana:

1. Aumentan la actividad y número de células NK del sistema inmune, y los niveles intracelulares de proteínas anticancerígenas, lo que sugiere un efecto preventivo sobre los cánceres y probablemente sobre las enfermedades autoinmunes en general.

2. Reducen la presión arterial, la frecuencia cardíaca y las hormonas del estrés, como la adrenalina y la noradrenalina, así como el cortisol. Aumentan la actividad del sistema nervioso parasimpático, reduciendo la del simpático (estrés).

3. Aumentan los niveles de adiponectina sérica, una citoquina secretada por el tejido adiposo, que regula el metabolismo energético, estimulando la oxidación de ácidos grasos, reduciendo los triglicéridos plasmáticos y mejorando el metabolismo de la glucosa mediante aumento de la sensibilidad a la insulina. También aumenta el sulfato de dehidroepiandrosterona, una hormona que se convierte en hormonas sexuales masculinas y femeninas en el cuerpo, regulando su expresión.

5. En la prueba profile of mood states (POMS), reduce los niveles de ansiedad, depresión, ira, fatiga y confusión, y aumenta la puntuación en relación al vigor, mostrando también efectos psicológicos positivos.

Estos hallazgos sugieren que la exposición a ambientes naturales pueden tener efectos preventivos sobre las enfermedades relacionadas con el estilo de vida.

domingo, 24 de abril de 2022

Los ácidos grasos omega 3 previenen el deterioro cognitivo y reducen las tasas de depresión

Los omega 3 (EPA y DHA) son un grupo de ácidos grasos polinsaturados de cadena larga, que se encuentran en alta proporción en el pescado azul y ciertos mariscos, así como en algunas fuentes vegetales, tales como las nueces, el aceite de soja y de canola, las semillas de lino y chía (y sus aceites).

Anteriormente he tratado el blog sobre los beneficios para la salud de los ácidos grasos omega 3 (https://efecorpore.blogspot.com/search?q=omega+3), en concreto la disminución de la incidencia de las enfermedades cardiovasculares, su relación con la obesidad, la artrosis, o la artritis reumatoide. Pero no sólo estos ácidos grasos polinsaturados omega 3 son especialmente beneficiosos para el organismo en general, previniendo y mejorando dichas patologías, sino también en particular para las salud del sistema nervioso. Por un lado, dietas ricas en omega 3 previenen el deterioro cognitivo, mientras que su baja ingesta lo aumenta. Y exactamente lo mismo ocurre con trastornos depresivos: ingestas bajas en omega 3 se correlacionan con cuadros depresivos.

En una revisión sistemática de 2022, realizada por investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido), y publicada en el European Journal of Nutrition (https://link.springer.com/article/10.1007/s00394-021-02655-4), los ácidos grasos omega 3 se correlacionaron con mejoras cognitivas, reduciendo la incidencia de enfermedad de Alzheimer de forma significativa. En esta revisión, que comprende hasta 33 estudios observacionales y ensayos clínicos, se observa que los ácidos grasos omega 3 (EPA y DHA), tanto de la dieta como de forma suplementaria, tienen un efecto protector contra el deterioro cognitivo. El mecanismo fisiopatogénico de estos omega 3 estaría relacionado con una mejora de la plasticidad sináptica y la fluidez de la membrana neuronal, una disminución de la neuroinflamación, así como cambios en la expresión de genes relacionados con el deterioro cognitivo. Los efectos protectores de los ácidos grasos omega 3 sobre la función cognitiva y la reducción del riesgo de enfermedad de Alzheimer fueron evidentes en muchos de estos estudios, siendo que en algunos ensayos clínicos se sugiere un efecto más pronunciado en individuos con deterioro cognitivo temprano y leve.

