Los empleados que están de baja médica
debido a dolor lumbar tienen más probabilidades de volver al trabajo si reciben
información tranquilizadora y consejos médicos sobre cómo permanecer activos,
según un estudio que publica la revista “Spine”.
Las personas que sufren de dolor lumbar no específico que
evitan la actividad podrían retrasar su recuperación, señalan los
investigadores, el Dr. Marc Du Bois y Peter Donceel, de la Universidad de Leuven
(Bélgica).
En el estudio participaron más de 500 empleados (sobre
todo trabajadores manuales) que estaban en baja médica debido al dolor de
espalda. Los trabajadores que tenían síntomas de un problema grave de espalda no
fueron incluidos.
Los investigadores seleccionaron al azar a la mitad de
los empleados para que recibieran información y consejos sobre su patología.
Específicamente, a esos trabajadores se les dijo que su dolor probablemente
pasaría con el tiempo. También se les aconsejó evitar el descanso en cama,
permanecer activos y seguir con su rutina normal.
Los demás participantes no recibieron esta información ni
información tranquilizadora, y sólo se les administró la evaluación estándar de
discapacidad.
Los trabajadores que fueron asesorados sobre el dolor de
espalda, y a quienes se aseguró que mejorarían, eran más propensos a volver al
trabajo. El estudio mostró que tras un año, apenas 4% de esos trabajadores no
habían vuelto a trabajar. En comparación, 8% de los que no habían recibido la
consejería sobre el dolor de espalda seguían en baja.
Los investigadores hallaron que 38% de los que recibieron
consejos sobre el dolor de espalda tuvieron episodios repetidos de baja médica,
frente a 60% de los que no recibieron esos consejos. "La combinación de asesoría
y evaluación de la discapacidad por parte de un asesor médico resulta en una
mayor tasa de regreso al trabajo debido a una menor recurrencia de la licencia
por enfermedad, en comparación con sólo evaluar la discapacidad", describen los
autores.
Los consejos sobre el dolor de espalda baja deben ser
parte de las evaluaciones rutinarias de discapacidad, para evitar que se
convierta en una afección crónica y que incapacite, concluyen los autores, y
esos consejos deben proporcionarse en un plazo de seis semanas del inicio de la
baja médica del trabajador.
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