viernes, 31 de agosto de 2018

Alimentación en artrosis. ¿Previenen de ella los derivados de cartílago?

La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta a la salud del cartílago articular. Factores mecánicos y genéticos están claramente relacionados con su aparición. Anteriormente he publicado algunas entradas de blog en las que se relaciona también a ciertos factores nutricionales con la aparición de dicho proceso artrósico:


Pero, además de intentar guardar una alimentación rica y variada en ciertos nutrientes... ¿es eficaz el consumo de suplementos antiartrósicos, coloquialmente denominados "derivados del cartílago" para la prevención de la artrosis?
La respuesta rápida es NO. El utilizar estos productos, que llevan habitualmente colágeno, condroitín, glucosamina, etc, no sirve como estrategia de prevención en la población en general, que no sufre de artrosis. Sin embargo, en personas ya diagnosticadas de esta enfermedad por su médico, diversos estudios científicos avalan su efecto analgésico moderado a medio-largo plazo. Así, en pacientes con artrosis, sobre todo periférica (manos, pies, rodillas, caderas) la evidencia científica ofrece numerosas publicaciones de ensayos (controlados y aleatorizados, de alta calidad), en los que el uso de dichos suplementos puede ahorrar el uso de fármacos analgésicos y/o antinflamatorios.
En algunos estudios, de calidad moderada, también se apoya su uso en personas sometidas a esfuerzos articulares intensos E.g. deportistas de alto rendimiento, que realicen ejercicios de alto impacto articular. En cualquier caso su eficacia en este caso no está claro.
Más incierto es su efecto modificador de la enfermedad, es decir, no hay estudios de calidad en los que se demuestre su utilidad para frenar el deterioro estructural de la artrosis a lo largo de los años. En definitiva, no curan pero en algunos sujetos diagnosticados de dicha enfermedad, pueden aliviar los síntomas. Evidentemente, hay que probarlos durante varios meses para observar si merece la pena utilizarlos con dicho fin. Lo ideal es consultar con su médico habitual antes de tomarlos. Y tener presente que la preservación del cartílago articular siempre está basada en una correcta alimentación y ejercicio físico diario adaptado, así como evitar los esfuerzos de carga y posiciones inadecuadas que puedan aumentar la sobrecarga mecánica del cartílago articular.

