La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta a la salud del cartílago articular. Factores mecánicos y genéticos están claramente relacionados con su aparición. Anteriormente he publicado algunas entradas de blog en las que se relaciona también a ciertos factores nutricionales con la aparición de dicho proceso artrósico:
Pero, además de intentar guardar una alimentación rica y variada en ciertos nutrientes... ¿es eficaz el consumo de suplementos antiartrósicos, coloquialmente denominados "derivados del cartílago" para la prevención de la artrosis?
La respuesta rápida es NO. El utilizar estos productos, que llevan habitualmente colágeno, condroitín, glucosamina, etc, no sirve como estrategia de prevención en la población en general, que no sufre de artrosis. Sin embargo, en personas ya diagnosticadas de esta enfermedad por su médico, diversos estudios científicos avalan su efecto analgésico moderado a medio-largo plazo. Así, en pacientes con artrosis, sobre todo periférica (manos, pies, rodillas, caderas) la evidencia científica ofrece numerosas publicaciones de ensayos (controlados y aleatorizados, de alta calidad), en los que el uso de dichos suplementos puede ahorrar el uso de fármacos analgésicos y/o antinflamatorios.
En algunos estudios, de calidad moderada, también se apoya su uso en personas sometidas a esfuerzos articulares intensos E.g. deportistas de alto rendimiento, que realicen ejercicios de alto impacto articular. En cualquier caso su eficacia en este caso no está claro.
Más incierto es su efecto modificador de la enfermedad, es decir, no hay estudios de calidad en los que se demuestre su utilidad para frenar el deterioro estructural de la artrosis a lo largo de los años. En definitiva, no curan pero en algunos sujetos diagnosticados de dicha enfermedad, pueden aliviar los síntomas. Evidentemente, hay que probarlos durante varios meses para observar si merece la pena utilizarlos con dicho fin. Lo ideal es consultar con su médico habitual antes de tomarlos. Y tener presente que la preservación del cartílago articular siempre está basada en una correcta alimentación y ejercicio físico diario adaptado, así como evitar los esfuerzos de carga y posiciones inadecuadas que puedan aumentar la sobrecarga mecánica del cartílago articular.
- El exceso de grasas saturadas y carbohidratos se relaciona con artrosis.
- Nutrientes y alimentos necesarios para la salud articular.
Pero, además de intentar guardar una alimentación rica y variada en ciertos nutrientes... ¿es eficaz el consumo de suplementos antiartrósicos, coloquialmente denominados "derivados del cartílago" para la prevención de la artrosis?
La respuesta rápida es NO. El utilizar estos productos, que llevan habitualmente colágeno, condroitín, glucosamina, etc, no sirve como estrategia de prevención en la población en general, que no sufre de artrosis. Sin embargo, en personas ya diagnosticadas de esta enfermedad por su médico, diversos estudios científicos avalan su efecto analgésico moderado a medio-largo plazo. Así, en pacientes con artrosis, sobre todo periférica (manos, pies, rodillas, caderas) la evidencia científica ofrece numerosas publicaciones de ensayos (controlados y aleatorizados, de alta calidad), en los que el uso de dichos suplementos puede ahorrar el uso de fármacos analgésicos y/o antinflamatorios.
En algunos estudios, de calidad moderada, también se apoya su uso en personas sometidas a esfuerzos articulares intensos E.g. deportistas de alto rendimiento, que realicen ejercicios de alto impacto articular. En cualquier caso su eficacia en este caso no está claro.
Más incierto es su efecto modificador de la enfermedad, es decir, no hay estudios de calidad en los que se demuestre su utilidad para frenar el deterioro estructural de la artrosis a lo largo de los años. En definitiva, no curan pero en algunos sujetos diagnosticados de dicha enfermedad, pueden aliviar los síntomas. Evidentemente, hay que probarlos durante varios meses para observar si merece la pena utilizarlos con dicho fin. Lo ideal es consultar con su médico habitual antes de tomarlos. Y tener presente que la preservación del cartílago articular siempre está basada en una correcta alimentación y ejercicio físico diario adaptado, así como evitar los esfuerzos de carga y posiciones inadecuadas que puedan aumentar la sobrecarga mecánica del cartílago articular.