En otro estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry en 2021, también de autoría británica, se explora la relevancia del papel de los ácidos grasos omega 3 sobre la mejora de la neurogénesis y su implicación en la reducción de las tasas de depresión mayor (https://www.nature.com/articles/s41380-021-01160-8). Se trata de un ensayo clínico controlado y aleatorizado en el que se realiza una investigación clínica e in vitro para probar qué metabolitos de los omega 3 están involucrados en los efectos antinflamatorios, neuroprotectores y antidepresivos. Los ácidos grasos omega 3 (EPA y DHA) y sus metabolitos previenen la reducción de la neurogénesis inducida por citoquinas y el aumento de la apoptosis o muerte celular. Dicho de otra forma, estos omega 3 disminuyen la neuroinflamación, estimulando el crecimiento y vitalidad de las neuronas del sistema nervioso central. Por último, el aumento de los niveles de mediadores lipídicos LOX y CYP450 en pacientes deprimidos que recibieron en este ensayo suplementos de omega 3, se correlacionó con una reducción en la sintomatología depresiva; dicho de otro modo: ciertos metabolitos derivados de los ácidos grasos omega 3 tuvieron un efecto antidepresivo.

martes, 12 de abril de 2022

La osteocalcina: una hormona ósea que afecta a nuestro cerebro

Sabemos hace tiempo sobre la importancia fisiológica, no sólo estructural y pasiva, de los 206 huesos que conforman el esqueleto humano. El hueso también posee otras funciones, como la endocrinometabólica, regulando la secreción de diferentes sustancias hormonales que participan en la homeostasis de la glucosa (regula la insulina), la capacidad de ejercicio, la reserva grasa, la fertilidad masculina, la prevención del cáncer, y más recientemente se ha visto su papel en el desarrollo cerebral y la cognición humana.

Un artículo publicado en la revista de acceso abierto "Frontiers" (https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fendo.2018.00794/full), proporciona una visión general actualizada de las funciones de la osteocalcina, una auténtica hormona generada por el hueso. Clásicamente se atribuye a dicha osteocalcina la capacidad de estimular la mineralización ósea por los osteoblastos, mejorando el proceso de crecimiento y recambio óseo.

El citado artículo abarca diferentes trabajos de investigación básica previa en los que se encontró que la osteocalcina regula el normal desarrollo y función del cerebro. Algunos de estos ensayos apuntaban a que ratones deficientes en osteocalcina eran más pasivos y sufrían de mayor ansiedad y disminución de la memoria en comparación con ratones sin dicho déficit. También, anatómicamente, se demostró que el cerebro, especialmente el hipocampo, una parte del lóbulo temporal implicada en la gestión de la memoria, el aprendizaje y las emociones, era más pequeño y menos desarrollado en modelos de ratones con déficit de osteocalcina. Asimismo, en otros estudios se ha descrito que la osteocalcina regula la síntesis de neurotransmisores en el sistema nervioso central, como la dopamina, la serotonina o la noradrenalina. Los autores elucubran con la siguiente afirmación teórica: "Teniendo en cuenta el hecho de que la sociedad occidental está envejeciendo de manera desproporcionada y un número creciente de personas sufren de deterioro cognitivo, la osteocalcina puede ser un agente terapéutico prometedor y novedoso para aliviar estos síntomas". 

Concluyendo: ya desde hace tiempo se conoce que el mejor estímulo para la producción de osteocalcina endógena es... el ejercicio! Ergo, se puede asumir que probablemente la realización de ejercicio físico, que estimula la producción de osteocalcina en nuestro sistema óseo, induce un óptimo desarrollo cerebral y sus funciones cognitivas y emocionales.

sábado, 26 de marzo de 2022

Relación entre la ingesta de frutas y verduras y la salud mental en adultos

Existen ciertas relaciones y sinergias positivas entre lo que comemos y nuestra salud emocional. Una mala alimentación puede redundar en una mayor probabilidad de desarrollar no sólo enfermedades que potencialmente puedan afectar el componente físico sino también psicológico o emocional de las personas. Por contra, puede considerarse que ciertos alimentos, y los distintos nutrientes contenidos en ellos, pueden asociarse a una mejor salud mental.

