Los dolores lumbares no solamente suponen la primera causa de incapacidad laboral -con una media de más de un mes de baja en los trabajadores que lo padecen-, sino que “están aumentando de forma significativa en nuestro país debido fundamentalmente a los malos hábitos en niños y en adolescentes”, según ha advertido el doctor Cayetano Alegre, del Servicio de Reumatología del Instituto Universitario Dexeus, con motivo del Día Mundial del Dolor Lumbar.
En opinión del doctor Alegre, hay muchos factores que influyen en los jóvenes y que son cruciales en el desarrollo de dolores de espalda, como puede ser la obesidad infantil, que se ha visto incrementada de forma preocupante en España, con una tasa del 20%. Además, en la actualidad se ven muchas adolescentes que usan tacones superiores a 7 centímetros, lo que cambia el eje de verticalidad de la espalda y favorece este tipo de dolores.
Asimismo, la sobrecarga de peso en las carteras escolares, la mala práctica de determinados tipos de deportes, como el baloncesto o el ballet, y el sedentarismo o la ausencia de ejercicio regular no violento son los principales motivos que hacen que muchos chicos padezcan dolores de espalda también en la edad adulta.
Se estima que en torno al 90% de la población sufrirá una lumbalgia a lo largo de la vida, y si no se tienen en cuenta medidas adecuadas para corregir los desencadenantes se volverá a repetir este dolor, que más o menos tiene una incidencia del 15%. No obstante, detalla el experto, hay que diferenciar las lumbalgias agudas de las lumbalgias crónicas; las primeras son consecuencia de una contractura muscular lumbar provocada por sobreesfuerzo, por debilidad en momentos bajos de salud o incluso por ansiedad; las segundas se deben a una alteración de la columna -ya sea de nacimiento o adquirida- que ocasiona una alteración mecánica, lo que provoca una sobrecarga funcional lumbar que puede dar lugar a dolor.
Según el doctor Alegre, hay que acudir al médico en las siguientes circunstancias: cuando no hay motivo aparente para tener lumbalgia; cuando dura más de lo normal, considerando como ‘normal’ 2 o 3 días intensos y su desaparición en menos de 10 días; cuando no tiene una relación con el movimiento, es decir, que persiste en reposo o interrumpe el sueño; cuando se acompaña con signos de afectación general como fiebre, falta de apetito, adelgazamiento, depresión, etcétera; cuando aparece en personas mayores fuera de la edad laboral; cuando se precede de un crujido brusco; cuando el dolor se irradia a la pierna o produce sensación de fallo u hormigueo.
No es necesario acudir en una primera lumbalgia después de un esfuerzo por muy intenso que sea el dolor, suelen ser suficientes dos días –como máximo- de reposo, calor local y algún analgésico o relajante muscular para combatir este dolor, ha precisado el experto.
Respecto al diagnóstico, el método más preciso es la historia clínica y la exploración física. “Además hoy día existen numerosas herramientas que pueden sacarnos de dudas, como son la resonancia magnética, la radiografía, el escáner, la gammagrafía y la electromiografía”, ha asegurado el doctor Alegre, que además ha recalcado que “en el campo del tratamiento del dolor hay fármacos mucho más eficaces y menos tóxicos, y actualmente los nuevos opioides dan más seguridad, mejor manejo y provocan menos efectos adversos”.
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