Por otra parte, hay que decir que el método de entrenamiento en altura, conocido específicamente como entrenamiento hipóxico, ha sido ampliamente utilizado desde hace muchos años. La resistencia anaeróbica, es la capacidad de realizar una actividad física intensa sin la presencia de oxígeno en nuestros músculos: esta resistencia permite prolongar unos segundos el nivel de ejecución del ejercicio antes que tener que parar, o que bajar la intensidad.
El entrenamiento hipóxico (método Kaatsu), por ejemplo utilizando bandas de oclusión (https://www.fitnessrevolucionario.com/2016/10/08/hipoxia-altura-oclusion-mascaras-elevacion/), produce que las presiones parciales de los gases que componen el aire se vean disminuidas y, por tanto, la captación y procesos de respiración pulmonar resulten obstaculizados. Se ha comprobado que el hecho de disminuir la cantidad de oxígeno que se aporta al organismo estimula la producción de glóbulos rojos en la sangre, lo que se conoce como respuesta hematopoyética, y debido a ello se mejora el transporte de oxígeno. Este fenómeno estimula un factor inducible por hipoxia en nuestro organismo (HIF-1), que genera una reacción en cascada: aumento en el número y actividad de las mitocondrias, mejora la eficiencia en el consumo de grasas, elevación de los procesos de depuración del lactato (residuo metabólico) e incremento del número de capilares sanguíneos. También mejora la serotonina, clave para regular el estado de ánimo, el apetito y la calidad del sueño. y finalmente, optimiza el estado inmunológico.
Por último, hay que recordar que la reutilización de la misma mascarilla podría ser un excelente caldo de cultivo para el crecimiento de diferentes gérmenes patógenos, que podría inhalar la persona que utiliza dicha mascarilla. Es conveniente su recambio frecuente siguiendo las recomendaciones sobre ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario