A principios de año muchas
personas se apuntan a gimnasios o empiezan a hacer ejercicio con el
objetivo de eliminar esos kilos que han ganado durante la Navidad. No
obstante, el comienzo de estas actividades físicas puede conllevar una
serie de riesgos, especialmente en las caderas y en las rodillas, si no
se hace de una manera adecuada.
Así lo ha
explicado Rodrigo Abad, de la Sociedad Española de Médicos de Atención
Primaria (Semergen), quien ha advertido de que las principales lesiones
que se producen cuando se comienza a hacer ejercicio, tras un periodo
largo de sedentarismo, se dan en las articulaciones y en los músculos.
Estas
molestias suelen producirse en personas mayores con sobrepeso o que
padecen obesidad aunque, según ha asegurado Abad, los jóvenes tampoco
están exentos de padecer este tipo de lesiones.
Por
ello, este experto ha destacado la necesidad de que aquellos que no
están acostumbrados a realizar actividad física acudan a su médico de
atención primaria para que le realice una toma de presión arterial, una
analítica generalizada y, en el caso de que el facultativo lo crea
necesario, un electro.
Asimismo, ha
subrayado la importancia de que el programa se vaya realizando de manera
paulatina, con una frecuencia cardiaca máxima del 40 al 60%, y ha
aconsejado el uso de un calzado adecuado y ropa cómoda.
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