Son indudables los beneficios del ayuno intermitente (no comer durante periodos más o menos prolongados) en distintos parámetros de la salud general, demostrándolo diversos estudios científicos. En concreto, un estudio reciente ha mostrado que el ayuno intermitente mejora la sensibilidad a la insulina y protege contra el hígado graso. Ahora, según estos nuevos hallazgos, publicados en Metabolism, los ratones con sobrepeso propensos a la diabetes presentan una alta acumulación de células grasas en el páncreas. Científicos del Deutsches Zentrum für Diabetesforschung (Alemania) han descubierto que los ratones con una dieta de ayuno intermitente tienen una menor cantidad de grasa pancreática, lo que podría contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Los ratones resistentes a la diabetes, debido a su composición genética a pesar del exceso de peso, apenas tenían grasa en el páncreas, sino que tenían depósitos de grasa en el hígado. "Las acumulaciones de grasa fuera del tejido adiposo, por ejemplo, en el hígado, los músculos o incluso los huesos, tienen un efecto negativo en estos órganos y en todo el cuerpo. El impacto de las células grasas en el páncreas no ha estado claro hasta ahora", según los autores del trabajo.
Su equipo dividió a los animales con sobrepeso propensos a la diabetes en dos grupos. Al primero se le permitió comer todo lo que quisieran cuando desearan. El segundo se sometió a un régimen de ayuno intermitente: un día los roedores recibieron comida ilimitada y al día siguiente no fueron alimentados en absoluto. Después de cinco semanas, observaron diferencias en el páncreas de los ratones: las células grasas se acumularon en el primer grupo; mientras que en el segundo apenas tenían depósitos de grasa en el páncreas.
Para averiguar cómo las células grasas pueden afectar la función del páncreas, aislaron células precursoras de adipocitos del páncreas de ratones y les permitieron diferenciarse en células grasas maduras. Si las células grasas maduras se cultivaran posteriormente junto con los islotes de Langerhans del páncreas, las células beta de los islotes segregarían cada vez más insulina.
Los autores aducen que el aumento de la secreción de insulina hace que los islotes de Langerhans de animales propensos a la diabetes se agotan más rápidamente y, después de algún tiempo, dejan de funcionar completamente. De esta manera, la acumulación de grasa en el páncreas podría contribuir al desarrollo de la diabetes tipo 2".
Los ratones resistentes a la diabetes, debido a su composición genética a pesar del exceso de peso, apenas tenían grasa en el páncreas, sino que tenían depósitos de grasa en el hígado. "Las acumulaciones de grasa fuera del tejido adiposo, por ejemplo, en el hígado, los músculos o incluso los huesos, tienen un efecto negativo en estos órganos y en todo el cuerpo. El impacto de las células grasas en el páncreas no ha estado claro hasta ahora", según los autores del trabajo.
Su equipo dividió a los animales con sobrepeso propensos a la diabetes en dos grupos. Al primero se le permitió comer todo lo que quisieran cuando desearan. El segundo se sometió a un régimen de ayuno intermitente: un día los roedores recibieron comida ilimitada y al día siguiente no fueron alimentados en absoluto. Después de cinco semanas, observaron diferencias en el páncreas de los ratones: las células grasas se acumularon en el primer grupo; mientras que en el segundo apenas tenían depósitos de grasa en el páncreas.
Para averiguar cómo las células grasas pueden afectar la función del páncreas, aislaron células precursoras de adipocitos del páncreas de ratones y les permitieron diferenciarse en células grasas maduras. Si las células grasas maduras se cultivaran posteriormente junto con los islotes de Langerhans del páncreas, las células beta de los islotes segregarían cada vez más insulina.
Los autores aducen que el aumento de la secreción de insulina hace que los islotes de Langerhans de animales propensos a la diabetes se agotan más rápidamente y, después de algún tiempo, dejan de funcionar completamente. De esta manera, la acumulación de grasa en el páncreas podría contribuir al desarrollo de la diabetes tipo 2".
No hay comentarios:
Publicar un comentario