El uso regular de suplementos de glucosamina podría estar relacionado con un menor riesgo de eventos cardiovasculares, como cardiopatía isquémica e ictus, según un análisis de datos del UK Biobank publicado en The BMJ.
La glucosamina se utiliza para aliviar la artrosis y el dolor articular. Aunque su efectividad sobre el dolor articular continúa siendo debatida, este y otros estudios sugieren que podría tener un papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la reducción de la mortalidad. Sin embargo, todavía faltan pruebas concluyentes.
Para explorar más a fondo estas asociaciones potenciales, investigadores, dirigidos por Lu Qi, de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans (Estados Unidos) analizaron a 466.039 participantes sin enfermedad cardiovascular, que rellenaron un cuestionario sobre el uso de suplementos. Los certificados de defunción y los registros hospitalarios se utilizaron para monitorizar los eventos cardiovasculares durante un período de seguimiento promedio de 7 años. En general, casi uno de cada cinco (19,3%) participantes declaró usar glucosamina al inicio del estudio.
Los investigadores encontraron que el uso de glucosamina estaba asociado a un riesgo un 15% menor de eventos cardiovasculares totales, y un riesgo entre un 9 y 22% menor de cardiopatía isquémica, ictus y muerte por enfermedad cardiovascular en comparación con el no uso del suplemento.
Estas asociaciones favorables se mantuvieron después de tener en cuenta los factores de riesgo tradicionales, como la edad, el sexo, el índice de masa corporal, el origen étnico, el estilo de vida, la dieta, la medicación y otros suplementos. La asociación entre el uso de glucosamina y la cardiopatía coronaria también fue más fuerte en fumadores (riesgo un 37% menor) en comparación con los que nunca han fumado (12%) y exfumadores (18%).
Los investigadores explican que podría haber varios mecanismos que expliquen estos resultados. Por ejemplo, el uso regular de glucosamina se ha relacionado con una reducción en los niveles de proteína C reactiva, asociada con la inflamación. Esto también puede ayudar a explicar la asociación más fuerte entre los fumadores, que tienen niveles más altos de inflamación y mayor riesgo cardiovascular que los no fumadores. Además, la glucosamina puede imitar una dieta baja en carbohidratos, que ha sido asociada con menor riesgo cardiovascular.
La glucosamina se utiliza para aliviar la artrosis y el dolor articular. Aunque su efectividad sobre el dolor articular continúa siendo debatida, este y otros estudios sugieren que podría tener un papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la reducción de la mortalidad. Sin embargo, todavía faltan pruebas concluyentes.
Para explorar más a fondo estas asociaciones potenciales, investigadores, dirigidos por Lu Qi, de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans (Estados Unidos) analizaron a 466.039 participantes sin enfermedad cardiovascular, que rellenaron un cuestionario sobre el uso de suplementos. Los certificados de defunción y los registros hospitalarios se utilizaron para monitorizar los eventos cardiovasculares durante un período de seguimiento promedio de 7 años. En general, casi uno de cada cinco (19,3%) participantes declaró usar glucosamina al inicio del estudio.
Los investigadores encontraron que el uso de glucosamina estaba asociado a un riesgo un 15% menor de eventos cardiovasculares totales, y un riesgo entre un 9 y 22% menor de cardiopatía isquémica, ictus y muerte por enfermedad cardiovascular en comparación con el no uso del suplemento.
Estas asociaciones favorables se mantuvieron después de tener en cuenta los factores de riesgo tradicionales, como la edad, el sexo, el índice de masa corporal, el origen étnico, el estilo de vida, la dieta, la medicación y otros suplementos. La asociación entre el uso de glucosamina y la cardiopatía coronaria también fue más fuerte en fumadores (riesgo un 37% menor) en comparación con los que nunca han fumado (12%) y exfumadores (18%).
Los investigadores explican que podría haber varios mecanismos que expliquen estos resultados. Por ejemplo, el uso regular de glucosamina se ha relacionado con una reducción en los niveles de proteína C reactiva, asociada con la inflamación. Esto también puede ayudar a explicar la asociación más fuerte entre los fumadores, que tienen niveles más altos de inflamación y mayor riesgo cardiovascular que los no fumadores. Además, la glucosamina puede imitar una dieta baja en carbohidratos, que ha sido asociada con menor riesgo cardiovascular.
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