En la revista Nutrients se publicó en 2020 un trabajo de revisión desarrollado por autores polacos (https://www.mdpi.com/2072-6643/12/1/115/htm); su objetivo: realizar una amplia revisión sistemática de los estudios observacionales que analizan la asociación entre la ingesta de frutas y verduras y los aspectos generales de la salud mental en adultos. Se evaluaron más de 5900 trabajos de investigación, siendo finalmente 61 los seleccionados, aplicando la estrategia PRISMA. Entre sus resultados podría destacarse:

  • Cualquier aumento en el consumo de frutas y verduras resulta en la mejora del bienestar, la felicidad y disminución de los síntomas depresivos, con el efecto más fuerte observado para más de 6 porciones al día. Se destacó que el aumento de la actividad física puede ser necesario para beneficiarse del efecto positivo del consumo de frutas y verduras para proteger contra los síntomas depresivos.
  • Algunos estudios destacaron el efecto beneficioso en la salud mental no sólo de frutas y verduras en general, sino también la influencia de tipos específicos de estos alimentos, como los cítricos, las bayas, las verduras de hoja verde (particularmente espinacas), tomates, plátanos, manzanas, kiwi, zanahorias, lechuga y pepino.
  • La alta ingesta de frutas y verduras también se asoció con un mayor nivel de autoeficacia, así como un bajo nivel de angustia psicológica, ambigüedad y fatalismo por cáncer.
Como limitación expresada en la propia revisión, los estudios incluidos se realizaron utilizando metodologías muy variadas, en diferentes poblaciones, e involucraron diversas medidas de ingesta de frutas y verduras. Por lo tanto, se deben realizar más estudios que cubran todos los aspectos de la salud mental en diversas poblaciones, utilizando una metodología similar, para analizar la asociación entre el consumo de frutas y verduras y la salud mental en detalle.

sábado, 12 de marzo de 2022

Vitamina C y osteoporosis: una relación poco clara

Al tratar de osteoporosis siempre se habla de micronutrientes minerales como el calcio, el fósforo, o compuestos vitamínicos como la Vit. D. Sin embargo, otros elementos también parecen favorecer la salud osteoarticular, como la Vit. K o Vit. C; hoy vamos a profundizar en el conocimiento de esta última...

La vitamina C es un nutriente soluble en agua sintetizado por todas las plantas y la mayoría de los animales, excepto los humanos (también como curiosidad, las cobayas, el ruiseñor chino, alguna especie de truchas y los murciélagos frugívoros). A recordar que entre las fuentes de Vit. C no sólo se hallan los cítricos, y otras frutas, sino que también se encuentra dicha vitamina en verduras (como el brócoli), pimiento rojo, perejil, etc (https://es.wikipedia.org/wiki/Vitamina_C#Fuentes_de_vitamina_C).

La deficiencia de ácido ascórbico conduce a un conjunto de síntomas conocidos como escorbuto, una enfermedad bien conocida en la antigüedad por los marineros que debían embarcarse durante meses. Si no tenían acceso a productos hortifrutícolas frescos, acababan con una deficiencia de Vit. C, lo cual conducía a un síndrome que incluye una clínica variada: alteraciones en la piel, sangrado de las encías y, en formas graves, osteonecrosis, fracturas patológicas, incluso la muerte (por infecciones o alteraciones cardiovasculares). Actualmente no sólo se conoce su implicación en la formación de la proteína colágena (piel, huesos, articulaciones...), sino que también se sabe que juega un papel importante como factor antioxidante y enzimático, la regulación de la expresión génica o la activación del sistema inmunológico.

Un estudio publicado en la revista Nutrients por autores polacos (https://www.mdpi.com/2072-6643/12/8/2394/htm), realiza una revisión sistemática que abarca 20 años, y 66 artículos (8 de ellos de intervención), sobre la relación entre la Vit. C y el desarrollo de la enfermedad osteoporótica. Aparte de su roll fisiopatológico, con descripción de los mecanismos biológicos y moleculares (e.g. la hidroxilación de la colágena) relacionados con la vit. C y el tejido óseo, varios estudios longitudinales y prospectivos evaluaron la relación entre la Vit. C y la fractura osteoporótica demostrando el efecto protector del ácido ascórbico. Los estudios de intervención tipo ensayo clínico, suplementando la vitamina C y analizando su efecto sobre la posible osteoporosis, no son tan claros.

