¿Qué nos dicen las pruebas de la revisión?
La evidencia de calidad moderada mostró que el tratamiento con ejercicios fue más eficaz para reducir la fatiga en comparación con el tratamiento "pasivo" o ningún tratamiento. La terapia de ejercicio tuvo un efecto positivo en el funcionamiento físico diario de las personas, el sueño y la autovaloración de la salud en general.
Un estudio sugiere que la terapia con ejercicios fue más eficaz que las estrategias de estimulación para reducir la fatiga. Sin embargo, la terapia con ejercicios no fue más eficaz que la Terapia Cognitivo-Conductual.
La terapia de ejercicio no empeoró los síntomas de las personas con SFC. Los efectos secundarios graves fueron raros en todos los grupos, pero la información limitada hace difícil sacar conclusiones firmes sobre la seguridad de la terapia con ejercicios.
La evidencia no fue suficiente para mostrar los efectos de la terapia con ejercicios sobre el dolor, el uso de otros servicios de salud o para permitir la evaluación de las tasas de abandono de los programas de ejercicios terapéuticos.
Los investigadores sugieren que se deben realizar más estudios para descubrir qué tipo de ejercicio es más beneficioso para las personas afectadas por el SFC, qué intensidad es mejor, la longitud óptima, así como el método de administración más beneficioso.
Conclusiones de los autores:
Los pacientes con SFC generalmente pueden beneficiarse y sentirse menos fatigados después de la terapia con ejercicios, y ninguna evidencia sugiere que la terapia con ejercicios puede empeorar los resultados. Se ha observado un efecto positivo con respecto al sueño, la función física y la autopercepción de la salud en general, pero no se pudieron sacar conclusiones sobre los resultados del dolor, la calidad de vida, la ansiedad, la depresión, la tasa de abandono y los recursos de los servicios de salud. La efectividad de la terapia con ejercicios parece ser mayor que la de caminar, pero similar a la de la Terapia Cognitivo-Conductual. Se necesitan ensayos aleatorios con bajo riesgo de sesgo para investigar el tipo, la duración y la intensidad de la intervención de ejercicio más beneficiosa.
La evidencia de calidad moderada mostró que el tratamiento con ejercicios fue más eficaz para reducir la fatiga en comparación con el tratamiento "pasivo" o ningún tratamiento. La terapia de ejercicio tuvo un efecto positivo en el funcionamiento físico diario de las personas, el sueño y la autovaloración de la salud en general.
Un estudio sugiere que la terapia con ejercicios fue más eficaz que las estrategias de estimulación para reducir la fatiga. Sin embargo, la terapia con ejercicios no fue más eficaz que la Terapia Cognitivo-Conductual.
La terapia de ejercicio no empeoró los síntomas de las personas con SFC. Los efectos secundarios graves fueron raros en todos los grupos, pero la información limitada hace difícil sacar conclusiones firmes sobre la seguridad de la terapia con ejercicios.
La evidencia no fue suficiente para mostrar los efectos de la terapia con ejercicios sobre el dolor, el uso de otros servicios de salud o para permitir la evaluación de las tasas de abandono de los programas de ejercicios terapéuticos.
Los investigadores sugieren que se deben realizar más estudios para descubrir qué tipo de ejercicio es más beneficioso para las personas afectadas por el SFC, qué intensidad es mejor, la longitud óptima, así como el método de administración más beneficioso.
Conclusiones de los autores:
Los pacientes con SFC generalmente pueden beneficiarse y sentirse menos fatigados después de la terapia con ejercicios, y ninguna evidencia sugiere que la terapia con ejercicios puede empeorar los resultados. Se ha observado un efecto positivo con respecto al sueño, la función física y la autopercepción de la salud en general, pero no se pudieron sacar conclusiones sobre los resultados del dolor, la calidad de vida, la ansiedad, la depresión, la tasa de abandono y los recursos de los servicios de salud. La efectividad de la terapia con ejercicios parece ser mayor que la de caminar, pero similar a la de la Terapia Cognitivo-Conductual. Se necesitan ensayos aleatorios con bajo riesgo de sesgo para investigar el tipo, la duración y la intensidad de la intervención de ejercicio más beneficiosa.
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