Según un estudio internacional, casi el 3,6 % de los nuevos casos de cáncer al año (481.000 en números absolutos a nivel mundial) tienen su origen en la obesidad. Esta incidencia es significativamente superior en los países desarrollados que en los países en vías de desarrollo, indican los investigadores de la International Agency for Research on Cancer (IARC) de Lyon (Francia) en “The Lancet Oncology”.
Con datos de 184 países, los científicos liderados por Melina Arnold calcularon que, en el año 2012, aproximadamente una cuarta parte de todos los casos de cáncer relacionados con la obesidad (118.000) se podían atribuir al IMC, que ha estado en aumento desde 1982, y que, por lo tanto, se podrían haber evitado.
La obesidad tiene un mayor impacto en mujeres que en hombres. En 2012, el 5,4 % de los nuevos casos de cáncer en mujeres (345.000) estuvieron relacionados con la obesidad, mientras que solo hubo un 1,9 % de hombres (136.000). Tres cuartas partes de los cánceres en mujeres relacionados con la obesidad (250.000 casos) se deben al cáncer de mama postmenopáusico y a cánceres endometriales o colorrectales. En los hombres, el cáncer de colon y riñón suma dos tercios (90.000 casos) de esta enfermedad.
En los países desarrollados, el problema es más prevalente: el 8 % de casos de cáncer en mujeres y el 3 % en hombres están asociados a la obesidad, en comparación con los países en vías de desarrollo, en los que solo hay un 1,5 % de casos de cáncer en mujeres y un 0,3 % en hombres. América del Norte aportó casi un cuarto (23 %) de todos los casos de cáncer relacionados con la obesidad en el mundo. Por el contrario, la prevalencia más baja se encuentra en el África subsahariana. En Europa, el problema es mayor en Europa del Este.
“La prevalencia global de la obesidad en adultos se ha doblado desde 1980. Si esta tendencia continúa, aumentará la incidencia futura del cáncer, especialmente en América del Sur y el Norte de África, donde se está sufriendo el mayor aumento en la tasa de obesidad durante los últimos 30 años”, explica Melina Arnold.
En definitiva, epidemiológicamente hablando, una parte no despreciable de los tumores malignos en el mundo se deben a la obesidad.
Con datos de 184 países, los científicos liderados por Melina Arnold calcularon que, en el año 2012, aproximadamente una cuarta parte de todos los casos de cáncer relacionados con la obesidad (118.000) se podían atribuir al IMC, que ha estado en aumento desde 1982, y que, por lo tanto, se podrían haber evitado.
La obesidad tiene un mayor impacto en mujeres que en hombres. En 2012, el 5,4 % de los nuevos casos de cáncer en mujeres (345.000) estuvieron relacionados con la obesidad, mientras que solo hubo un 1,9 % de hombres (136.000). Tres cuartas partes de los cánceres en mujeres relacionados con la obesidad (250.000 casos) se deben al cáncer de mama postmenopáusico y a cánceres endometriales o colorrectales. En los hombres, el cáncer de colon y riñón suma dos tercios (90.000 casos) de esta enfermedad.
En los países desarrollados, el problema es más prevalente: el 8 % de casos de cáncer en mujeres y el 3 % en hombres están asociados a la obesidad, en comparación con los países en vías de desarrollo, en los que solo hay un 1,5 % de casos de cáncer en mujeres y un 0,3 % en hombres. América del Norte aportó casi un cuarto (23 %) de todos los casos de cáncer relacionados con la obesidad en el mundo. Por el contrario, la prevalencia más baja se encuentra en el África subsahariana. En Europa, el problema es mayor en Europa del Este.
“La prevalencia global de la obesidad en adultos se ha doblado desde 1980. Si esta tendencia continúa, aumentará la incidencia futura del cáncer, especialmente en América del Sur y el Norte de África, donde se está sufriendo el mayor aumento en la tasa de obesidad durante los últimos 30 años”, explica Melina Arnold.
En definitiva, epidemiológicamente hablando, una parte no despreciable de los tumores malignos en el mundo se deben a la obesidad.
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