Los investigadores apuntan que hasta ahora no ha habido evidencia clara de los beneficios de la suplementación sistemática de Vit. C en la población general. La evidencia de un efecto beneficioso de la suplementación con vitamina C en pacientes sin una deficiencia significativa sobre la prevención o tratamiento de la osteoporosis tampoco es concluyente; sería necesario realizar estudios a largo plazo en un gran grupo de personas de todas las edades, y evaluar el efecto individual de la suplementación con ácido ascórbico en la calidad del hueso.

martes, 22 de febrero de 2022

Infografía sobre vitamina D y evolución humana

La presente infografía pretende comparar, de forma teórica e hipotética, dos individuos con diferentes condicionantes para los niveles de vitamina D en su organismo, durante la fase invernal.
El primer individuo vive en la Prehistoria, un amplio periodo, anterior al advenimiento de la escritura, unos 3500 años antes de nuestra era. Es un sujeto mayor, por lo que, en contra de unos niveles de vitamina D adecuados, se halla el fotoenvejecimiento cutáneo, es decir, la menor capacidad de la piel de sintetizar vit. D3 a través de la exposición solar. También juega en contra quizás el menor consumo de lácteos, pescado azul y huevos, aunque aquí podríamos argumentar que es importante la época concreta de la Prehistoria a la que nos refiramos. En el Paleolítico probablemente los alimentos que contienen vitamina D, anteriormente citados, son escasos en la alimentación diaria, siendo que dichos homo sapiens ancestrales, eran fundamentalmente cazadores-recolectores. Sin embargo, en el Neolítico, se mejoran las técnicas pesqueras, y sobre todo, con el desarrollo de la ganadería, aumentan los insumos de huevos y lácteos. De todas formas, dichos alimentos sólo generan el 10% del total de la vitamina D en el organismo. Pero ya sea paleolítico o neolítico, el sapiens se encuentra la mayor parte del día pululando fuera de su cueva, o de su choza...
El segundo individuo, el humano moderno, en general, tiene un acceso mayor a los alimentos fuente de vitamina D; además, es joven, por lo que su piel, sintetiza de forma más eficiente dicha vitamina a través de la exposición solar. Sin embargo, y a mi juicio, como mayor factor en contra, presenta unos usos y costumbres muy particulares durante el invierno, que lo contraponen al individuo prehistórico. Desde hace cientos de años, vive y trabaja en construcciones cerradas, permaneciendo enclaustrado de forma sedentaria la mayor parte del día. Va muy abrigado, le molesta mucho el frío, y se expone poco a los rayos del astro rey. Es verdad que en verano, a veces, se tumba largas horas en la arena de la playa, lo cual puede resultar incluso peligroso para su piel. Pero a partir del otoño, apenas sale al exterior, aprovechando muy poco las escasas horas de radiación solar, quizás algún fin de semana esporádicamente para hacer una barbacoa con la familia.

domingo, 13 de febrero de 2022

Resumen de las recomendaciones nutricionales para personas con osteoporosis de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición

La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea. Los huesos se vuelven más porosos, más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor facilidad. La osteoporosis se denomina epidemia silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Esta enfermedad afecta principalmente a mujeres después de la menopausia: en concreto, en España, aproximadamente 2 millones de mujeres padecen osteoporosis, con una prevalencia en la población postmenopáusica del 25% (1 de cada 4). Se estima que esta enfermedad es la causante de unas 25.000 fracturas cada año. 

Entre los factores predisponentes a la osteoporosis se encuentran algunos que no son modificables como la edad y el sexo, pero otros sí serían susceptibles de modificación, como los cambios en estilo de vida: la adecuada actividad física, la dieta equilibrada y de calidad y el abandono de los hábitos tóxicos.

Hace menos de 1 año se publicaron las Recomendaciones nutricionales para personas con osteoporosis de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) (https://www.seen.es/portal/recomendaciones-dieteticas/predeterminada/recomendaciones-personas-osteoporosis). Entre ellas se podrían destacar las siguientes:

  • Los requerimientos de calcio varían con la edad del individuo. En el adulto se recomienda un consumo de calcio de 1.000-1.200 mg/día. La fuente nutricional de calcio por excelencia son los lácteos, pero existen otros alimentos que portan dicho micronutriente mineral: legumbres, frutos secos, semillas, verduras y hortalizas, aunque su contenido en fitatos y oxalatos podría disminuir algo su biodisponibilidad.
  • Las principales fuentes nutricionales naturales de vitamina D3 son el pescado graso, moluscos, crustáceos, huevos (la yema), derivados lácteos, el hígado y otras vísceras. También se puede obtener vitamina D a partir de ciertas setas, de interés en el veganismo. Desgraciadamente el 90% de la Vitamina D3 se produce por exposición solar, siendo sólo el 10% restante por ingestión alimenticia; es la razón por la que es tan frecuente la insuficiencia de esta importante vitamina en los meses invernales...
  • El magnesio también mejora la calidad del hueso y favorece la formación ósea. Se recomienda la ingesta de 150-300 mg/día. Su deficiencia es rara en poblaciones bien nutridas, pero la absorción disminuye con la edad y los individuos mayores pueden estar en riesgo de deficiencia particularmente en respuesta a diuréticos o terapias laxantes. Las fuentes principales incluyen frutos secos, legumbres, lácteos, huevos, espinacas, remolacha, alcachofas, plátanos, patatas y cacao.
  • También es importante el consumo de proteínas, lo cual le proporciona al cuerpo una fuente de aminoácidos esenciales necesarios para el desarrollo del hueso. La ingesta adecuada de proteínas es particularmente importante para las personas mayores con osteoporosis ya que son más vulnerables a la sarcopenia y la fragilidad, contribuyendo a un mayor riesgo de caídas. Sin embargo, abusar de su consumo puede ser contraproducente para el hueso, como en el caso de las dietas “hiperproteicas” (más de 1,5g proteína/kg peso/día) ya que aumentan la eliminación del calcio en la orina. 
  • Por último, cabe destacar también el papel en la salud ósea de lo ácidos grasos omega-3 (ejercen un efecto positivo en el hueso sobre el remodelado óseo), la vitamina K (factor esencial en la activación de proteínas óseas, como la osteocalcina), la vitamina C (interviene en la formación del colágeno, su déficit favorece la disminución de la matriz ósea, así como el retraso en la consolidación de fracturas).
  • En otras recomendaciones podríamos añadir la de evitar el exceso de sal, cafeína (por encima de 3 tazas/día), abuso del alcohol (y tabaco!), y mantenerse en un peso saludable, que contribuye no sólo a un hueso de calidad, sino a disminuir el riesgo de caídas. 
  • Para descargar la guía completa de la SEEN: https://onx.la/17756

    miércoles, 9 de febrero de 2022

    Enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas y ejercicio físico

    Las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS) son un grupo de enfermedades poco conocidas, relativamente frecuentes en su conjunto, afectando a varios cientos de miles de personas en España. Quizás se conozca el nombre de alguna de ellas, como el lupus (eritematoso sistémico), pero no suelen reconocerse otras como el síndrome seco de Sjögren, la esclerosis sistémica, la dermatopolimiositis, las vasculitis sistémicas, y un largo etcétera de otras patologías. Presentan un denominador común: la autoagresión del propio sistema inmune (autoinmunes), que deja reconocer a los propios tejidos, produciendo graves fenómenos inflamatorios, con el consiguiente deterioro progresivo del organismo; ello puede conllevar importantes limitaciones funcionales, pérdida de la calidad de vida, e incluso en las formas más agresivas, a una pérdida de años de vida. La palabra “sistémicas” indica que puede implicar a múltiples sistemas corporales (musculoesquelético, respiratorio, cardiovascular, nervioso…), o a órganos como la piel, los riñones, el corazón, los pulmones, etc.

    Aunque hoy día existen variados tratamientos farmacológicos (antinflamatorios, inmunosupresores, biológicos, etc), la Sociedad Española de Reumatología, gracias a su programa Reumafit, vuelve a apostar por subrayar la necesidad de estilos de vida saludable en aras del mejor control de las ERAS. Así, parafraseando el contenido del programa, "el ejercicio es una auténtica vacuna": se ha demostrado que el ejercicio puede ser eficaz tanto en el tratamiento como en la prevención de este tipo de enfermedades, así como en la prevención de algunos de los efectos secundarios provocados por los tratamientos farmacológicos utilizados. Para descargar la guía de ejercicio para las ERAS, accede al siguiente enlace, donde podrás encontrar la guía completa, con aspectos generales, y consejos específicos para cada patología.

    domingo, 30 de enero de 2022

    Relación entre ingesta proteica y sarcopenia en mujeres postmenopáusicas

    La baja ingesta proteica se relaciona con un deterioro de la masa muscular (sarcopenia), la fuerza y el rendimiento físico, que afecta particularmente a las personas mayores, debido a la progresiva pérdida de hormonas anabólicas en estadios avanzados de la vida.