jueves, 23 de agosto de 2018

Las crucíferas: verduras saludables de alto poder nutricional

Las crucíferas no son aves palmípedas del archipiélago de Kiribati. Con este singular nombre se designa a verduras muy saludables, entre las que se incluyen: rúcula, kale (col rizada), rábanos, coliflor, romanesco, repollo, lombarda, col de bruselas, colinabo o colirrábano, brócoli, berza, nabo, grelos, col china, etc.
Una cosa que tienen en común es su contenido en ciertos polisacáridos que no se digieren y que la flora bacteriana intestinal convierte en gas, de ahí que en muchas personas aumenten las flatulencias al tomar crucíferas. Para evitarlo es conveniente acostumbrarse a tomarlas regularmente en pequeñas cantidades, masticarlas muy bien; también cocinándolas brevemente, al vapor. Asimismo, muchas de ellas las podemos comer crudas en ensaladas, para aprovechar al máximo sus nutrientes. No todo va a ser la sempiterna lechuga de nuestra habitual ensalada mediterránea...
Estas hortalizas, muchas de ellas de hoja verde, son ricas en antioxidantes de los que todo el mundo debería incluir, al menos una ración, en su dieta diaria. Las crucíferas son ricas en antioxidantes naturales, fibra, folatos, betacaroteno (provitamina A), vitaminas C, E y K, zinc y selenio, y minerales (magnesio, etc).
Las crucíferas son alimentos, por tanto, de alta densidad nutricional. Destaca su riqueza en calcio: una ración generosa de estas verduras aporta tanto calcio al organismo como un vaso de leche, lo que es muy bueno para la salud metabólica del hueso y prevenir la osteoporosis.
Según algunos estudios ayudan a prevenir enfemedades neurodegenerativas: retrasan el deterioro cognitivo y pudieran ayudar a evitar la aparición de Alzheimer, así como a estimular las defensas naturales del sistema inmune.
Además, esta popular familia de vegetales contiene,un grupo de sustancias llamadas glucosinolatos, responsables de su aroma penetrante y su sabor amargo, considerados como potentes antioxidantes que brindan protección contra enfermedades del corazón, e incluso ciertos tipos de cáncer. De hecho el sulforafano es uno de los componentes más estudiados debido a su actividad antioxidante y anti-cáncer. Los estudios han informado que puede reducir el crecimiento de las células cancerosas e inducir su muerte en pacientes con leucemia. En su digestión se producen tiocianatos e indoles, que son los responsables de sus propiedades antitumorales.
Por último, también intervienen en la gestión metabólica glucídica, por lo que deben estar incluidas en cualquier dieta de adelgazamiento para el sobrepeso y obesidad, así como de control de la diabetes e intolerancia hidrocarbonada.
En las personas con problemas tiroideos, lo único que hay que tener en cuenta es que traten de comer alimentos ricos en iodo, como pescado azul, o sal iodada, para prevenir sus efectos bociógenos. Por otro lado, las personas que tomen fármacos anticoagulantes deberían tener en cuenta que un exceso de estas verduras pudiera contrarrestar parcialmente los efectos de dichos medicamentos (p.e. sintrom): 2 ó 3 raciones semanales no deberían suponer impedimento alguno.

sábado, 18 de agosto de 2018

El ejercicio físico previene y mejora los dolores de espalda

Un estudio científico realizado en más de 150 países y publicado en “The Lancet” ha demostrado que el dolor lumbar es la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Las mujeres piden más asistencia por dolor lumbar que los hombres, y es más frecuente entre los 45 y 60 años. El principal factor de riesgo es el estado de la musculatura paravertebral y lumbopélvica; cuanto mejor sea, menor es el riesgo de padecer dolor y, sobre todo, menor la probabilidad de que se prolongue o repita.

El dolor lumbar afectará a un 80% de la población en algún momento de su vida, y el 99% de los que lo sufrirán padecerán 'síndromes mecánicos del raquis', en los que el dolor se origina en la espalda, y para evitarlo es recomendable realizar ejercicio físico, incluso durante los episodios de dolor, en la medida de lo posible, según el director médico de la Unidad de Espalda Kovacs-HLA Moncloa, Francisco Kovacs. "Para prevenir la aparición o la recurrencia del dolor ha demostrado ser efectivo mantener el mayor grado de actividad física, incluyendo el ejercicio o el deporte. Desde luego cuando no duele, pero también durante los episodios de dolor, en los que se ha comprobado que conviene evitar el reposo en cama o reducirlo cuanto sea posible, y mantener el mayor grado de actividad física que el dolor permita, evitando solo las actividades concretas que lo incrementen o desencadenen", ha explicado.

En el caso de que el dolor se deba a un síndrome inespecífico en el que la dolencia se origina en las partes blandas como músculos o ligamentos, no significa que algo esté roto o deformado, sino que no funciona bien. El Dr. Kovacs ha señalado que la "causa más frecuente es el mal funcionamiento de la musculatura o de los mecanismos que coordinan los grupos musculares que mantienen la espalda recta y nos permiten mantener el equilibrio al movernos".

"El 80% de los episodios dolorosos tienden a resolverse en menos de 14 días, pero si persisten más de 90 días se desencadenan otros mecanismos que pueden convertirlo en crónico y hacer que persista aunque desaparezca el motivo que inicialmente lo desencadenó", ha añadido.