    Ahondando en el concepto de relación entre la ingesta de proteínas y la tendencia a la sarcopenia muscular en adultos mayores, he encontrado un reciente artículo, que trata sobre el tema. En su publicación en diciembre de 2021, en la revista Nutrición Hospitalaria  (https://acortar.link/W7F69k), un grupo de investigadores valencianos analizan parámetros nutricionales y de actividad física en más de 160 mujeres mayores de 65 años. Aunque en general la mayoría de mujeres de la muestra consumían suficientes proteínas (según recomendaciones de la FAO/OMS: lo normal al menos ≥ 0,8 g/kg/día), más de un 26% de la muestra presentaban una ingesta de proteínas inferior a lo deseable, siendo un porcentaje similar las mujeres que presentaban algún grado de sarcopenia muscular.

    En el análisis correlacional del estudio se encontraron relaciones significativas entre el consumo de proteína y la prevalencia de la sarcopenia (y obesidad sarcopénica): menos ingesta proteica se asoció a más pérdida de fibras musculares, con disminución de masa y fuerza muscular global.

    En la discusión del artículo los autores expresan que, aunque el rendimiento físico de las mujeres no mostró diferencias significativas relacionadas con el consumo proteico, al contrario de lo que cabría esperar en relación con la literatura revisada, se observó un peor rendimiento en algunos de los tests de ejercicio físico en el grupo que consumía una cantidad menor de proteína. También añaden que, coincidiendo con otros investigadores, habría que considerar la necesidad de reevaluar las recomendaciones de ingesta de proteínas para los seres humanos adultos, para aproximarlas a valores cercanos a 1g/kg/día.

    martes, 25 de enero de 2022

    Propiedades nutricionales y beneficios de las nueces

    Anteriormente he tratado en el post las propiedades nutricionales y beneficios de los frutos secos y semillas, incluyendo a las nueces (https://efecorpore.blogspot.com/search?q=nueces), pero quería realizar una alusión específica a las mismas.

    Las nueces fueron empezadas a ser cultivadas por la civilización mesopotámica hace unos 7000 años. Entre sus variedades se encuentran la nuez de California (o inglesa), y la española o nuez común, de sabor más intenso. De diferente textura son la nuez de Macadamia, originaria de Australia (la más cara y exquisita), la nuez pecana americana, más dulce y de mayor aroma, y las nueces de cedro (originarias de Rusia) o de Brasil; el anacardo sería un tipo de nuez, procedente de la India. La mayor parte de los 1,2 millones de toneladas anuales de nueces se recogen en China.

    Es un alimento muy nutritivo y energético, siendo paradójicamente adecuado en dietas para bajar de peso, por su capacidad para sustituir otros alimentos y su poder saciante. Además, las nueces aumentan los niveles de serotonina, la cual reduce la sensación de hambre y nos hace sentir de mejor humor. El fruto del nogal es el fruto seco con más antioxidantes, aportando numerosos minerales como potasio, calcio, zinc, magnesio, hierro y fósforo.

    Destaca por su contenido en vitaminas del grupo B, como la vitamina B1 o tiamina y la B6 o piridoxina, que favorecen el buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular.

    El 90% de las grasas que contiene son insaturadas, conteniendo ácidos grasos poliinsaturados, como los famosos omega-3, que ejercen un poder cardioprotector: con una ración de 25 g de nueces cubriríamos la dosis diaria recomendada de omega-3 (ALA - ácido alfalinolénico). Según estudios de investigación hacen que disminuya un 30% el riesgo de accidentes coronarios y relacionados con la hipertensión, ayudando a regular los niveles de LDL-colesterol y triglicéridos.

    Finalmente, favorecen el buen estado de la microbiota intestinal, ayudando al buen funcionamiento del sistema digestivo; por la cantidad de fibra que contienen evitan el estreñimiento crónico.

    sábado, 8 de enero de 2022

    El envejecimiento saludable se asocia a hábitos de dieta y ejercicio adecuados

    En la revista Nutrients en 2021 (Nutrients. 2021 Jun 15;13(6):2045) ha aparecido un interesante y completo artículo de revisión (https://www.mdpi.com/2072-6643/13/6/2045/htm), desarrollado por un grupo de investigadores europeos, en relación a hábitos de vida, de nutrición y ejercicio físico, que fomentan un envejecimiento saludable.

    Vivir más tiempo se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, incluidas las deficiencias del sistema musculoesquelético e inmunológico, así como trastornos metabólicos y ciertos tipos de cáncer, cada uno de los cuales puede afectar negativamente la relación entre el huésped y la microbiota hasta la aparición de disbiosis. Por otro lado, los factores del estilo de vida, incluido el ejercicio físico regular y una dieta saludable, pueden afectar positivamente el músculo esquelético y el envejecimiento inmunológico en todas las edades. En consecuencia, los beneficios para la salud podrían depender en parte del efecto de tales intervenciones que influyen en la biodiversidad y la funcionalidad de la microbiota intestinal.

    En la revisión efectuada, primero se discuten los efectos fisiológicos del envejecimiento en la microbiota intestinal, el sistema inmunológico y el músculo esquelético. En segundo lugar, describen la evidencia epidemiológica humana sobre las asociaciones entre la actividad física y la aptitud física y la composición de la microbiota intestinal en adultos mayores. La tercera parte destaca la relevancia y los mecanismos restaurativos de la protección inmune a través de la actividad física y las intervenciones específicas de ejercicio durante el envejecimiento. Cuarto, presentan importantes hallazgos de investigación sobre los efectos del ejercicio y las proteínas, así como otros nutrientes en el rendimiento del músculo esquelético en adultos mayores. Finalmente, proporcionan recomendaciones nutricionales para prevenir la desnutrición y apoyar el envejecimiento activo saludable con un enfoque en la microbiota intestinal.

    Las principales preocupaciones relacionadas con la nutrición incluyen la necesidad de una ingesta adecuada de energía y proteínas para prevenir la baja masa muscular y una mayor demanda de nutrientes específicos (por ejemplo, fibra dietética, polifenoles y ácidos grasos polinsaturados) que pueden modificar la composición, la diversidad y la capacidad metabólica de la microbiota intestinal y, por lo tanto, pueden proporcionar un medio práctico para mejorar la función inmune intestinal y sistémica.

    De entre los aspectos más ilustrativos del artículo he entresacado los siguientes:

    1. La microbiota intestinal está implicada en la aparición de varias enfermedades y síndromes crónicos relacionados con la edad: por ejemplo, la aparición y progresión de enfermedades neurodegenerativas, incluidas la demencia y la enfermedad de Parkinson, o la atrofia muscular relacionada con la sarcopenia (pérdida de fibras musculares). La alimentación apropiada y un ejercicio físico suficiente mejoran la calidad de la biodiversidad y calidad de nuestra microbiota intestinal.
    2. Ciertos factores específicos del estilo de vida, como la obesidad o la inactividad física, pueden conducir a un envejecimiento inmunológico, que puede favorecer numerosas enfermedades crónicas de base inflamatoria-autoinmune, o metabólica (resistencia a la insulina, arterioesclerosis, etc).
    3. Los adultos mayores físicamente muy activos retrasan significativamente la acumulación de grasa corporal y la pérdida de masa magra en la vejez, frenando el progreso de la sarcopenia muscular, inflamación sistémica de bajo grado, la disfunción mitocondrial y senescencia celular, y el deterioro de la regeneración debido a la reducción de la función de las células madre.
    4. Los estudios clínicos han demostrado que la combinación de ejercicio de fuerza y ​​dietas con suficientes proteínas (incluso suplementadas) y vitamina D es una estrategia eficaz para prevenir la sarcopenia y mejorar el funcionamiento físico de los adultos mayores. La evidencia sugiere beneficios de la mayor ingesta de proteínas en la dieta sobre la preservación de la masa muscular y la salud del hueso, atenuando así el riesgo de sarcopenia y pérdida ósea.










    Tópico a desmontar: el colesterol dietético aumenta el colesterol en sangre

    Hace años, se afirmaba la relación entre el consumo de alimentos altos en colesterol y el medido en sangre, alertando sobre sus efectos card...