Son 3 los consejos fundamentales que se pueden dar en relación al ejercicio para la prevención y tratamiento del dolor de espalda y cuello:
1.- El ejercicio ha de ser progresivo. De nada sirve realizar ejercicios vigorosos, que pueden incrementar el dolor y someter a la columna vertebral a un estrés biomecánico, con riesgo de incremento del dolor de base o la lesión subyacente. Mejor un ejercicio suave a diario, que sesiones intensas y descontroladas de ejercicios contraproducentes.
2.- No llegar al límite del dolor. Debemos conocer nuestros límites, y hacerle caso a nuestro cuerpo, Cargar mucho peso o hacer una posición extrema puede originar más dolor, que aunque leve, nos puede estar avisando de que nos estamos pasando, y existe por tanto mayor riesgo de agravamiento de la patología de base. Evitar posiciones extremas, así como ejercicios incorrectos, sería lo ideal.
3.- Debería ser adaptado y dirigido. Sobre todo si ya hay una enfermedad de base, tipo espondiloartrosis o lumbalgia crónica/ recidivante. Un adecuado seguimiento y dirección por parte de un fisioterapeuta o experto en actividad física puede disminuir los riesgos asociados e inherentes a la práctica del ejercicio. La sentadilla o el peso muerto pueden ser actividades interesantes, pero si se ejecutan mal probablemente acaben generando un mayor dolor, que puede durar semanas o meses.

martes, 14 de agosto de 2018

El bajo nivel de hidratación está asociado a la obesidad

Una simple parte de nuestra dieta podría estar vinculado a un peso más saludable: el agua. Las personas que son obesas y tienen un mayor índice de masa corporal (IMC) son más propensas a estar inadecuadamente hidratadas y viceversa, según sugiere una nueva investigación de la University of Michigan (UM), en Estados Unidos, publicada en la revista "Annals of Family Medicine".

"La relación entre la hidratación y el peso no está clara. Nuestro estudio explica esta relación en un nivel de población empleando una medida objetiva de la hidratación", explica la autora principal del trabajo, Tammy Chang, profesora asistente en el Departamento de Medicina de Familia en la Escuela de Medicina de la UM.

Aunque la correlación requiere más análisis, Chang señala que la hidratación últimamente se ha considerado la piedra angular de una dieta para perder peso. "A menudo, oímos recomendaciones de que beber agua es una manera de evitar comer en exceso porque se puede tener sed en vez de hambre", dice esta experta.

Chang y sus colegas estudiaron una muestra representativa nacional de 9.528 adultos de los Centers for Disease Control and Prevention y la National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES). Aproximadamente un tercio de los adultos, de entre 18 a 64 años, estaba inadecuadamente hidratado.

El estudio sugiere que las personas con un IMC más elevado -que se espera que tengan necesidades más altas de agua-- también puede demostrar comportamientos que llevan a una hidratación inadecuada. Los autores señalan que debido a que los datos son de sección transversal, no se puede decir que la hidratación inadecuada causa obesidad o al revés, pero sus resultados ponen de relieve una importante relación entre los dos.

Chang considera que el consumo de alimentos saludables con alto contenido de agua, como frutas y verduras, puede mejorar el estado de hidratación, aunque se necesitan más evaluaciones para saber si el estado de hidratación puede influir en el peso. "La hidratación puede pasarse por alto en las estrategias de control de peso para adultos", advierte Chang, también miembro del Instituto de Políticas de Salud e Innovación de la UM.

"Nuestros hallazgos sugieren que la hidratación puede merecer más atención cuando se piensa acerca de la obesidad a nivel de población. Mantenerse hidratado es bueno para usted sin importar por qué y nuestro estudio sugiere que también puede estar relacionado con el mantenimiento de un peso saludable", concluye.

Tópico a desmontar: el colesterol dietético aumenta el colesterol en sangre

Hace años, se afirmaba la relación entre el consumo de alimentos altos en colesterol y el medido en sangre, alertando sobre sus efectos card...